Historia en dos ciudades (y II)

Veíamos la semana pasada la primera parte de este artículo sobre los resultados electorales y futura organización de gobierno en sendas elecciones generales, en dos países, el primero con capitalidad en Londres, y el segundo con París al frente.

Para Londres, nada que agregar. El líder laborista, Keir Starmer, pretende el mejor gobierno posible para un Reino Unido económica y socialmente muy deteriorado después de optar los británicos por el Brexit.

En Francia, en cambio, todo está muy dividido, con una Marine Le Pen que ha tenido insuficientes diputados. Y un Macron en el Elíseo a quien se ve un tanto frustrado, queriendo ser el Napoleón redivivo sin ulterior Waterloo, y sin entusiasmo en la Unión Europea.

Macron ya ha aceptado la dimisión de su joven ministro Gabriel Attal, y éste va a mantenerse en funciones, porque el día 5 de agosto empiezan los Juegos Olímpicos con sede en París. Y no es hora de cambiar de caballo cruzando el río, por mucho que sea el Sena. Además, no está claro por ahora con quién podría pactar el actual presidente de la República hasta 2026, cuando haya nuevas elecciones presidenciales. Las fuerzas que le llevaron a esa cúspide con el nombre de “Renacimiento”, suenan ahora un tanto obsoletas, en el desencanto.

Así pues, en París habrá que esperar. También a que se aclaren las izquierdas, con un Mélenchon que ha arriesgado mucho al plantear que el árabe sea idioma oficial en Francia: un disparate si llegara a dictaminarlo el Consejo de Estado, que es más nacionalista que Juana de Arco si resucitara en estos días que vienen.

Los Juegos Olímpicos van a permitir en París pensarse la cosa hasta el 11 de agosto. Sin prisas.

Y por aquí abajo, una España más que campeona en tenis y fútbol. ¡Enhorabuena De la Fuente y Carlitos Alcaraz!