Sánchez y su bendito apagón

De la intervención parlamentaria de Sánchez no ha quedado ninguna petición de disculpas ni una explicación de por qué se fue la luz en la cuarta economía del euro, pero sí una exhibición argumentaría que pretende hacernos creer que no se trató de un fiasco y un atraso, sino de un éxito rotundo del Gobierno, capaz de restablecer la electricidad en tiempo récord. Además, dijo también que gracias a su bendito apagón se ha demostrado lo solidarios que somos, lo civilizados, la capacidad que tenemos de consumir menos, de encerrarnos en casa y vivir sin luz sin protestar, todo gracias este Gobierno, que nos hace resilientes pese a las horas de encierros en los trenes, a la angustia de los ascensores bloqueados, al sinvivir de los enfermos que necesitaban respiradores.

Si hubiera estado gobernando el PP, el blackout habría durado una semana o más, le faltó decir a nuestro gran timonel, para quien todo lo malo que sucede en este país es por culpa de los ricachones de la banca y las eléctricas, de las activistas fachas que, según él, asaltan las vías del AVE y roban el cobre que permite circular a los trenes. Argumentos tan simplones que se parecen cada día más a los del dictador Díaz Canel para justificar los constantes cortes de luz en el paraíso cubano. Hay que mantener viva, como sea, la teoría del ciberataque para que la responsabilidad pueda ser atribuible a Putin y a los rusos, en vez de asumir que estamos jugando con fuego al desequilibrar las redes con excesos de renovables y escasez de hidroeléctricas, gas y nucleares.