La banca abre el melón de la remuneración de depósitos y ya paga por encima del 2%

La guerra por la remuneración de los depósitos se ha declarado oficialmente esta semana entre la gran banca. Las palabras de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, esta misma semana reclamando a las grandes entidades que empezaran a pagar por el pasivo ha coincidido con la primera andanada lanzada por dos grandes del mercado español: CaixaBank e ING.

En el caso de CaixaBank, entidad que lidera el ranking nacional de depósitos, ha lanzado un depósito a un año que ofrece hasta un 2% de rentabilidad a partir de 5.000 euros, un producto de alcance generalista abierto tanto a clientes actuales como a nuevos. Y no es necesario que sean nuevas domiciliaciones ni nuevas contrataciones, sino que puede ser por vinculación preexistente.

ING también ha anunciado un nuevo depósito al 2,75% TAE a cuatro meses tanto para sus clientes como para nuevos que realicen nuevos ingresos hasta final mes. Asimismo, ha elevado la remuneración de sus depósitos a 12 y 18 meses, que variará en función de los diferentes tramos de importes que se depositen, pero que alcanzarán un máximo remunerado del 2,25%.

La banca minorista y online ya pagaba en julio por los nuevos depósitos a plazo un 2,33% de media, lo que supone su nivel máximo desde enero de 2013, cuando remuneraba un 2,37%, según datos del Banco de España recopilados por EP. Las familias contrataron depósitos a un año en julio por un volumen de 11.921 millones, si bien el «stock» en depósitos en el séptimo mes se situó en los 93.504 millones, solo 6.482 millones más que en junio. Este saldo, en cambio, se remuneraba al 1,27%.

Lo que permanece prácticamente invariable es la remuneración del dinero en cuenta corriente, donde permanece el grueso del ahorro de las familias, 894.953 millones en cuentas. Por el saldo en cuenta corriente, la banca ofrecía una media del 0,12% el mes pasado, el mismo importe que en junio. En diciembre, la remuneración era del 0,04%. En el caso de las empresas, la remuneración por el saldo nuevo en depósito se elevó en julio al 3,11%, un nivel no registrado desde diciembre de 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis financiera.

La culpa de esta tardanza en pagar por el pasivo la tiene el exceso de liquidez con el que cuentan las entidades financieras, que les ha permitido hasta ahora retrasar la guerra de depósitos por falta de competencia. Por ello, las familias retiraron de los bancos en lo que va de año 19.500 millones para invertirlos en otros productos más rentables y que les proporcionen beneficios para hacer frente a la inflación o a la amortización de hipotecas variables ante la subida de las cuotas mensuales. Entre los productos más demandados destacan las Letras del Tesoro, que ofrecen una rentabilidad del 3,6% a un año. La inversión minorista en solo un año ha pasado de 19 millones en junio de 2022 a superar los 16.600 millones.