Comercio

China excluye al jamón y los embutidos de su represalia contra Europa

España, principal suministrador de porcino a China, apenas vendió 37 millones de euros en curados y salazones. Los productos de cerdo que sí investigará Pekín supusieron 1.433 millones

Cooperación entre España y China
Las importaciones de cerdo y embutidos españoles por China apenas alcanzaron los 37 millonesLa Razón

Tras anunciar una investigación «antidumping» contra ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados procedentes de la Unión Europea (UE), China precisó que las pesquisas no afectarán directamente al jamón ibérico y a los embutidos españoles, dos de los productos estrella de la gastronomía nacional.

Con todo, Pekín ha utilizado su peso económico para castigar a aquellos países de la UE que lideraron la imposición de aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, lo que podría tener un impacto significativo en sectores clave de sus economías. Un movimiento calculado que busca generar presión sobre Bruselas para que reconsidere su estrategia frente a su principal socio comercial.

La última investigación por competencia desleal se produce en aparente represalia por la decisión de Bruselas de aplicar aranceles adicionales del 21% de media a la importación de vehículos eléctricos chinos. China salió el martes al paso de la decisión de la Comisión Europea de imponer nuevos aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, calificando la medida de «perjudicial para la transformación verde del bloque y la lucha global contra el cambio climático».

El portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, Li Chao, argumentó que estos nuevos gravámenes europeos, que oscilan entre el 17,4% y el 38,1%, «distorsionarán las cadenas de suministro globales de la industria automotriz y perjudicarán a los consumidores europeos».

El funcionario chino hizo un llamamiento a la UE para que «reflexione y sea prudente, respete las leyes económicas básicas y las reglas de la Organización Mundial del Comercio», al tiempo que pidió que se escuche a la propia industria europea.

Por otra parte, Li defendió que la industria de vehículos de nueva energía –coches eléctricos– se ha desarrollado «muy rápido» en China, brindando «una gran cantidad de modelos de alta calidad» a los consumidores. Además, enfatizó que empresas como Tesla, Volkswagen y BMW no han dudado en «invertir en la producción de vehículos eléctricos» en el gigante asiático.

La Comisión Europea comunicó su intención de aplicar aranceles adicionales a las importaciones de vehículos eléctricos provenientes de China, como resultado de una investigación que inició en octubre pasado. Según el anuncio de las autoridades comunitarias, los nuevos gravámenes oscilan entre el 17,4% y el 38,1%, sumados al actual 10% que ya se aplicaba a estos productos.

La medida busca contrarrestar lo que la UE considera «subvenciones públicas abusivas» a los fabricantes chinos de autos eléctricos, lo cual distorsiona la competencia en la UE.

Las nuevas tarifas entrarán en vigor a partir de julio, a menos que China ofrezca soluciones satisfactorias a las preocupaciones planteadas por Bruselas.

Este endurecimiento arancelario se produce en un momento en que la demanda de vehículos eléctricos sigue en aumento en Europa, debido al impulso de las políticas de descarbonización y la transición energética.

En el primer contragolpe que apunta a una inminente guerra comercial sino europea, el Gobierno chino anunció el lunes el inicio de una investigación contra la competencia desleal de ciertas importaciones de carne de cerdo procedentes de la UE. El periodo de dichas pesquisas sobre el dumping en dichas importaciones abarca desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del año pasado, mientras que la evaluación del daño industrial abarca cuatro años, desde 2020 a 2023.

Según datos de la Administración General de Aduanas de China, el año pasado el gigante asiático importó en 2023 casi 40 millones de euros de productos clasificados como curados, salazones y ahumados de cerdo españoles, entre los que se encuentran el jamón ibérico y los embutidos.

Esto supone un escaso alivio para España, que es el principal suministrador de porcino a China tanto a nivel comunitario como mundial. En 2023, China importó 1.433 millones del país en las categorías sí cubiertas por la investigación como la carne de cerdo.