Movilidad

Renfe, Cepsa y Maersk lanzan pruebas con biocombustibles en trenes de mercancías

Durante tres meses, harán pruebas en cinco viajes semanales de ida y vuelta en el tramo Algeciras-Córdoba, que no está electrificado

El sector ferroviario de mercancías expone sus quejas contra Renfe / Reuters
El sector ferroviario de mercancías expone sus quejas contra Renfe / Reuterslarazon

Renfe quiere avanzar en la descarbonización de aquellas rutas que no están electrificadas. Y para ello, el operador público ferroviario, en colaboración con Cepsa y Maersk, va a poner en marcha una prueba piloto con diésel renovable. Las tres compañías han anunciado que realizarán la primera prueba en España con biocombustibles de segunda generación en el ámbito ferroviario, con lo que convertirán el corredor ferroviario que une Algeciras y Madrid en un itinerario descarbonizado, al utilizar diésel renovable en el tramo no electrificado entre Algeciras-Córdoba y energía eléctrica renovable en el trayecto hasta la capital.

El proyecto se iniciará a principios del mes de julio y tendrá una duración de tres meses. Para ello, Cepsa suministrará 160 de toneladas de biocombustible de segunda generación, producido en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de aceites usados de cocina, para cubrir un total de cinco viajes semanales de ida y vuelta. El diésel renovable sustituirá al diésel convencional en las locomotoras de Renfe que Maersk utiliza para transportar las mercancías de sus clientes de Algeciras a Córdoba. En Córdoba continuarán la ruta hasta Madrid en trenes eléctricos impulsados por energía renovable, según han explicado las empresas.

Con este diésel renovable se cubrirán casi 40.000 kilómetros de trayecto y se evitará la emisión de más de 600 toneladas de gases de efecto invernadero, aseguran las tres compañías.

La puesta en marcha de esta prueba piloto permitirá a las empresas extraer datos técnicos, ambientales y económicos para analizar la viabilidad del uso de combustibles verdes como alternativa al diésel convencional en el transporte ferroviario por líneas no electrificadas, con el objetivo de ofrecer esta solución a otros clientes de Maersk.

Los biocombustibles de segunda generación pueden utilizarse en las locomotoras sin necesidad de realizar modificaciones en sus motores y ofrecen una significativa reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero frente a los combustibles convencionales. En concreto, durante todo el ciclo de vida, desde la producción hasta su uso, estas emisiones pueden reducirse hasta en un 90%, en comparación con los combustibles tradicionales. Además, estos biocombustibles fomentan la economía circular, al utilizar para su producción residuos que, de otro modo, terminarían en vertederos.

Objetivos de descarbonización

Tras realizar distintas pruebas en el transporte aéreo y marítimo, este acuerdo supone un nuevo avance para Cepsa en su objetivo de facilitar la descarbonización del transporte pesado mediante la producción de moléculas verdes, ha explicado la energética. Según ha establecido en su estrategia "Positive Motion", la compañía quiere convertirse en un referente de la transición energética y liderar en 2030 en España y Portugal la fabricación de biocombustibles, con una producción anual de 2,5 millones de toneladas.

Maersk ha anunciado también que quiere alcanzar un objetivo de cero emisiones netas para 2040 en todas las áreas de negocios, como el transporte marítimo, interior y aéreo, así como en actividades terrestres como almacenamiento, terminales y otros servicios terrestres. Para lograr esto, Maersk ya ha definido ambiciosos objetivos a corto plazo para el año 2030. Estos incluyen una reducción del 90% de las emisiones de GEI (en comparación con el año de referencia 2020) de sus actividades logísticas terrestres, como el ferrocarril.

Por su parte, Renfe Mercancías apuesta por por liderar la descarbonización del transporte. Durante el pasado año prácticamente el 80% del total del tráfico realizado por la compañía fue efectuado por locomotoras eléctricas “CeroCO2” impulsadas mediante energía renovable, proporción que, según asegura, está incrementando gracias a la adquisición de nuevo material motor de tracción eléctrica más moderno, seguro y eficiente. En esta línea, Renfe Mercancías ha explicado que ha puesto en servicio este año doce nuevas locomotoras eléctricas de gran potencia para operar en ancho ibérico y ha adjudicado el pasado mes de marzo el contrato de suministro de otras 12 locomotoras eléctricas de ancho internacional por valor de 136,7 millones de euros con opción de suministro adicional de seis locomotoras más para las circulaciones de mercancías en el Corredor Mediterráneo y para poder operar en Francia.