Banca y energéticas afrontan otros 1.500 millones del segundo «impuestazo»

El impuesto a los beneficios extraordinarios de banca y sector energético, que engulló el 18% de sus beneficios hasta el mes de marzo, tiene ya una segunda parte a las puertas. Las entidades bancarias y las grandes corporaciones energéticas deberán satisfacer en la primera semana de septiembre su segundo pago del gravamen cuando Hacienda abra de nuevo el plazo para presentar la autoliquidación de estos nuevos tributos.

Con este pago, Hacienda espera ingresar al menos otros 1.500 millones –casi lo mismo que ya ingresó por el pago anticipado del 50% de este gravamen–, para quedarse muy cerca de su previsión inicial de recaudar 3.000 millones. Si las entidades vuelven a abonar en torno a esos 1.454 millones que abonaron en marzo, el objetivo de María Jesús Montero apenas se habría desviado en 90 millones.

Pero este segundo desembolso se hará en un contexto diferente. Todas las sociedades afectadas por este gravamen lo abonaron en su totalidad en febrero, pero a continuación –como ya habían advertido previamente– decidieron dar un paso más allá y judicializar la imposición de este tributo junto a las patronales de sus respectivos sectores –la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) o la Asociación Española de Empresas de Energía (Aelec)–, bajo la premisa de ser «discriminatorio», «injusto», «anticonstitucional» y que «contraviene libertades consagradas por la Unión Europea», entre otras alegaciones. Al igual que hicieron con el primer plazo, estas patronales han vuelto a recomendar a sus asociados que efectúen los pagos anticipados. Pese a que tienen muy claro que esperan una sentencia favorable en los tribunales, deben cubrirse las espaldas en el caso de que se dictase una sentencia desfavorable.

Las compañías, por tanto, tendrán que hacer un nuevo desembolso a las arcas del Fisco. En el caso de las entidades financieras, estarán obligadas a hacerlo las que cerraron 2019 con más de 800 millones de euros en su margen de intereses –los cobrados menos pagados– más sus comisiones netas –las cobradas menos las pagadas–, y deberán pagar el 4,8% de los ingresos satisfechos por este mismo concepto. En el caso de las compañías energéticas, tendrán la obligación de pagar el nuevo tributo aquellas sociedades que registrasen una cifra de negocios por encima de los 1.000 millones en 2019. Para estas compañías, el importe a pagar será el 1,2% de su cifra de negocios.

Según recoge Servimedia del calendario del contribuyente –en línea con lo establecido en el Boletín Oficial del Estado (BOE)–, las compañías energéticas deberán presentar la autoliquidación del modelo 796 antes del 20 septiembre, la misma fecha que tiene la banca para rellenar y entregar el modelo 798, siempre y cuando cumplan todas las condiciones para tener que pagar estos impuestos.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha vuelto a advertir que vigilará que estos sectores cumplan con estas nuevas obligaciones tributarias. De no hacerlo, cometerán una infracción «muy grave» que se traducirá en una multa económica del 150% sobre el importe repercutido.

En febrero, la banca ya adelantó en primera instancia 637,1 millones de euros, mientras que las energéticas tuvieron que hacer frente a 817,4 millones.