Opinión

Sánchez sueña: hay más pobreza

El PIB per cápita real cayó un 2,6% entre 2019-2022. Crece la exclusión y suben los impuestos diez veces más que en la UE

Colas del Hambre en el barrio de Aluche, Madrid
Colas del Hambre en el barrio de Aluche, MadridJesús G. FeriaLa Razón

E n una entrevista reciente, Zapatero comentaba que «es la primera vez en España y quizá en el mundo, que en una precampaña al presidente y a los candidatos no se les pregunta por la economía ni por el empleo». Zapatero pasó a enumerar los «éxitos» del Gobierno de Sánchez en materia económica. Ya saben ustedes, que si somos el país que más crece, que más empleo crea, etc. Es importante recordarle a Zapatero que si hay alguien que se ha negado a debatir sobre economía ha sido el Gobierno de Sánchez, y además ha acudido a usar contra los críticos la destrucción de personalidad y la calumnia a través de sus medios afines, el veto y el intento de cancelación.

El problema de la propaganda triunfalista del Gobierno es que los datos lo desmontan de manera inapelable. Conviene acudir al magnífico informe de Freemarket Corporate Intelligence «Balance económico 2019–2022». Es simplemente brutal.

Crecimiento: El crecimiento medio real del PIB en el periodo 2019-2022 muestra que la economía española fue la que menos creció durante ese período, un 0,4%, 0,7 y 0,9 puntos respectivamente por debajo del promedio de la Eurozona y de la UE-27. Esto se traduce en un escenario que cabe calificar de estancamiento, lo que se compadece mal con el «ir como una moto», explica el informe.

El Gobierno se aferra a sus políticas sociales para hablar de éxito. Sin embargo, la evidencia muestra que la pobreza ha aumentado. El índice de Carencia Material Severa (CMS) según el INE, muestra que el porcentaje total en nivel de pobreza medido por carencia material severa se ha disparado a un 8%.

El porcentaje de pobres se sitúa más de 3 puntos por encima del que existía al comienzo de la legislatura de Sánchez y un punto más que el máximo registrado en la crisis anterior.

El PIB per cápita, que es el indicador tradicional para medir la riqueza de los habitantes de un país, muestra una caída entre 2019 y 2022 en términos nominales de un 2,6%, mientras que en la eurozona aumentó un 1,7%. Menudo éxito.

Es peor. La variación del PIB per cápita en términos reales cayó un 6,6%, la mayor caída de la UE, a la que sólo se acerca Eslovaquia. Esto tampoco es «ir como una moto».

España es el tercer país de la UE, con Grecia, con mayor porcentaje de personas en riesgo de pobreza o exclusión. Ha empeorado cuatro puestos desde 2018, cuando se situaba en el séptimo lugar.

España cierra el primer trimestre de 2023 con la mayor tasa de paro de toda la OCDE y la UE, y además, los 20,8 millones de afiliados, que llaman récord, trabajan muchas menos horas que la cifra de horas trabajadas en 2019 y, además, la duración media de los contratos se ha reducido de 60 a 42 días.

Las horas trabajadas por todos los asalariados y ocupados (ajustado por estacionalidad y calendario, según INE) se situaban en el primer trimestre de 2008 en 9.117.942, en el primer trimestre de 2019 eran 8.554.873 y en el primer trimestre de 2023, 8.476.989. Toma récord de empleo.

Y eso con el mayor aumento de funcionarios de toda la UE. Los malos datos de España además vienen dopados con un 55% de contratación pública en 2019-2022, que se paga con más deuda.

La tasa de paro, además, sigue sin converger con la media de la UE. Al cierre de 2022, «la tasa de paro española no sólo no había reducido sino aumentado su diferencial negativo con la UE respecto a 2019, 6,3 puntos entonces frente a 7,4 en ese año, y también empeoró con relación a la Eurozona, 6,5 puntos de brecha entre el desempleo español frente al de la media de esa área en 2022 versus 6,4% en 2019.

Es peor, en tasa de paro, de desempleo fuera del paro oficial y subempleo, España lidera la UE, y por mucho, con un 20%. Tanto, que Eurostat refleja 985.000 desempleados más de lo que muestra el dato oficial de paro, y más subempleo.

La inflación acumulada en el periodo 2019-2023 se sitúa en un 14,8% con los alimentos subiendo un 40% y el IPC ha subido en cuatro de los seis meses de 2023. El engaño de la excepción ibérica reduce artificialmente la inflación pero no nuestra tarifa. España cierra 2022 con la séptima tarifa eléctrica más cara de Europa, un 22% más cara.

La gestión fiscal ha sido atroz también. España «ha experimentado el mayor aumento del gasto público en Europa, 5 puntos superior al de la media de la UE-27, 4,4 al de la Eurozona-20 y 4,3 puntos frente a la Eurozona-19», con el mayor aumento de presión fiscal a los ciudadanos de toda la UE, un 21%.

Los impuestos han subido diez veces más que en la media de la UE al negarse a deflactarlos a la inflación. El esfuerzo fiscal es un 53% superior a la media de la UE según el IEE.

España cierra 2022 como uno de los países con un déficit público más elevado y el mayor aumento de deuda. Sánchez es el que más ha aumentado la ratio Deuda Pública/PIB en el período 2019-2022: 5,2 puntos respecto a la media de la UE y 4 puntos más que la eurozona.

Crecimiento real menor, más paro y pobreza, y menor renta per cápita con mucha más deuda y presión fiscal. España solo va como un tiro en los sueños de Sánchez.