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El PSOE evita el tsunami del «sorpasso»

Consigue mantener la hegemonía de la izquierda por delante de Unidos Podemos, a pesar de perder 100.000 votos y volver a certificar el peor resultado de la historia socialista. Su rival Madina tendrá escaño en el Congreso

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), acompañado de otros dirigentes del partido y candidatos
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), acompañado de otros dirigentes del partido y candidatoslarazon

Consigue mantener la hegemonía de la izquierda por delante de Unidos Podemos, a pesar de perder 100.000 votos y volver a certificar el peor resultado de la historia socialista. Su rival Madina tendrá escaño en el Congreso

Los socialistas aspiraban a dar «la sorpresa» para evitar el «sorpasso» y cumplieron sus expectativas. A pesar de cosechar los peores resultados de su historia, su permanencia como segunda fuerza en votos y escaños por delante de Unidos Podemos les permite desarticular el «sorpasso» y mantener sus aspiraciones de llegar al poder si el bloque de derechas –formado por PP y Ciudadanos– no consagra su unión tras los comicios. El secretario general socialista, Pedro Sánchez, encara los próximos días con una incertidumbre mayor, si cabe, que la que ha caracterizado la campaña electoral, porque su futuro político pende del hilo de los pactos, después de volver a romper el suelo electoral de la formación –dos veces en seis meses– y situar al partido en el peor escenario de su historia. La línea entre el éxito y el fracaso la delimitará el margen de maniobra que los 85 diputados obtenidos por el PSOE le otorguen al partido para intentar llegar a La Moncloa. Sánchez reconoció no sentirse «satisfecho» con los resultados del partido, pero se felicitó por reafirmarse como «primera fuerza» del cambio.

Con un 22,66% de los votos –el mismo porcentaje que en diciembre, aunque con cien mil sufragios menos– el PSOE logró ayer mantener su condición de referente para los votantes de izquierda, una posición que se había puesto en entredicho durante toda la campaña. El escenario incluso sorprendió en Ferraz, superando sus mejores previsiones. No en vano, el resultado que esperaban en Madrid se vio incrementado en dos diputados, dando entrada en la bancada socialista al otrora rival de Sánchez Eduardo Madina. El Comité Electoral del partido había pasado de considerar el «sorpasso» en votos política ficción a argumentar que éste ya se produjo en diciembre, cuando la suma de Podemos e IU por separado ya superó al PSOE en número de sufragios. La diferencia entre los socialistas y los morados fue de apenas un punto, pero suficiente para que respirasen tranquilos de cara a las futuras negociaciones que tiene previsto emprender con la formación de Pablo Iglesias a partir de hoy mismo.

Sin embargo, el objetivo cumplido de evitar el «sorpasso» complica sobremanera las opciones de la izquierda de lograr un Ejecutivo de coalición. Los socialistas marcan distancias con Unidos Podemos, pero pierden de vista la primera fuerza, pues el PP les saca 52 escaños de ventaja. Esta diferencia obligaría a Sánchez a volver a intentar el pacto imposible con morados y naranjas, si quiere llegar a La Moncloa. Con la calculadora en la mano, la suma de PSOE y Podemos retrocede respecto al 20-D y obtiene 156 diputados –cinco menos que en diciembre–, por lo que se queda a 20 escaños de la mayoría absoluta, lo que le obligaría a ganarse la connivencia de los independentistas –tesis que no valora el partido– o el aval de Ciudadanos. Sánchez se mostró muy crítico con Iglesias y le invitó a «reflexionar» porque «tuvo en su mano hacer presidente a un candidato socialista y, por primar su interés personal por encima del de la izquierda, ha permitido mejorar los resultados de la derecha».

Este avance de los populares, que suben 14 escaños, es percibido por algunos sectores del partido como una llamada de atención hacia un PSOE que ya no es alternativa de gobierno y que, por tanto, no debería embarcarse en pactos imposibles para llegar a La Moncloa. Por ello, el líder del PSOE evitó ayer explicitar sus intenciones inmediatas, que pasan por presentarse a la investidura e intentar articular un gobierno de coalición presidido por un socialista. En el seno de la formación existía la convicción de que con un escaño más que los morados, Sánchez será presidente, pero la apabullante mayoría de los populares cambia el prisma.

«Somos la primera fuerza de la izquierda»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha llegado junto a César Luena y Antonio Hernando. Para el líder de los socialistas, los ciudadanos han derrotado las previsiones de las últimas semanas. Tras reconocer que ya había felicitado por teléfono a Mariano Rajoy, Sánchez ha hecho hincapié en que el PSOE ha vuelto a demostrar su «capacidad de partido hegemónico» frente a una coalición de partidos. Así, tras señalar que siguen siendo la primera fuerza de la izquierda, ha insistido en que "no está satisfecho"con el resultado de las urnas y ha culpado al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de haber permitido al PP aumentar su número de escaños.

"Espero que Iglesias reflexione sobre estos resultados. Tuvo la posibilidad de votar a un gobierno progresista y poner fin al gobierno de Rajoy, pero la intransigencia y el interés personal por encima del interés general ha permitido mejorar los resultados del PP", ha dicho Sánchez en su comparecencia ante los medios en la sede de Ferraz.

«Gracias, gracias, gracias y mil gracias a todos los que nos habéis votado», finalizaba Sánchez.