Tecnológicas
Japón se une a EE UU y la UE en su lucha antimonopolio contra Google
La Justicia nipona ha abierto una investigación por presuntas actuaciones monopolistas. El gigante tecnológico habría presionado a los fabricantes de teléfonos inteligentes para que incluyan sus aplicaciones de búsqueda de forma destacada en sus dispositivos
Japón se une a EE UU y la UE en su batalla judicial contra las presuntas actuaciones monopolistas de Google. El organismo de control de la competencia de Japón anunció el lunes que está investigando a Google, propiedad del gigante Alphabet, por presuntas infracciones de la legislación antimonopolio en relación con sus prácticas de búsqueda en plataformas móviles, aumentando así la presión reguladora sobre el gigante tecnológico estadounidense.
La agencia reguladora japonesa ha expresado su preocupación por la posibilidad de que Google haya presionado indebidamente a los fabricantes de teléfonos inteligentes para que incluyan sus aplicaciones de búsqueda de forma destacada en sus dispositivos, con iconos en posiciones específicas. Además, Google habría firmado contratos con fabricantes de dispositivos Android en los que se estipulaba que se abstendrían de incluir aplicaciones de búsqueda rivales en sus productos. A cambio, estos fabricantes de equipos compartirían los beneficios generados por los ingresos publicitarios derivados de las búsquedas de Google, según el comunicado de la agencia.
Así pues, la Comisión de Comercio Justo de Japón ha iniciado un proceso de consulta pública que durará hasta el 22 de noviembre, dando a las partes interesadas la oportunidad de expresar sus opiniones sobre el asunto. "Por el momento no hemos confirmado ninguna actividad ilegal", declaró en rueda de prensa un responsable de la entidad, quien añadió que recabarán amplia información y tendrán en cuenta las opiniones de terceros, incluidos los usuarios de teléfonos inteligentes.
Por su parte, Saiko Nakajima, jefa de la división de investigación de plataformas digitales de la Comisión nipona, afirmó que "resulta difícil para otros competidores hacer frente a los retos, por mucho que lo intenten", cuando un actor tan poderoso como Google crea sistemas para mantener su influencia. "A medio y largo plazo, esta práctica podría ahogar la innovación en este campo y, como consecuencia, los consumidores podrían verse perjudicados", destacó.
En respuesta a estas acusaciones y a la investigación, la oficina de Google en Japón emitió un comunicado defendiendo sus prácticas. La empresa subrayó que ofrece a los usuarios de Android la libertad de personalizar sus dispositivos para adaptarlos a sus preferencias individuales, incluidas las opciones de navegación, búsqueda en Internet y descarga de aplicaciones. Además, el documento menciona que Google ha estado colaborando estrechamente con los organismos gubernamentales para demostrar su apoyo al ecosistema Android y a la ampliación de las opciones de los usuarios en Japón. La empresa expresó su intención de seguir colaborando con los organismos gubernamentales y los socios de la industria a lo largo del proceso de investigación.
El sistema Android de Google es el mayor sistema operativo móvil del mundo, con una cuota de mercado de aproximadamente el 80% de los teléfonos inteligentes. Con todo, algunas de las prácticas empresariales de Google en relación con Android han sido objeto de escrutinio por parte de reguladores de todo el mundo en los últimos años. De hecho, la Unión Europea multó en 2018 a Google con la cifra récord de 4.340 millones de euros por abusar del dominio de este sistema operativo. A juicio de la UE, la compañía favoreció injustamente sus propios servicios al obligar a los fabricantes de teléfonos inteligentes a preinstalar las aplicaciones de Google Chrome y Search en un paquete de su tienda de aplicaciones, Google Play. Tras una apelación de Google, el Tribunal de Justicia de la UE redujo ligeramente la multa el año pasado pero, en líneas generales, coincidió con las conclusiones de los reguladores.
El Departamento de Justicia de EE UU alegó en un juicio que comenzó el mes pasado que Google violó la ley antimonopolio mediante acuerdos exclusivos con fabricantes de teléfonos móviles y navegadores para que su motor de búsqueda fuera el predeterminado de los consumidores. Se trata del mayor juicio antimonopolio tecnológico celebrado en Estados Unidos en décadas.
El resultado de la investigación en Japón y las batallas legales en curso en Estados Unidos se observarán atentamente por la industria tecnológica, los reguladores y los consumidores de todo el mundo, ya que tienen implicaciones significativas para el equilibrio de poder y la competencia en el ámbito digital.
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