Desempleo

Bélgica pone fin al paro de por vida: el país inicia una reforma socioeconómica histórica

El Gobierno federal ha puesto en marcha una serie de medidas para evitar el derrumbe del estado del bienestar

Palacio de Justicia de Bruselas (Bélgica)
Palacio de Justicia de Bruselas (Bélgica)La RazónLa Razón

Bélgica ha sido un país anómalo en cuanto a Seguridad Social se refiere. Desde hace años, el país cuenta con una serie de normativas que chocan completamente con las del resto de países del entorno. Unas reglas que, con el objetivo de prosperar, van a cambiar radicalmente.

Y es que durante décadas, Bruselas ha permitido que aquellos ciudadanos que accedían a una prestación económica por desempleo o enfermedad pudieran cobrar la ayuda de manera indefinida, algo totalmente distinto a lo que ocurre en otros países de Europa, donde las prestaciones contributivas tienen una serie de limitaciones.

Sin embargo, el país ha dicho basta y las normas van a dar un giro de 180 grados. Tras muchos años bajo estas condiciones, Bélgica va a limitar las prestaciones y las eliminará a todos aquellos que lleguen a los dos años de desempleo.

Adiós al paro indefinido

Bélgica sufre un grave problema en materia social. Se trata de un país donde seis de cada diez desempleados son de origen extranjero y, aunque la tasa de paro es baja (5,9 %), cuenta con una de las mayores proporciones de desempleo de larga duración de Europa.

Además, a este problema se suma que el país concentra el mayor número de enfermos de larga duración de la Unión Europea, algo que ha motivado a tomar cartas sobre el asunto de manera inmediata.

Hasta ahora, cualquier ciudadano podía ir al paro con la edad que fuese y mantener la prestación hasta la jubilación, sin ningún tipo de límite. Ahora, esta posibilidad va a quedar totalmente eliminada puesto que el Gobierno federal ya ha comenzado a mandar miles de cartas anunciando el fin de estas prestaciones.

¿Qué medidas se van a llevar a cabo?

A principios de 2026, las personas que lleven más de 20 años desempleadas perderán su ayuda. Una medida que va a ir incrementándose de manera progresiva hasta que los ciudadanos que acumulen más de dos años en paro también pierdan la prestación.

Los primeros en ser advertidos serán quienes enlazan décadas sin trabajo y los beneficiarios del subsidio de integración. A partir de ahí, se dirigirá a colectivos con menor historial de desempleo, hasta que el calendario de supresión abarque progresivamente a todos los que aún dependen del subsidio indefinido.

El gobierno ya ha confirmado que esta transición tendrá una duración de dos años, es decir, hasta 2027. A partir de ahí, el antiguo sistema quedará completamente eliminado, logrando así reducir el paro de larga duración que afecta especialmente a la población de origen extranjero.

El objetivo no es otro que el de aumentar la participación en el mercado laboral para reducir el déficit público a través de la cotización.

También se vigilarán las bajas médicas

Otra de las nuevas normas de la reforma es el control exhaustivo de los enfermos de larga duración. Y es que Bélgica tiene más trabajadores con enfermedades prolongadas que cualquier otro país europeo, todo ello motivado por el cobro de las prestaciones por discapacidad.

A partir del próximo año, las personas que lleven más de un año de baja deberán demostrar de forma recurrente y más vigilada su incapacidad laboral, todo para evitar que los ciudadanos exageren la enfermedad y se lucren del Gobierno cuando realmente podrían trabajar.

Las diferencias con España

En España, las diferencias en Seguridad Social son abrumadoras en comparación con el país belga. Y es que la duración de las prestaciones se establece en función del periodo de ocupación cotizado en los últimos años del ciudadano antes de la situación legal de desempleo.

Respecto a las bajas laborales, para acceder a ellas es imprescindible estar afiliado y en situación de alta en la Seguridad Social. En los casos de enfermedad común, se requiere haber cotizado al menos 180 días dentro de los cinco años anteriores al inicio de la baja, mientras que por accidente -laboral o no- o enfermedad profesional no se exige ningún periodo previo de cotización.

El proceso comienza siempre en la consulta médica, donde el facultativo determina si la causa está relacionada con el trabajo y envía el parte de baja al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). A partir de ahí, según la duración estimada de la incapacidad, se fijan los plazos de revisión en los que el médico de la Seguridad Social o de la mutua irá emitiendo los partes de confirmación o, cuando corresponda, el de alta.