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Bitcoin: una burbuja virtual a punto de estallar

La cotización de la moneda virtual ha pasado de 1.200 dólares a 500 en sólo dos meses

Bitcoin: una burbuja virtual a punto de estallar
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Algunos aún no han terminado de acostumbrarse del todo a los euros tras el paso a mejor vida de la peseta, y sin embargo muchos ya llevan en sus monederos –al menos en el mundo virtual– una nueva divisa: el bitcoin. Desconocida para la inmensa mayoría, estos días está en el ojo del huracán por una supuesta «ciberestafa» multimillonaria , que ha terminado con los ahorros de miles de personas en un «corralito» en la red de difícil salida. Pero, suponiendo que haya usted oído hablar del bitcoin, ¿sabe realmente lo que es?

El bitcoin es una moneda virtual que puede ser utilizada como forma de pago para comprar bienes y servicios. Aunque su uso está principalmente en internet, cada vez son más los comercios físicos –unos 15.000 en todo el mundo, pocos o ninguno en España– que aceptan bitcoins, e incluso han empezado a instalarse cajeros automáticos. ¿Cómo funciona? Simplemente hay que comprar bitcoins con cualquier otra moneda real, tomando como referencia el tipo de cambio al que coticen en cada momento. Y es aquí precisamente donde reside la esencia del bitcoin: su valor está determinado por el número de personas interesadas en intercambiarlos, del mismo modo que las acciones suben o bajan en Bolsa en función de la demanda. La clave no está en usar los bitcoins como una simple forma de pago, sino comprarlos, esperar a que se revaloricen y luego venderlos. En otras palabras, especular.

Inestabilidad

Esto explica los vaivenes radicales que ha experimentado la divisa en el último año, pasando de sólo 120 dólares el pasado mes de octubre a casi 1.200 a finales de año, y vuelta a caer ahora hasta apenas 500. Como en todo sistema financiero, la confianza es vital, y el bitcoin no anda precisamente sobrado últimamente, víctima de númerosos escándalos que amenazan su supervivencia y la de los ahorros de millones de personas. El último, la quiebra de Mt. Gox, uno de los principales sitios de intercambio de bitcoins en la red. La plataforma ha desaparecido sin dejar rastro, y con ella los bitcoins de casi un millón de clientes. Tras este agujero habría un «ciberrobo» de casi el 7% de todos los bitcoins en circulación, con un valor estimado de 425 millones de dólares.

El problema está en que el bitcoin es una moneda carente de cualquier tipo de regulación, sin el respaldo de una autoridad bancaria o un banco central. Por eso, en caso de quiebra, robo o ataque informático, los bitcoins se esfuman sin que el cliente tenga posibilidad alguna de recuperar su dinero.

Por si esto fuera poco, todas las transacciones son anónimas, lo que lo convierte en un medio ideal para el blanqueo de dinero. De hecho, un directivo de uno de los principales portales de intercambio fue detenido a principios de año por vender más de un millón de dólares en bitcoins a usuarios de Silk Road, un mercado negro digital en el que pueden comprarse de forma anónima drogas, armas y otros artículos ilegales. En este sentido, países como Rusia, China, Islandia o Tailandia han tomado cartas en el asunto y ya limitan o incluso prohíben las transacciones con bitcoins.