Estado de alarma

Los sábados de Sánchez: el líder europeo que más se sobreexpone

Las ya famosas comparecencias del presidente le llevan a imponerse a Merkel, Johnson, Conte y Macron

Un ciudadano asiste durante su paseo a la rueda de prensa semanal de Pedro Sánchez en Moncloa
Un ciudadano asiste durante su paseo a la rueda de prensa semanal de Pedro Sánchez en MoncloaCristina BejaranoLa Razón

La crisis del coronavirus ha obligado al Gobierno a hacer un esfuerzo de comunicación para intentar trasladar certidumbre a los españoles en momentos tan excepcionales y ante la aplicación de medidas excesivamente restrictivas como el confinamiento y la imposibilidad de moverse con libertad. Este esfuerzo de transparencia no siempre ha tenido el objetivo deseado, pues en numerosas ocasiones la multiplicidad de voces ha hecho cundir la confusión y trasladar mensajes contradictorios a la opinión pública. En concreto, desde que comenzó la crisis sanitaria se han producido más de 130 ruedas de prensa desde la sala noble de La Moncloa con más de un millar de preguntas de los periodistas. Una sobreexposición mediática que se ha hecho extensiva también al presidente del Gobierno. Pedro Sánchez ha comparecido en 14 ocasiones desde el 12 de marzo, a las que se suman las cinco intervenciones ante el Congreso de los Diputados para solicitar el aval al estado de alarma y a sus sucesivas prórrogas. Una veintena de discursos que le colocan como el líder –de los países europeos más afectados por el coronavirus– que más veces ha comparecido públicamente para rendir cuentas en la crisis de la COVID-19 .

La canciller alemana, Angela Merkel, también dirige, como hace Sánchez, un discurso semanal a la nación, pero después del segundo que emitió –el 18 de marzo– tuvo que permanecer en cuarentena domiciliaria por síntomas compatibles con el coronavirus, lo que la mantuvo fuera de foco durante unos días. A pesar del contratiempo, es junto con Sánchez la líder que más ha comparecido, con hasta 12 intervenciones sobre el coronavirus. Le sigue el premier británico Boris Johnson con diez ruedas de prensa y mensajes a la nación para informar sobre el avance del virus. Hasta que fue ingresado en la UCI por la COVID-19, mantuvo puntualmente informados a los ingleses sobre el avance de la epidemia, una actividad que recuperó cuando retomó sus funciones.

Más contenido se ha mostrado el presidente francés, Emmanuel Macron, que apenas ha dirigido cuatro discursos a la población. El último de ellos fue el pasado 13 de abril, cuando anunció que el confinamiento se extendería durante cuatro semanas más, hasta el 11 de mayo. En el caso de España, el Gobierno mantiene que el estado de alarma se prorrogue cada 15 días –podría hacerlo por más tiempo si lo desease– precisamente para garantizar esa rendición de cuentas y el aval de la oposición a las medidas. Por su parte, en Italia, considerado en un primer momento el epicentro europeo del coronavirus, su primer ministro Giuseppe Conte, ha comparecido hasta en siete ocasiones durante la crisis.

Por tanto, Sánchez ostenta el récord de sus colegas europeos en comparecencias, aunque la fase de «desescalada» también se haya trasladado a Moncloa. La Secretaría de Estado de Comunicación anunció esta semana que en lo sucesivo y, salvo casos excepcionales –como lo fue el viernes para anunciar qué provincias pasaban a la Fase 1– se limitarán las comparecencias. Solo tendrá lugar la que diariamente realiza Fernando Simón para trasladar los datos de evolución del virus y una ministerial, que los días de Consejo de Ministros estará liderada por la portavoz, María Jesús Montero. A esta planificación se une la ya habitual del presidente durante el fin de semana, que no ha faltado a su cita en las nueve semanas que median desde que se anunció el estado de alarma.

Y en base a este criterio cabría pensar que todavía seguiremos viendo a Sánchez algunas semanas más en nuestros televisores, pues el jefe del Ejecutivo quiso dejar claro en su intervención de ayer que esta situación de excepcionalidad se va a mantener hasta que se alcance la «nueva normalidad», esto es, hasta que a finales de junio todas las comunidades superen la «desescalada».