
Motor
Nissan despedirá a 20.000 trabajadores en todo el mundo hasta 2027, el 15% de su plantilla, y cerrará siete de sus plantas
El fabricante de automóviles japonés perdió 4.080 millones de euros en 2024. Las salidas se duplican frente a los 9.000 recortes anunciados a finales del año pasado
Nissan ha confirmado que su crisis es más profunda de lo que había comunicado hasta ahora. El fabricante de automóviles japonés efectuará 20.000 despidos hasta el ejercicio fiscal de 2027 -entre abril de 2027 y marzo de 2028-, alrededor del 15% de la plantilla total. Esta cifra supone elevar las salidas en 11.000 más frente a las 9.000 anunciadas en noviembre del año pasado, que se efectuarían hasta el ejercicio 2026. La cadena nacional japonesa NHK ya adelantó el lunes que Nissan duplicaría sus despidos y la compañía lo ha confirmado este martes.
Asimismo, reducirá sus plantas de producción de vehículos en todo el mundo desde las 17 actuales hasta 10, con los que recortará su volumen de producción global en un 30% excluyendo a China. Además, la empresa optimizará sus plantas de propulsión y acelerará la reforma laboral, los ajustes de turnos de trabajo y las reducciones de gastos de capital, incluida la cancelación de la planta de baterías de fosfato de hierro y litio planificada en Kyushu (Japón).
Fuentes de la compañía han expresado a Europa Press que todavía "no tienen ninguna confirmación" sobre si las plantas españolas se verán afectadas en esta reducción de personal y de sus sedes para 2027. Nissan cuenta con la planta de Ávila dedicada a la fabricación de vehículos industriales y la sede también de fabricación de vehículos de Los Corrales de Buelna en Cantabria.
Con estas medidas, que conllevarán un ahorro de 500.000 millones de yenes (3.041,8 millones de euros) en costes fijos y variables, Nissan espera volver a la rentabilidad, ya que el fabricante automovilístico japonés cerró su ejercicio fiscal de 2024 con unas pérdidas netas de 670.900 millones de yenes (unos 4.080 millones de euros). Estas pérdidas contrastan con los beneficios netos de 426.600 millones de yenes (2.593 millones de euros) obtenidos el año anterior, y se atribuyen principalmente a la fuerte depreciación de sus activos y al encarecimiento de sus costes operativos, según señala la tercera mayor compañía nipona del automotriz por volumen de ventas en la publicación de sus resultados correspondientes a 2024.
El resultado operativo de la compañía se desplomó un 87,7% interanual, hasta los 69.800 millones de yenes (unos 424 millones de euros), mientras que su facturación se redujo ligeramente un 0,4%, hasta los 12,63 billones de yenes (unos 76.800 millones de euros). Asimismo, la empresa anunció que no se distribuirán dividendos ni para el ejercicio 2024 ni para el ejercicio 2025, reflejando su necesidad de preservar liquidez y reforzar sus operaciones. "El año fiscal 2024 ha sido un gran desafío para nosotros, y prevemos que estos desafíos continuarán en 2025", dijo el director financiero de Nissan, Jeremie Papin, durante la presentación de los resultados.
A sus débiles ventas en Estados Unidos y China se suman desde abril los aranceles de Donald Trump a los automóviles y las autopartes importadas a Estados Unidos. De hecho, se espera que estas tasas tengan un efecto negativo de 450.000 millones de yenes (2.739 millones de yenes) en las cuentas de Nissan para el ejercicio en curso.
La compañía no ha emitido una previsión financiera para el ejercicio 2025 debido a la incertidumbre en torno a las políticas arancelarias de Estados Unidos. Su estrategia de mitigación pasa por priorizar la producción en EE UU, optimizando la capacidad local y con una adaptación rápida a las condiciones del mercado.
En este contexto de incertidumbre y declive, el segundo mayor fabricante japonés y parte de la alianza con Renault y Mitsubishi, hace frente a su peor situación en 26 años y plantea serios interrogantes sobre su futuro. El plan de reestructuración recae sobre los hombros del mexicano Iván Espinosa, que fue designado nuevo presidente y consejero delegado de la firma el pasado 11 de marzo y asumió el cargo desde el 1 de abril, con el arranque del nuevo ejercicio fiscal para el fabricante. Espinosa justificó estas medidas con la necesidad de emprender una reestructuración "más rápida" y "más ambiciosa" que la inicialmente planteada el año pasado por la anterior directiva.
La potencial fusión con Honda para crear el tercer gigante automovilístico del mundo era el salvavidas que Nissan necesitaba pero que acabó por rechazar. Pese a estar envuelto en una grave crisis financiera, en febrero, Nissan decidió levantarse de la mesa de negociación de la fusión -iniciada en diciembre de 2024- cuando Honda propuso convertir la fusión en una absorción para hacer de Nissan una subsidiaria completamente bajo su control.
✕
Accede a tu cuenta para comentar