
Editorial
Sánchez arrastra al socialismo en su caída
Ni Emiliano García-Page, con un discurso en las antípodas de los pactos con los nacionalismos periféricos, se libra del efecto arrastre de Pedro Sánchez y se quedaría sin mayoría absoluta en favor de los populares y Vox.

Cuando se cumplen dos años de unas elecciones autonómicas y municipales que redibujaron el mapa político español en favor del Partido Popular, los sondeos que ha llevado a cabo «NC Report» para LA RAZÓN no sólo refuerzan las expectativas de voto de los populares en, prácticamente, todo el territorio nacional, sino que retratan a un PSOE en caída libre que, de celebrarse hoy los comicios, apenas conseguiría mantener los gobiernos en coalición de País Vasco y Navarra, aunque en minoría, porque el PNV paga su alianza antinatural con la izquierda nacional y perdería votos y escaños; y en Cataluña, favorecido por el retroceso general de los partidos independentistas y de los Comunes, que, como los nacionalistas vascos, se enfrentan al peaje de su colaboración con el sanchismo.
En definitiva, sube el PP en todas las comunidades autónomas, incluso en el País Vasco, convirtiéndose en una opción determinante para mantener un ejecutivo sin Bildu, salvo en Valencia, con los populares tocados por la tragedia de la Dana, pero no hundidos. Perderían, según la encuesta, votos y escaños, pero los mejores resultados de Vox y el pronóstico de que es Compromís el partido de izquierdas que crece, porque los socialistas valencianos siguen en descenso, permitirían reeditar el actual gobierno popular, aunque en minoría.
Ni siquiera el presidente del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page, con un discurso en las antípodas de los pactos con los nacionalismos periféricos se libra del efecto arrastre de Pedro Sánchez y se quedaría sin mayoría absoluta en favor de los populares y Vox. Lo mismo reza para Adrián Barbón en el feudo socialista asturiano. El sondeo deja el gobierno del Principado a tiro de un acuerdo entre el PP y la formación de Santiago Abascal. A modo de resumen, los populares de Alberto Núñez Feijóo que hoy gobiernan en 11 comunidades autónomas sumarían dos más, Castilla-La Mancha y Asturias; reforzarían la mayoría con Coalición Canaria en el archipiélago y podrían condicionar el gobierno de Vitoria, si se pretende mantenerlo al margen a los proetarras. Lo mismo reza en Navarra, donde el bloque de la derecha sobrepasa al de la investidura de Chivite, que volvería a quedar en manos de Bildu.
Por supuesto, no sólo el PP mantiene sus mayorías absolutas en Andalucía, Madrid, Galicia y La Rioja, sino que las refuerza frente a candidatos gubernamentales como María Jesús Montero u Óscar López, por poner dos ejemplos de ministros jugando un doble papel. La conclusión más evidente es que las opciones de los socialistas siguen lastradas por la acción de gobierno de La Moncloa. Pero no sólo ellos, porque tanto cabalgar contradicciones está acabando por pasar factura a los socios de la investidura de Pedro Sánchez, los mismos que no quieren ni oír hablar de adelantar las elecciones.
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