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La "contrarreforma"laboral de Sánchez enciende a los empresarios

Las patronales acusan al Gobierno de "vocación electoralista"y advierten de que puede "capar"el empleo

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendilarazon

Las patronales acusan al Gobierno de «vocación electoralista» y advierten de que puede «capar» el empleo.

Los empresarios han puesto el grito en el cielo con los planes del Gobierno de Pedro Sánchez de derogar parte de la reforma laboral de 2012 por "decretazo"antes de las elecciones del próximo 28 de abril. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) reunieron ayer de urgencia a sus juntas directivas, alarmadas por la "contrarreforma"que el Ejecutivo socialista quiere poner en marcha en los próximos días.

Para las principales patronales empresariales del país, "preocupadas"ante los últimos anuncios de la ministra de Trabajo, "no tiene sentido que el Gobierno tenga la intención de aprobar un Real Decreto-Ley laboral con clara vocación electoralista antes de los comicios".

Ni diálogo ni consenso

Los empresarios consideran que la fórmula elegida para sacar adelante unos cambios de tanto calado no es la más adecuada, sobre todo teniendo en cuenta que el Gobierno ha emprendido ya el camino de salida, a dos meses de las elecciones generales. "Cambios legislativos tan relevantes deben aprobarse mediante un Proyecto de Ley y no mediante un Real Decreto-Ley. Esta última opción excluye la posibilidad de diálogo y de consenso deseable en cualquier proceso democrático", explican desde la CEOE y Cepyme. En este sentido, recuerdan que la Constitución Española limita el recurso al Real Decreto-Ley a los supuestos en que concurra una "extraordinaria y urgente necesidad".

En un duro comunicado, los empresarios afirman que tanto el Ejecutivo como el conjunto de los partidos políticos tienen que ser conscientes de que el uso abusivo del Real Decreto-Ley "constituye una excepción al procedimiento ordinario de elaboración de las leyes". Según estas dos patronales, "el recurso a este instrumento cuando ya se ha anunciado la disolución de las Cortes supone la relegación del poder legislativo a un papel pasivo y empobrece la calidad democrática del país".

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró ayer que la patronal siempre estará "para sumar", pero insistió en que si las Cortes se disuelven y la legislatura está acabada, no tiene mucho sentido aprobar medidas que no sean urgentes y necesarias. "Deberíamos esperar a que se gestione el nuevo Parlamento, a que los españoles votemos lo que queramos y en ese momento empezar a hablar de estos temas", dijo ayer el responsable de la patronal.

También mostraron su preocupación por la ruptura de forma unilateral del diálogo social y avisaron de que no tiene sentido "volver a orillar el dialogo tripartito poco después de anunciar la convocatoria de elecciones ante la imposibilidad del Ejecutivo de tener una mayoría amplia en el Parlamento que le permita ejecutar su plan de reformas".

En términos similares se expresó Lorenzo Amor, presidente de ATA. Para la Asociación de Trabajadores Autónomos, la "minirreforma"laboral que quiere imponer por decreto el Gobierno "supone un nuevo palo al diálogo social y el secuestro de la negociación colectiva". Desde ATA, recientemente integrada en la estructura de la CEOE, tampoco se entiende la urgencia y califican el decreto de "electoralista". Además, Amor cree que puede ser "pan para hoy y hambre para mañana, siendo los autónomos que generan empleo los grandes perjudicados. "Puede capar el empleo", asegura. Según Amor, son "los que cobran las nóminas y los que las pagan los que tienen que ponerse de acuerdo, en lugar de que sea el Gobierno el que imponga por decreto, como con la subida del salario mínimo".