Cooperación

«Madrid y Rabat tienen que desarrollar juntos la revolución verde»

«Es una ventaja no tener gas. Tenemos el corredor del viento al sur que abarata la energía para desalar y generar hidrógeno verde»

Foro económico España Marruecos, en La Razón.
Foro económico España Marruecos, en La Razón.David JarLa Razón

La creciente demanda de electricidad y de agua de Marruecos, vinculada a los retos de la descarbonización, el estrés hídrico y la independencia energética es uno de los ámbitos de colaboración entre España y el Reino alauí con mayores posibilidades. Así lo destacaron ayer en el panel sobre energía los cuatro ponentes. «Tenemos grandes retos por delante. El 97% de las necesidades hídricas de Marruecos son recursos superficiales que sufren el impacto del cambio climático y cuyas reservas hemos visto disminuir. Tenemos que lograr que los modelos hídricos se ajusten a estas alteraciones y para ello tenemos que hacer un frente común», destacó Abderrahim Hafidi, director general de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE).

En este sentido, añadió que Marruecos ha comprendido el cambio de paradigma y por eso ha levantado en cuatro años cuatro plantas de desalinización. «Gracias a esto hoy no dependemos de la ausencia de agua por el cambio climático. Respecto a la crisis energética, Hafidi remarcó que el impacto vivido desde 2022 –con el precio del gas, el petróleo y las materias primeras disparadas– ha avivado los problemas de dependencia de los países sin producción de hidrocarburos. «El 45% del coste de la electricidad depende del coste de producción. Por eso, hay que reformular el proceso con una fuerte apuesta por las energías renovables».

De hecho, desde 2009-2010, Marruecos diseñó una nueva estrategia nacional para reducir la dependencia energética y apostar por las tecnologías renovables más maduras. «Fue una opción clarividente que adoptó su Majestad el Rey. Ahora tenemos un plan solar, un proyecto estrella que cuenta con la participación de la industria española basada en el intercambio de conocimientos entre nuestros países», explicó Abdelkader Himdi, director de ingeniería y desarrollo de la agencia marroquí para la energía sostenible (Masen).

«La tasa de penetración de las renovables es cada vez mayor y ahora el hidrógeno y el amoníaco verdes, el futuro para los fertilizantes, tienen que complementar a estas tecnologías, así como el almacenamiento», subrayó por su parte Amine Houssaim, vicepresidente de Soluciones de Hidrógeno del Grupo OCP, una filial de la Universidad Politécnica Mohammed VI cuyo objetivo es innovar en proyectos energéticos y agrícolas. «Tenemos ventajas competitivas con otros países en lo que respecta a las materias primas necesarias para el desarrollo de baterías y disponemos de innovaciones por actores marroquíes, también en el campo del amoníaco, donde OCP dispone de un programa y existe el objetivo de generar un millón de toneladas de amoníaco verde en 2027».

Por su parte, Héctor de Lamas, director técnico de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), remarcó las grandes posibilidades que tiene Marruecos en el desarrollo del hidrógeno verde. «Marruecos es un país con una gran riqueza de recursos renovables. Tiene, como en España, mucho sol, pero también mucho viento, sobre todo en el sur. Y esos son los ingredientes básicos para la generación de hidrógeno verde, el vector y la alternativa aunque para ello hay que implantar una efectividad en el riego para paliar el estrés hídrico. Por tanto, Marruecos es un país prometedor, pero debe reforzar la red eléctrica porque toda la potencia eólica está en el sur y el consumo está en el norte», añadió De Lama.

Corredor del viento

Precisamente, es el corredor del viento del sur de Marruecos, con entre 5.500 y 6.000 horas de eolicidad al año, casi el doble que la media española, el gran yacimiento energético del país alauí, lo que rebaja el coste del kilovatio hora a dos céntimos de euro y hace rentable la generación de hidrógeno verde.

«Es una ventaja no haber encontrado gas en Marruecos porque gracias a eso podemos explorar posibilidades más atractivas», celebró Hafidi. Un círculo virtuoso que se traduce, gracias al abaratamiento de la energía por la eolicidad y la creciente potencia fotovoltaica, en que los costes de desalinización, que antes eran muy elevados, sean ya competitivos, lo que permite a su vez la producción rentable de hidrógeno verde, cuyos costes de producción son el 70% de los totales.

«España y Marruecos no pueden quedarse al margen para desarrollar juntos esta revolución y para ello hay que buscar financiación conjunta», detalló Houssaim. De hecho, De Lamas consideró que Marruecos tiene el potencial para convertirse en un país exportador a la UE de electricidad, hidrógeno verde o amonio verde.

En este juego de alianzas, Marruecos explora también la opción de la eólica «off shore» y se brinda como puente de entrada a otros diez países africanos con los que coopera Rabat en materia de desarrollo energético. «Somos la puerta de entrada para inversiones renovables en África», aseguró Himdi.