Elecciones 28-A

“El Colibrí”, sobre la campaña de Podemos: “No tenía conocimiento de ningún trabajador de Neurona”

El asesor morado negó al juez que redactara el contrato bajo sospecha con la consultora y afirmó que “nunca” vio que formara parte de Podemos ni recibió indicación alguna de Neurona

Erik Alfredo Guerrero, “el Colibrí”, a quien la ex abogada de Podemos Mónica Carmona señaló como la persona que redactó el contrato entre Neurona y el partido de Pablo Iglesias para las elecciones del 28 de abril de 2019 -por el que la formación morada pagó 363.000 euros- negó ante el juez Juan José Escalonilla que él fuese quien elaborase ese documento.

“Yo no redacté ningún contrato y no tenía conocimiento de ese contrato. No era mi tarea elaborar contratos”, mantuvo, calificando de “absolutamente falso” que se le atribuya su redacción. Aunque él tenía asignado un ordenador, negó expresamente que facilitara sus claves a nadie. “Si alguien utilizó mi ordenador sería en horas en las que yo no estuviera”.

En su declaración como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 42 el pasado 15 de marzo -a la que ha tenido acceso LA RAZÓN-, Guerrero explicó que en esas fechas (febrero de 2019) trabajaba como auxiliar administrativo de Podemos -ahora es asesor del grupo parlamentario en el Congreso desde enero del pasado año-.

Según aseguró, como auxiliar administrativo participaba “en la organización y logística de muchos eventos que tenían que ver con tareas cotidianas del partido y en momentos electorales, con momentos electorales”. Esa labor que calificó “de escritorio” incluía, detalló, participar en la organización de “dónde se lleva a cabo un evento” o “qué tipo de carteles” se colocan o qué invitados asisten. “Un auxiliar administrativo ayuda a planear lo que se pueda necesitar. Copias, archivos, mandar invitaciones, preparar que estuviera la furgoneta para llevar las cosas al evento, equipo, logística...”, precisó.

“Ninguna” relación con Neurona

Esa tarea la realizaba también en actos electorales, pero pese a que durante la campaña de las elecciones generales del 28 de abril de 2019 “el Colibrí” seguía en su puesto, nunca supo nada de la existencia de Neurona ni de que colaborase en tareas electorales. “No tenía conocimiento de ningún trabajador de Neurona”, dejó claro el testigo.

“Entonces tendría alguna relación con Neurona”, quiso saber una de las acusaciones populares personadas en el procedimiento en el que se investiga la supuesta financiación irregular de Podemos

“Ninguna. Yo nunca vi que Neurona estuviera formando parte de Podemos ahí, en las instalaciones. Nunca recibí una indicación de Neurona para realizar una actividad de Podemos”, contestó el testigo, que sí dejó claro que nunca estuvo en el local electoral de la madrileña calle Maudes en el que, según la versión de Podemos, trabajaban algunos empleados de la consultora.

-¿No vio usted a ningún trabajador de Neurona?”, insistió la letrada.

-No, no.

Relación “académica” con Monedero, pero no laboral

Guerrero, de nacionalidad mexicana, negó ser colaborador de Juan Carlos Monedero -”es mi director de tesis”- y mantuvo que su relación con él “es académica” y de “afinidades intelectuales”. Y aunque desmintió que Monedero quien intercediese para colocarle en Podemos, sí explicó que dado que era su director de tesis hablaron de “dónde podía haber posibilidades de desarrollo profesional” y le comentó que en Podemos estaban “valorando algunos perfiles para algunas tareas que se necesitaban”. “Me dice “mete tus documentos, postula, entrevístate a ver si valoran tu experiencia y tu currículum”. Y le contrataron.

Respecto a la relación de Monedero con Neurona, dijo desconocer si “tiene una relación de otro tipo que no sea académica”. “Juan Carlos es un investigador, un académico, un conferencista y por ese carácter que tiene es invitado a diferentes partes del mundo a dar conferencias”.

Sí admitió haber coincidido en un par de ocasiones con César Hernández Paredes, Administrador de Neurona Consulting, en un foro de pensamiento crítico en Buenos Aires en noviembre de 2018 y en una reunión en Madrid, “así de “hola, hola””. Creo entendido tiene una empresa de asesoría o comunicación.

“El Colibrí” contó que llegó a España en 2009 o 2010 con visado de estudiante para hacer el doctorado, pero que pese a tener “dos maestrías” en México, se vio obligado a cursar una “etapa formativa” de dos años antes de comenzar el doctorado, que aún no ha concluido.

Un “grupo grande” de mexicanos en la sede de Maudes

Ante el juez también declaró como testigo el pasado 15 de marzo José Miguel Almazán, administrador de Yugen Media, una de las empresas contratadas por Podemos para la campaña de las elecciones del 28 de abril de 2019. Su empresa, que según explicó se dedica a “la creación de contenidos para redes sociales y campañas de marketing con “influencers” en redes sociales”, elaboró para la formación morada “siete u ocho vídeos” de carácter político que se difundieron a través de un canal de Youtube, “Política en 30 segundos”.
“Se hablaba de un tema facilito, picadito, para que el público pudiera entender de lo que se estaba hablando”, aseguró al instructor Almazán, que según dijo rendían cuentas a Podemos semanalmente de su trabajo, aunque afirmó desconocer a quién en concreto, pues no estaba al tanto del día a día porque él reside en Jaén, por lo que se remitió a su socio.
Lo que sí precisó es que de las facturas hablaban con Daniel de Frutos, tesorero del partido de Pablo Iglesias e imputado en esta causa. “Una vez terminado el trabajo y presentado mandamos una factura y se nos abonó sin ningún tipo de inconveniente”.
El testigo aclaró que desde febrero de 2019, cuando se firmó el borrador del contrato, ya estaban trabajando en ese proyecto. Y aunque él no estuvo personalmente en la sede electoral de Podemos en la madrileña calle Maudes -donde según la formación trabajaron los empleados de Neurona durante la campaña-, mantuvo que uno de sus compañeros “estuvo yendo de vez en cuando a la sede de Maudes” durante semanas y que “estaba mucha gente trabajando allí, algunos externos”, entre ellos “un grupo grande” de mexicanos, que tras leer en la prensa las informaciones sobre la investigación judicial dedujo que “debían ser de Neurona”.
En una segunda fase, añadió, volvieron a trabajar con Podemos para las elecciones generales del 10 de noviembre de ese mismo año. Pero el trabajo fue distinto: "Tenían una serie de vídeos y querían que les ayudásemos a promocionarlos en la plataforma", por lo que los contenidos los proporcionaba la formación morada. Algunos de esos vídeos, aseguró, coinciden con los que habría aportado Podemos al juez identificándolos como trabajos que se habían hecho desde Neurona.