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El economista Gonzalo Bernardos advierte del "grandísimo problema" que supone el nuevo índice para limitar los alquileres

Justifica que las medidas para controlar el precio del alquiler en "zonas tensionadas" podrían exacerbar la crisis habitacional en España, dando pie a prácticas discriminatorias

Gonzalo Bernardos en el programa 'Más Vale Tarde' de La Sexta
Gonzalo Bernardos en el programa 'Más Vale Tarde' de La SextaLa SextaLa Sexta

El economista Gonzalo Bernardos ha expresado su desaprobación ante el anuncio del índice de referencia de precios de alquiler de viviendas, una medida impulsada por el Gobierno que busca regular el costo del arrendamiento en las denominadas "zonas tensionadas". Durante su participación, ya habitual, en el programa 'Más Vale Tarde' de La Sexta, Bernardos advirtió sobre los posibles efectos negativos de esta medida, especialmente en lo que respecta a la oferta de viviendas disponibles.

Según el economista y también profesor en la Universidad de Barcelona, la creciente popularidad del alquiler temporal está exacerbando la escasez de viviendas disponibles, afectando a una variedad de grupos, desde estudiantes hasta trabajadores desplazados. Esta tendencia, advierte Bernardos, podría llevar a una mayor dificultad para encontrar viviendas de alquiler, especialmente en regiones como Cataluña, donde la declaración de zonas "tensionadas" ha sido más amplia, habiendo sido la única comunidad que ha apostado por regular los precios del alquiler en 140 municipios. Como explica Bernardos, precisamente en Cataluña ya habría personas "dispuestas a pagar más de lo que le piden" para que el inquilino les escoja a ellos.

Asegura, además, que los requisitos para considerar una zona como "tensionada" son bastante genéricos. "Prácticamente cualquier sitio se puede considerar una zona tensionada”, advierte.

La implementación de un sistema de rango de precios para el alquiler, que establece máximos y mínimos basados en las características de la vivienda, busca controlar los precios en áreas específicas y dirigirse principalmente a grandes tenedores de viviendas en "zonas tensionadas". Sin embargo, Bernardos critica esta medida, argumentando que podría limitar aún más la oferta de viviendas y llevar a prácticas discriminatorias por parte de los propietarios. En sus propias palabras, la medida supone un “grandísimo problema porque va a haber muchas personas que no van a encontrar viviendas de alquiler”, causando que el propietario pueda elegir al arrendatario, teniendo en cuenta la sobredemanda.

Este no es el primer desacuerdo de Bernardos con las políticas gubernamentales relacionadas con el mercado de alquiler. Previamente, había expresado su preocupación por la Ley de Vivienda, argumentando que no abordaba adecuadamente los problemas del mercado y podría empeorar la situación para los arrendatarios menos privilegiados. La medida estrella del Ministerio de Vivienda entrará en vigor el próximo mes de marzo y tendrá una vigencia de tres años prorrogables.