Empleo

Menos de la mitad de los contratos indefinidos creados desde la reforma laboral pasaron del año

Más del 60% de las nuevas relaciones laborales asociadas a contratos fijos discontinuos no se reinicia con un llamamiento por un periodo de 400 días, según un análisis de Fedea y BBVA Research

Dos personas pasan por la oficina de empleo en Madrid
Dos personas pasan por la oficina de empleo en MadridEduardo ParraEuropa Press

Menos de la mitad de los contratos indefinidos ordinarios creados entre 2022 y 2023, coincidiendo con la entrada en vigor de la reforma laboral, pasó del año de vida, según datos del nuevo "Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo" de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y BBVA Research presentados hoy en la Universidad de Zaragoza.

Aunque la tasa de supervivencia de las nuevas relaciones laborales durante el primer año ha mejorado en general tras la reforma laboral en 3 puntos porcentuales, la tasa de supervivencia de las nuevas relaciones con contrato fijo ordinario se redujo 22 puntos con respecto a 2021 y 20,1 puntos desde 2019.

El leve incremento en la duración media de las relaciones laborales desde la reforma obedece a la sustitución de contratos temporales por indefinidos, según deducen los autores del informe. No obstante, la duración de las nuevas relaciones con contrato indefinido ordinario y con fijo discontinuo ha disminuido (-72 y -108 días, respectivamente).

Entre las que comenzaron con contratos fijos discontinuos, el porcentaje de las que se encuentran en alta transcurridos 365 días cayó 24,4 puntos porcentuales, hasta igualar al de los contratos temporales.

De hecho, en la actualidad más del 60% de las nuevas relaciones laborales asociadas a contratos fijos discontinuos no se reinicia con un llamamiento por un periodo de 400 días.

En conjunto, la tasa de supervivencia de las nuevas relaciones laborales, medida como la proporción de relaciones que permanecen en alta transcurridos 365 días desde su inicio, ha crecido 2,3 puntos porcentuales desde la última reforma laboral y 3,5 puntos porcentuales en comparación a 2019.

Según datos del observatorio, el empleo en el segundo trimestre avanzó de manera similar a los dos trimestres previos, con un aumento del 0,6% trimestral en la afiliación en alta laboral a la Seguridad Social y del 0,8% de la estimación avance de los puestos de trabajo de la Contabilidad Nacional Trimestral.

Menor dinamismo

Sin embargo, los expertos anticipan un menor dinamismo del mercado laboral de cara al tercer trimestre del año tras los datos de afiliación a la Seguridad Social de julio y agosto.

Tras perder impulso en el primer trimestre, el empleo indefinido creció un 1,3% trimestral en el segundo; la población asalariada con contrato temporal cayó un 0,6%, lo que redujo tres décimas la tasa de temporalidad hasta el 15,3%, y la ocupada por cuenta propia se mantuvo estable.

Entre abril y junio, siete de cada diez empleos creados fueron ocupados por personas nacidas en España. Destacó la contribución de la población española menor de 25 años y mayor de 54. Sin embargo, la extranjera entre 25 y 34 años y la española entre 35 y 44 limitaron el incremento de la ocupación.

Respecto a las horas trabajadas, crecieron un 0,3% trimestral tras la caída del primer trimestre del año, mientras que el número de horas trabajadas por persona ocupada fue un 3,6% menor que el registrado en el último trimestre de 2029, debido, sobre todo, al aumento del porcentaje de personas ocupadas que no trabajaron.

El PIB por persona ocupada no varió entre abril y junio debido a que el crecimiento de la productividad por hora trabajada fue insuficiente para contrarrestar el deterioro del margen intensivo. Desde finales de 2019, el PIB por persona ocupada no ha aumentado, mientras que por hora tan solo es un 3,6 % mayor.

Por su parte, la duración acumulada media de las relaciones laborales iniciales (RLI) y relaciones laborales reiniciadas (RLR) transcurridos 365 días desde la fecha del alta laboral aumentó en 2 días respecto a 2021 y en 11 frente a 2019, hasta los 157 días en 2023-2024 por el menor peso de las relaciones laborales con duraciones de menos de 90 días y el mayor de aquellas que duran 365 o más días.

Además, la disminución entre 2019 y 2024 del número de RLI que comenzaron con contratos temporales (-48,7%) fue contrarrestada por el crecimiento de aquellas con contratos indefinidos ordinarios (116,7%) y fijos discontinuos (666,9%).

En contraste, el número de RLR ha bajado por la reducción de las recontrataciones con contratos temporales (-49,8%), que no fue compensada por el incremento de los llamamientos de fijos discontinuos y las recontrataciones con contratos indefinidos ordinarios (59,1 %).

MENOS DE UN MILLÓN DE PARADOS DE LARGA DURACIÓN

El desempleo de larga duración menguó un punto, hasta situar el número de personas paradas durante al menos un año en 973.000.

Fedea y BBVA Research estiman que las vacantes crezcan en el segundo trimestre hasta rozar las 155.000, un avance del 2,1% trimestral tras caer entre enero y marzo, por lo que la tasa de vacantes subirá ligeramente hasta los 0,63 puestos por cada mil personas activas y se aproximará al máximo del ciclo actual.

Desde 2021, han caído 23,2 puntos porcentuales (pp) las bajas por fin de contrato temporal y 1,6 pp por otras causas, mientras que han aumentado 10.5 pp las bajas por inactividad, 6,4 pp por no superar el período de prueba, 5,2 pp por abandono voluntario y 2,6 pp por otros tipos de despido.

Además, en los contratos iniciales indefinidos ordinarios, las bajas ocurren, en media, 48 días antes que en 2021: las causadas por no superar el período de prueba se anticipan 19 días y los abandonos voluntarios, 46 días.

Por su lado, en los fijos discontinuos, las relaciones laborales adelantan su última baja anual por pase a la inactividad en 56 días.