José Luis Ábalos
El PSOE esconde a Ábalos tras la “mala gestión” del escándalo
El ministro suspende un viaje a Colombia y no comparece ante los medios para poner coto a la polémica de su reunión con la «dos» de Maduro
La primera crisis del Gobierno de coalición ha venido de la mano de uno de los perfiles más consolidados del mismo, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El embrollo –o «bochinche», como el propio José Luis Ábalos lo denominaba en una entrevista este sábado en LA RAZÓN– sigue ramificándose con nuevas informaciones y versiones contradictorias que no acaban de poner el broche final a una polémica que ya se extiende demasiados días. Ni siquiera el hecho de que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saliera el fin de semana a respaldar abiertamente a su ministro consiguió zanjar el debate y ya hay voces tanto en el PSOE como en Moncloa que hablan abiertamente de «crisis». Lamentan la «mala gestión» que se ha hecho hasta ahora de la misma, lo que ha contribuido a que importantes hitos y compromisos cumplidos como la revalorización de las pensiones, la subida del salario mínimo y del sueldo de los funcionarios, entre otros, hayan quedado empañados por una «polémica estéril, que no va a ningún sitio».
Por ello y tras días de sobreexposición mediática con incierto resultado –en los que Ábalos ha participado en varias entrevistas, canutazos ante los medios e intervenciones públicas en varias federaciones del PSOE–, se ha impuesto el cerrojazo. Con el doble objetivo de blindar y alejar del foco al secretario de Organización socialista y ministro de Transportes se ha modificado su agenda para colocarle en una suerte de «cuarentena» pública. A la anulación de un viaje previsto a Colombia se une la transgresión de la normalidad orgánica dentro del partido. El PSOE celebró ayer la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal en Ferraz, un encuentro tras el que habitualmente comparecía Ábalos ante los medios en su condición de «número tres del partido». Sin embargo, esta tarea se le encomendó a la presidenta de la formación, Cristina Narbona, que intentó desvincular su presencia en la rueda de prensa de «otras cuestiones», argumentando que se debía a «la nueva etapa que se abre en la Comisión Ejecutiva Federal, que tengo el honor de presidir» y que se reunirá con mayor asiduidad de lo que venía siendo habitual en los últimos tiempos.
Narbona aseguró que Ábalos había recibido en el seno de dicha reunión «el apoyo pleno de la Ejecutiva» ante el «cuestionamiento injustificado» al que le está sometiendo la oposición. A estos partidos –PP, Ciudadanos y Vox– les demandó «que sean más leales» y les recordó que España lideró en su día en Europa el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente encargado de convocar elecciones en Venezuela. «Esta sigue siendo la posición del Gobierno», explicó. Por ello, Narbona acusó a los partidos de la oposición de crear una «agenda ficticia» de «escándalos nacionales» por su incapacidad para «digerir la derrota electoral» encadenada en los últimos meses.
En Ferraz evitan abundar en mayores explicaciones y se remiten a las ya aportadas por el secretario de Organización, que tildan de «exhaustivas y suficientes». Sin embargo, de puertas para adentro surgen las suspicacias de quienes piensan que hay mucho más de lo que se cuenta y que Ábalos podría estar conteniendo un escándalo mayor, como que Delcy Rodríguez tuviera la intención de reunirse, en realidad, con Sánchez o con Iglesias.
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