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Macroeconomía

Bruselas alerta a España del frenazo económico y del parón de la inversión, el consumo y el empleo

Advierte de que la buena marcha del mercado laboral se debe "principalmente a la llegada de la inmigración" y que España seguirá liderando el paro europeo en 2026

Bruselas mejora las previsiones de PIB para este año al 2,9%, tres décimas por encima de la estimación realizada en mayo (2,6%), una expansión que se enfriará ya en 2026, al 2,3%, y pronóstica un déficit para este año del 2,5% -desde el 2,8% de la anterior previsión- y al 2,1% en el siguiente ejercicio, cuatro décimas menos. Además, anticipa que la tasa de paro bajará del 10% en 2026, pero alerta de los "numerosos riesgos" a los que se enfrenta la economía española si no se ponen los medios adecuados para amortiguar la ralentización general de la economía.

Pero estas últimas previsiones presentadas hoy por la Comisión Europea no son del todo optimistas, porque en su informe identifica los principales riesgos para la economía española, entre los que apunta los efectos indirectos derivados de una actividad económica, "menor a la esperada por parte de los principales socios comerciales de España", lo que podría "afectar negativamente al turismo y socavar la confianza del sector privado, retrasando la inversión empresarial o impulsando la tasa de ahorro de los hogares".

Además, la Comisión advierte de que "una desaceleración de los flujos migratorios más pronunciada de lo previsto reduciría el dinamismo del mercado laboral", lo que daría lugar a unas perspectivas "menos favorables para el consumo y la inversión privados". Así, aunque reconoce que el mercado laboral ha mostrado un comportamiento "robusto" en los últimos años, esto no ha servido para que España deje el farolillo rojo europeo, ya que su proyección es de una tasa de paro del 10,4% en 2025, por lo que cerrará el año como el único país con el desempleo en doble dígito. Pese a que Bruselas subraya que a pesar de que estos niveles "no se han visto en más de diez años", recuerda que siguen siendo "los más altos de la UE, tanto en la tasa general como en la de jóvenes", y que pese a que bajará al 9,8% en 2026 y al 9,6% en 2027, continuará España liderando este negativo ranking.

Por ello, advierte de que el aumento esperado del empleo y la bajada del paro volverá a deberse "principalmente a la continua afluencia de inmigrantes, que amplía considerablemente la fuerza laboral e impulsa el ritmo de creación de empleo", aunque un menor flujo de llegada de trabajadores ralentizará el dinamismo del mercado laboral ya en 2026.

Respecto a la cifras macroeconómicas, la Comisión Europea ha elevado hasta el 2,9% el crecimiento del PIB para 2025, tres décimas por encima de la anterior previsión de mayo (2,6%), una expansión que se suavizará al 2,3% en 2026, frente al 2% anticipado previamente. De cara a 2027, las primeras estimaciones de la Comisión apuntan a que la economía española crecerá un 2%, mientras que el déficit público se estabilizaría en el 2,1% del PIB. La demanda interna volverá a ser el principal motor de la economía hasta 2027, impulsada principalmente por el consumo de los hogares y la inversión que se aplicará del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), que contribuirá a mantener la formación bruta de capital fijo. Por contra, las exportaciones netas contribuirán de forma ligeramente negativa al crecimiento del PIB este año y el que viene.

Estas proyecciones de Bruselas se sitúan en línea con otros organismos internacionales, que han revisado al alza sus previsiones. El pasado mes de octubre, España ya vio mejorado el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ahora espera una expansión del 2,9% este año y del 2% en 2026, mientras que en septiembre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) elevó su pronóstico de crecimiento para España en 2025 al 2,6% y al 2% para 2026.

Por su parte, el déficit bajaría este año al 2,5% del PIB, frente al 2,8% previsto en mayo, y hasta el 2,1% en 2026, cuatro décimas menos de lo proyectado previamente, mientras que para 2027 se mantendría en el 2,7%. Con ello se ajustaría al plan comprometido con la UE, pese a que alerta sobre el aumento de los pagos de intereses y del gasto en defensa, además de la presión adicional del aumento del gasto del sistema de pensiones. "Tras una política fiscal ligeramente expansiva en 2025-26, se prevé que esta se vuelva contractiva en 2027 tras la finalización del Mecanismo de Recuperación y Financiamiento (MRF)", apunta la Comisión, que prevé que la relación deuda/PIB continuará disminuyendo, situándose en el 100% en 2025, pero solo gracias a que el crecimiento del PIB nominal supera el coste del servicio de la deuda.

En cuanto a la inflación, la Comisión Europea ha revisado al alza sus previsiones de inflación armonizada para España, que alcanzará el 2,6% este año, tres décimas por encima de lo anticipado en mayo, mientras que en 2026 sería del 2%, una décima más, y un año después seguiría en el 2%, en línea con la meta del Banco Central Europeo (BCE). Aunque pronostica que el crecimiento de los salarios nominales se mantendrá por encima de la tasa de inflación en 2025, el aumento de los ingresos reales se moderará durante 2026 y 2027.