
América Latina
La libertad arrasa en Argentina
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha conquistado 64 diputados de los 127 en juego y 13 senadores de 24, mayoría entre los escaños renovados. Los argentinos han refrendado su proyecto libertario

Argentina celebró el domingo unas elecciones legislativas de medio término decisivas para el futuro del Gobierno de Javier Milei. Tras su revés en Buenos Aires hace apenas un mes, muchos observaban estos comicios como un plebiscito sobre su plan de estabilización económica. No faltaban quienes, en caso de derrota, insinuaban incluso un «juicio político» –una suerte de moción de censura argentina– para truncar anticipadamente su mandato. Pero ocurrió lo contrario. La Libertad Avanza obtuvo más del 40% de los votos, frente al 32% del peronismo en su conjunto y apenas un 25% del núcleo kirchnerista de Fuerza Patria. La diferencia, de 15 puntos, es apabullante. Incluso en la provincia de Buenos Aires, donde Milei había perdido por 13 puntos hace unas semanas, dio la vuelta al marcador y se alzó como primera fuerza política. El resultado no le otorga mayoría absoluta en el Congreso –solo se renovaba la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado–, pero cambia por completo el equilibrio de poder.
Milei ha conquistado 64 diputados de los 127 en juego y 13 senadores de 24, mayoría entre los escaños renovados. Esto tiene tres consecuencias inmediatas. Primero, el juicio político contra Milei se vuelve aritméticamente imposible y terminará su mandato. Segundo, el peronismo ya no puede imponerse mediante leyes de gasto insostenible, pues el Congreso carece de votos para levantar un veto presidencial. Tercero, se abre un espacio real para acuerdos con la oposición no peronista –radicales y diputados provinciales– que permitirá avanzar en las grandes reformas tributarias y laborales. El voto masivo a Libertad Avanza funciona así como un mandato doble: consolidar la estabilidad institucional y acelerar la liberalización económica. Los argentinos han refrendado el proyecto libertario de Milei y han advertido a la oposición dialoguista de que bloquear las reformas tiene coste electoral. Sin embargo, el tiempo apremia. La ventana de oportunidad para transformar Argentina es ahora. Dos años de relativa estabilidad política pueden permitir aprobar las reformas estructurales que devuelvan vitalidad a la economía. Pensar en la reelección de 2027 sería un error: el presente es el único terreno que Milei controla. Argentina le ha concedido aire político y respaldo social. Ahora le toca convertir ese impulso en resultados tangibles. Si logra hacerlo, el país podrá por fin salir del pozo en el que el peronismo lo ha sumido durante décadas.
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