Consumo

La rebaja del IVA y el cheque de 200 euros no evitan que llenar la cesta de la compra cueste a los españoles 860 euros más que hace un año

La inflación de los alimentos encadena cuatro meses por encima del 15%. Organizaciones de consumidores y Podemos insisten en que las medidas adoptadas por el Gobierno son insuficientes

Una cesta de la compra
Una cesta de la compralarazon

La destreza del Gobierno para aliviar el precio de la cesta de la compra está en tela de juicio. La comida es un 15,4% más cara que hace un año, según los datos de la inflación de enero publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este encarecimiento se sitúa por debajo del 15,7% que subieron los alimentos en diciembre, cuando la inflación de la comida tocó máximos, pero está en línea con los elevados porcentajes registrados en los últimos meses. En concreto, la inflación de los alimentos encadena cuatro meses (de octubre de 2022 a enero de 2023) por encima del 15%,un encarecimiento incesante que supondrá un sobrecoste anual de 860 euros en la cesta de la compra, frente a los 830 euros que calculaba la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desde hace medio año.

La OCU alerta de que la racha alcista del precio de los alimentos coloca a un amplio número de productos básicos en precios "difícilmente asumibles" por muchos hogares, como es el caso del azúcar, con un subida del 52,1%, la mantequilla (38,2%), la leche entera (33,4%), la leche desnatada (32,9%), el aceite de girasol (32,1%), el aceite de oliva (30,5%), los productos de panadería (28,2%), las harinas (28,1%), los huevos (27,2%), los yogures (26,7%), el queso (20,5%) o el arroz (19,6%). Pero también de las patatas y sus preparados (20,5%), de los preparados de legumbres y hortalizas (15,8%), de la carne de ave, de cerdo y de vacuno (alrededor del 14%) y del pan (13,5%).

De hecho, los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por la OCU en diciembre ya advertían del duro panorama al que se enfrentaban muchas familias como consecuencia del aumento de la inflación en los alimentos: nueve de cada 10 consumidores estaban modificando sus hábitos, priorizando los productos en oferta y primando las marcas blancas y las compras en los súper low cost. Al tiempo que se reduce el consumo de productos frescos, como la carne y el pescado (32%) o las frutas y verduras (18%), sustituyéndolos por alimentos envasados y congelados, lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes.

El portavoz de la OCU, Enrique García, señaló este miércoles que la rebaja o eliminación del IVA de ciertos alimentos que se aplica desde enero de 2023 ha supuesto una bajada en los precios que se ha notado, "aunque poco", por lo que le sigue pareciendo "insuficiente". García recordó que, según los datos de la distribución, los productos en los que se ha tocado el IVA suponen sólo el 25% o 27% en términos de volumen de la compra habitual, por lo que este descenso podría haber sido "más acusado" si se hubiera ampliado a otros productos.

Entre sus líneas de reclamaciones, la OCU siempre ha pedido eliminar temporalmente el IVA de los productos que "nutricionalmente son más saludables", incluidos la carne y el pescado, actualmente excluidos tanto del listado de los alimentos a los que se les ha suprimido el IVA como de aquellos a los que se les ha rebajado este impuesto del 10% al 5%. Además, la OCU insta al Gobierno a aumentar de manera urgente el importe del cheque de 200 euros -que ya han solicitado 800.000 personas en menos de 48 horas-, así como el número de beneficiarios, y a controlar que los supermercados están repercutiendo la bajada del IVA en lo que paga el consumidor. En este sentido, el portavoz de la organización de consumidores Facua, Rubén Sánchez, también ha afeado que el Gobierno "después de un mes y medio" no haya hecho público ningún informe relativo a la vigilancia de los precios en los supermercados y ha reclamado la intervención en los precios de determinados alimentos básicos ante el escaso impacto de la limitación del IVA.

El debate sobre la efectividad de las medidas desplegadas por el Gobierno para rebajar el tique de la compra no solo se extiende a la ciudadanía y a las organizaciones de consumidores, sino que también ha desatado un conflicto interno en el Gobierno de coalición. Mientras que el PSOE defiende a capa y espada que la rebaja del IVA de ciertos alimentos y el cheque de 200 euros están amortiguando el impacto de la subida del precio de los alimentos, Podemos considera que estas ayudas son insuficientes y ha propuesto bonificar la cesta básica de la compra un 14,4%, una opción que sido rechazada tajantemente por sus socios socialistas, al igual que ya ocurrió con la sugerencia de topar los precios que realizaron anteriormente los morados. Sobre la posibilidad de ampliar las medidas para abaratar la cesta de la compra, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado este viernes que el Gobierno tomará decisiones "basadas en un análisis serio de la realidad" y que tengan "el máximo impacto y el menor riesgo de tener efectos negativos".

De cara a los próximos meses, desde la OCU no atisban bajadas importantes del coste de la cesta de la compra porque "el origen está en los costes de producción y no hay elementos que nos den a entender que van a cambiar". No obstante, la Organización sí se muestra esperanzada en el efecto que pueda tener la estabilidad den los precios de la energía -electricidad y gas- para una cadena alimentaria en la que estos costes son fundamentales para la producción, la conservación y la distribución.