Apagón

El petróleo, el salvavidas de la actividad en el gran apagón

Pese a su demonización, los combustibles fósiles fueron clave para alimentar los generadores que sostuvieron los servicios esenciales durante el apagón

Funcionamiento de un hospital debido al apagón en la ciudad de Albacete, a 28 de abril de 2025, en Albacete, Castilla-La Mancha (España).
Funcionamiento de un hospital debido al apagón en la ciudad de Albacete, a 28 de abril de 2025, en Albacete, Castilla-La Mancha (España).Víctor FernándezEuropa Press

El gran apagón del lunes dejó varias lecciones. Una de ellas: la importancia del tan demonizado petróleo para garantizar el suministro eléctrico cuando todo lo demás falla. Los generadores, alimentados con hidrocarburos, fueron el salvavidas que permitió mantener la actividad básica en infraestructuras críticas como hospitales, puertos, aeropuertos e incluso supermercados y medios de comunicación en pleno apagón.

Pese al empeño del Gobierno con la transición energética y el despliegue renovable, en plena emergencia, el Ejecutivo se apoyó en el petróleo para hacer frente a la crisis. El lunes por la noche, el día del cero energético, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Consejo de Ministros aprobaría el martes un acuerdo preventivo para liberar tres días de reservas estratégicas de productos petrolíferos. Aunque Sánchez aclaró que en aquel momento no había señal alguna de desabastecimiento, también remarcó que el objetivo del Gobierno era tomar las medidas preventivas necesarias para aquellos municipios en los que todavía no había vuelto el total de la electricidad.

La normativa sobre reservas recoge que en situaciones de escasez de suministro de fuentes energéticas, se puede ordenar el sometimiento de las existencias mínimas de seguridad, incluidas las reservas estratégicas, a un régimen de intervención bajo el control directo de Cores, con el objetivo de inducir la utilización más adecuada de los recursos energéticos disponibles.

España establece la obligatoriedad de mantener existencias mínimas de seguridad de productos petrolíferos equivalentes a 92 días de consumo, que en 2022 quedaron reducidos a 84,2 días. Del total, la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), organismo que depende del Ministerio de Economía, debe mantener 42 días. Los 50 días restantes son mantenidos directamente por la industria.

De las reservas de Cores, el 56,2% es de gasóleos, el 28,3% de crudo, el 8,9% de gasolinas, el 6% de querosenos y el 0,6% de fuelóleos. En cuanto a su distribución geográfica, el 44,5% se sitúa en el Levante, el 19,1% en el centro de España, el 17,8% en el norte, el 14,6% en el sur y un 4% en Canarias.

En el caso del sector de gases licuados del petróleo, existe una obligación de mantenimiento de existencias mínimas establecida en 20 días equivalentes de consumo, a mantener por la industria en su totalidad. En cuanto a gas natural, la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad se establece también en 20 días, todas ellas a mantener por los comercializadores y consumidores directos que importan. Asimismo, España mantiene reservas de productos petrolíferos y gas en otros Estados para asegurar aún más el abastecimiento en caso de necesidad.

Generadores: luz en la oscuridad

Cuando a las 12:33h todo se paró, los hospitales mantuvieron durante horas el funcionamiento de ucis y equipos esenciales como respiradores gracias a sistemas electrógenos. Los grupos electrógenos (también llamados generadores eléctricos o generadores de emergencia) son dispositivos que generan electricidad de forma autónoma utilizando un motor de combustión interna, normalmente alimentado por diésel, gasolina o gas natural. No obstante, entre profesionales, y sobre todo pacientes, se desató el miedo por la duración de los generadores. En la mayoría de los casos, se desplegaron planes de contingencia para preservar la energía de esos grupos electrógenos ante la incertidumbre de la duración de la falta de suministro.

Bares cerrados temporalmente y tiendas de alimentación funcionando con generadores por el apagón este lunes, en Zamora (Castilla y León).
Bares cerrados temporalmente y tiendas de alimentación funcionando con generadores por el apagón este lunes, en Zamora (Castilla y León). Mariam A. MontesinosAgencia EFE

Mientras buena parte de los comercios y establecimientos de alimentación cerraron tras quedarse a oscuras y perder la refrigeración, otros lograron resistir. Fue el caso del Mercadona, que operó con normalidad gracias a sus generadores. Los establecimientos de la cadena valenciana fueron arrasados en busca de agua, principalmente, velas, leche, pan, comida enlatada y también refrigerada. Lo que más sorprendió a los clientes es que el efectivo no fue la única forma de pago aceptada. La cadena pudo seguir cobrando con tarjeta sin problema gracias a sus grupos electrógenos propios.

Estos equipos permiten mantener en funcionamiento los sistemas críticos de la tienda en caso de una interrupción del suministro durante aproximadamente 24 horas, aunque en algunas tiendas de Mercadona, como en San Sebastián de los Reyes (Madrid), los empleados se apresuraron a comprar gasoil para asegurar que los generadores aguantasen mucho más tiempo en caso de que el apagón se prolongase en el tiempo.

La
redacción de LA RAZÓN también siguió funcionando gracias a un generador Volvo Penta de 240 KW con el que se nutrieron de electricidad ciertas zonas comunes y, sobre todo, los enchufes que permitieron mantener cargados los ordenadores portátiles, el único medio con el que se pudo sacar adelante el trabajo. Este generador de diésel estuvo funcionando durante 10 horas en las que consumió 120 litros de combustible. El edificio contaba en el momento del apagón con un depósito interno de 300 litros de diésel y con un depósito soterrado de 1.200 litros, lo que hubiese permitido mantener la actividad básica del periódico durante aproximadamente cinco días.

La población, consciente de que los generadores eran la única herramienta que les permitiría tener electricidad si el apagón se demoraba, corrieron en masa a ferreterías, bazares, grandes superficies y gasolineras en busca de grupos electrógenos y combustible. A medida que los datos móviles y el wifi se fueron recuperando, esta búsqueda se trasladó a los comercios electrónicos. Según datos de Idealo.es correspondientes al martes, la demanda de generadores eléctricos, camping gas, velas, pilas e incluso transistores y otros productos relacionados con el apagón masivo que se produjo el lunes en la península ibérica se disparó más del 500%, sobre todo de los generadores, que registraron picos del 600%, siete veces más que un día normal.