Análisis
El artículo de Daniel Lacalle Feijóo, una alternativa de progreso para España
La investidura del candidato del PP es una oportunidad para presentar una verdadera alternativa
La investidura de Feijóoes una oportunidad para presentar ante España un programa de verdadera alternativa al socialismo. Que la aritmética parlamentaria funcione o no es irrelevante. Perder una investidura defendiendo los principios y valores liberales y de centro no es un fracaso. Lo que es un fracaso estrepitoso es ganar una investidura hipotecando España y plegándose al chantaje de minorías destructivas.
El problema de España es el socialismo, que es ruina y propaganda. Por lo tanto, la propuesta de Feijóo debe poner en el centro de su mensaje a familias, contribuyentes y creadores de riqueza. El futuro no se construye desde la deuda, la subvención y el maquillaje estadístico, sino permitiendo a empresas y familias llevar a cabo sus proyectos en libertad.
Feijóo no debe caer en la trampa de presentarse como el fontanero de la gotera dejada por el anterior inquilino, sino ofrecer un proyecto verdaderamente ilusionante para los millones de ciudadanos que le han votado y todos los que sufren el expolio fiscal y sufrirán las consecuencias de la irresponsabilidad fiscal del socialismo.
Es urgente abandonar la timidez y el recurso cómodo a un gradualismo equivocado que solo ha servido para que se le siga culpando al Partido Popular de todos los males y no se le reconozca ningún éxito.
La socialdemocracia no es la respuesta. Es el problema.
El gobierno ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia para dejar una economía que se recupera peor a pesar del admirable desempeño del turismo, que el propio gobierno demonizó sin pudor.
Tras un estímulo monetario que ha llevado al BCE a comprar más del 100% de las emisiones de deuda neta de España hasta 2022, tras un aumento de deuda de más de 400.000 millones de euros y el efecto placebo en el PIB de unos fondos europeos que suman pero no se ven en la economía real, el resultado es mucho peor que decepcionante.
Una economía masivamente apalancada para un crecimiento pobre, endeudado y con empobrecimiento generalizado.
A la cola de Europa
España se mantiene a la cola de Europa en recuperación 2019-2023. Mientras países mucho más expuestos al turismo, como Portugal, crecían un 4,4% desde 2019, y la Unión Europea un 3,1%, España se queda en un mero 2% tras una revisión del INE que, además, refleja un PIB soportado por un gasto público masivamente endeudado. Italia o Bélgica, países que históricamente se recuperaban peor que España, crecen más en el periodo. España recupera los niveles previos a la pandemia en el tercer trimestre de 2022, cuando el conjunto de países de la Eurozona lo hizo un año antes, en el tercer trimestre de 2021.
La deuda total de las administraciones públicas (pasivos totales) supera los 1,9 billones de euros, la deuda según protocolo de déficit excesivo supera los 1,5 billones y crece a ritmo récord de 3.000 euros cada segundo. España es el país que más ha aumentado la deuda pública sobre PIB desde 2019, más de trece puntos, casi cuatro veces más que la media de la eurozona. Una deuda sobre PIB que sigue por encima del 110% del PIB tras las revisiones estadísticas pero que supera el 140% en pasivos totales.
El socialismo deja una economía que tiene una de las mayores posiciones negativas de inversión internacional del mundo, el -56,6% del PIB y una deuda externa bruta de 2,37 billones de euros, un 168,3%, según el Banco de España.
Ese dato decepcionante de recuperación, incluidas las revisiones del PIB, deja también una inflación acumulada del 16,3% desde junio 2018 a agosto 2023.El gobierno engaña cuando habla de la menor inflación de la Unión Europea ya que calla que los españoles han sufrido una pérdida de renta per cápita ajustada por poder adquisitivo que deja a España a 15 puntos de la media de la Unión Europea. Hablar de inflación baja cuando España registra peores datos de poder adquisitivo y renta per cápita ajustada de nuestros comparables es simplemente engañar.
España se sitúa a 15 puntos en renta per cápita ajustada por poder adquisitivo de la media de la Unión Europea y a 19 de la eurozona. Esto es el socialismo. Un retroceso a niveles inferiores a 2011. En 2018 estábamos a 9 puntos de la UE y 15 de la eurozona, según Eurostat.
Mercado laboral
El socialismo, además, deja maquillaje del paro y afiliación a la Seguridad Social que disfraza la precariedad.
España es el país con la mayor tasa de paro de Europa y la OCDE, la mayor tasa de paro juvenil y, encima, ha perdido puestos de convergencia con la media de la Unión Europea. Y eso maquillando las cifras de paro, cambiando los contratos de obra y servicio y estacionales por fijos discontinuos, con más de 3,2 millones de desocupados apuntados al SEPE. España recupera ligeramente las horas trabajadas del máximo de 2019 en el segundo trimestre de 2023, pero muy lejos del 2008 según el INE. Por lo tanto, no hay récord de empleo.
Feijóo debe presentar un proyecto de gestión y un proyecto de país donde se aborde el problema demográfico, de bajo tamaño empresarial, alto paro y baja productividad. Debe atacar la fiscalidad confiscatoria y extractiva que cercena nuestro potencial con una enmienda a la totalidad de las subidas sufridas por los ciudadanos desde 2018. Los ciudadanos entienden la necesidad de reducir desequilibrios si se aborda el enorme despilfarro de gasto ineficiente, más de 60.000 millones de euros anuales según el IEE. Se debe atacar el desincentivo al crecimiento que es que la presión fiscal ajustada a renta sea de las más elevadas de la UE, según el IEE.
Bajar impuestos no pone en peligro las cuentas públicas. Gastar decenas de miles de millones en gasto político clientelar sí lo hace. La falacia de que no se pueden bajar impuestos porque hay déficit se desmonta ante la realidad de ingresos récord que han llevado a gastar muchísimo más. El déficit es siempre un problema de gasto.
La investidura debe ser una oportunidad para presentar un proyecto que entienda que el Estado de Bienestar no es el bienestar del Estado, que el crecimiento y el progreso no vienen del gasto y la deuda sino del ahorro y la inversión, que el Estado no crea riqueza, la consume, y que somos individuos libres. El Estado no regala nada que no te quite en impuestos o inflación. Feijóo debe presentar un proyecto que haga que millones de votantes se ilusionen ante una alternativa, no que se resignen ante lo que existe.
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