Vivienda

El plan enviado a la UE no incluye más inversión para los 244.000 pisos prometidos por Sánchez

El Gobierno prevé destinar hasta 2026 el mismo porcentaje del PIB que en 2022, según el Programa de Estabilidad. Baja el gasto en medio ambiente, sube en Defensa y se queda igual en Sanidad y Educación

Anuncio del plan de alquiler de viviendas
El presidente ha prometido casi un cuarto de millón de viviendas en alquiler asequibleJesús G. FeriaLa Razón

Las últimas semanas han sido un frenesí constante de anuncios electorales de Pedro Sánchez, prometiendo miles y miles de viviendas sociales en alquiler a precios asequibles. A un mes de las elecciones municipales y autonómicas, el presidente del Gobierno ha diseñado una hoja de ruta que pasa por hacer de la vivienda su tema estrella, en un intento desesperado por tapar los constantes choques en el seno de la coalición socialcomunista, en el que sobresale por encima de todos el escándalo de las rebajas de condena y excarcelaciones derivadas de la ley del «solo sí es sí».

En este sentido, la reciente aprobación de la nueva Ley de Vivienda ha ido acompañada de una avalancha de promesas de pisos baratos en alquiler, hasta sumar casi un cuarto de millón de viviendas prometidas por Sánchez. No obstante, estas aspiraciones parecen más un brindis al sol que una posibilidad real de meter mano a los altos precios en el mercado del alquiler, a juzgar por dos hechos.

Primero, la nula actividad en materia de vivienda social en el seno del Gobierno a lo largo de los cinco años que lleva ya Pedro Sánchez en La Moncloa, al que de pronto le han entrado las prisas –justo antes de la cita con las urnas– por anunciar pisos sociales a bombo y platillo.

Y segundo, el también nulo incremento de la inversión prevista por el Ejecutivo en materia de vivienda, cuya prueba irrefutable es la última actualización del Programa de Estabilidad, que Sánchez acaba de mandar a la Unión Europea. Este documento marca ante Bruselas la hoja de ruta prevista por el Gobierno en el ámbito económico de aquí hasta 2026. No obstante, con las cifras en la mano nada indica en el plan presupuestario que haya algo más que meras palabras detrás de los 244.000 inmuebles asequibles prometidos por el presidente.

En concreto, el Programa de Estabilidad de España consigna para este año 2023 un 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) al gasto público destinado a «vivienda y servicios comunitarios». Esta cifra es la misma de 2021 e idéntica también a la que el Gobierno estima que se invertirá para 2024, 2025 y 2026. Es decir, seis años consecutivos de inversión invariable en porcentaje del PIB, pese a las promesas de cientos de miles de nuevas viviendas de Sánchez.

En el resto de partidas, la única que incrementa su asignación es la de Defensa –como consecuencia de los compromisos adquiridos con la OTAN y la ayuda militar a Ucrania ante la invasión rusa–, que ya subió también el año pasado. Así, pasa del 1,1% del PIB en 2022 al 1,2% este año, para subir luego hasta el 1,3% a partir de 2025.

Lo que también aumentará será el pago de intereses de la deuda, que crecerá este año un 7% como resultado del alza en los tipos de interés. Sanidad mantendrá su gasto en el 6,9% el PIB, igual que Educación, que se lleva un 4,5%.

Llama la atención el área de «protección del medio ambiente», de la que Sánchez ha hecho también bandera con sus llamadas a combatir la «emergencia climática». Esta partida pasará de concentrar un 1% del gasto entre 2021 y 2024 a caer una décima, hasta el 0,9%, a partir del año 2025.