La subida de las cotizaciones dispara los ingresos de la Seguridad Social a ritmo de récord

El impacto de la subida de cotizaciones aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez empieza a obtener resultados a costa de trabajadores y empresas. La Seguridad Social registró un saldo positivo de 4.774 millones de euros en los siete primeros meses del año, el equivalente al 0,3% del PIB, y multiplicar algo más que por seis los 762 millones en positivo obtenidos hace un año, tras ingresar en este periodo 123.307 millones de euros, un 13,7% más, frente a unos gastos por valor de 118.533 millones, que supusieron una aumento del 10% interanual. Según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este saldo positivo tras alcanzar el sistema hasta julio un nuevo máximo histórico de ingresos por cotizaciones de 88.999 millones, un 10,2% más que en el mismo periodo de 2022, el mayor crecimiento interanual en 16 años en los siete primeros meses del año.

En términos de caja, la recaudación líquida del Sistema alcanzó los 119.108 millones, con un incremento del 11,1% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, mientras los pagos presentaron un aumento del 9,9%, hasta alcanzar los 118.264 millones de euros. Respecto a 2019, último ejercicio antes del impacto de la pandemia, el aumento de la recaudación por cotizaciones se dispara un 24%, con una recaudación de 17.254 millones de euros más que entonces. No obstante, si se descuentan los ingresos correspondientes al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde el pasado 1 de enero, el incremento de las cotizaciones sociales se rebajó hasta el 8,4% interanual.

Esta subida exponencial de las cotizaciones se ha debido principalmente a las cuotas de los ocupados, que se incrementaron entre enero y julio un 10,3% interanual, hasta los 83.699 millones de euros, y por las efectuadas por los desempleados, que aumentaron un 9,3%, hasta los 5.300 millones de euros, gracias "al buen comportamiento del empleo" -destacan desde el Ministerio-. Sin embargo, hay que tener en cuenta también las transferencias recibidas por la Seguridad Social, que crecieron un 20%, gracias los fondos recibidos para cumplir con la Recomendación Primera del Pacto de Toledo sobre la separación de las fuentes de financiación.

En cuanto al gasto, éste también pegó un estirón sustancial. Las prestaciones a familias e instituciones alcanzaron 110.761 millones, un 9,3% más que en el mismo periodo de 2022, lo que representa el 93,4% del gasto total realizado en el sistema, correspondiendo la mayor partida a abonar pensiones y prestaciones contributivas, 101.783 millones, con un aumento de un 9,3%. En concreto, el gasto en pensiones -correspondiente a incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad, en favor de familiares y complementos de pensiones contributivas para la reducción de la brecha de género- se disparó por el aumento del número de pensionistas (1,1%), por la subida de la pensión media (9,6%), así como por la revalorización general del 8,5% de las pensiones contributivas. Todo ello incrementó el gasto un 10,7%, hasta los 91.326 millones.

En cuanto a los subsidios de incapacidad temporal, el gasto total disminuyó un 1,3% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 7.696 millones de euros, mientras las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor aumentaron un 7% su gasto. A pensiones no contributivas y complementos por mínimos se destinaron 5.901 millones (un 7,1% más), y a subsidios y otras prestaciones 3.077 millones -un 14,5% más-, de los cuales 2.915 millones de euros corresponden a Ingreso Mínimo Vital y prestaciones familiares, un 14,7% más respecto del año anterior.