Último día del juicio

Los doce indicios que dejan sin escapatoria al “Rey del Cachopo”

El jurado popular valorará desde el lunes las preguntas que son objeto del veredicto para determinar su culpabilidad

César Román, "El Rey del Cachopo", durante la última sesión de la vista oral en la Audiencia Provincial de Madrid
César Román, "El Rey del Cachopo", durante la última sesión de la vista oral en la Audiencia Provincial de MadridLa RazónTSJM

Hasta doce indicios contra César Román ha expuesto el fiscal del caso en la última sesión del juicio, que se está desarrollando esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid. La presidenta del tribunal ha explicado que las preguntas que serán objeto del veredicto será entregado a los miembros del jurado popular el próximo lunes 31 de mayo. Antes de ejercer su derecho a la última palabra, “El Rey del Cachopo” ha sido advertido por la jueza de que mantuviera silencio mientras las acusaciones explicaran al jurado sus conclusiones finales tras valorar todas las pruebas que se han visto en sala a lo largo de estas tres semanas. Según el representante del Ministerio Público, es cierto que faltan dos indicios importantes: la causa de la muerte (debido a que solo había un torso y muy dañado) y el arma del crimen, del que César se desprendió junto con las extremidades y la cabeza de su ex novia, la hondureña Heidi Paz, de solo 25 años. Por otra parte, hay indicios muy fuertes contra él que, valorados en su conjunto, todos apuntan en la misma dirección:

El móvil de Heidi da señal por última vez en Legazpi, tras bajarse del taxi que compartía con su compañero de trabajo. Heidi llama a las 5:52 a César y su terminal aparece en la casa de ésta en Zaragoza. La data de la muerte, por tanto, va desde esa hora hasta las 16:21 horas, cuando César pide ese taxi el día 5 de agosto de 2018. Y esa data coincide con lo explicado por los forenses y la entomóloga, que dijo desde cuatro días antes del hallazgo del torso (13 de agoto) hacia atrás.

El comportamiento controlador de César expresado por sus ex parejas Natividad y Sara, además de lo que contaba la propia Heidi a sus amigos, que han testificado en sala. El hecho de que hayan sido pareja o ex pareja justifica la violencia de género.

Sus conocimientos de cocinero le permitieron despiezar a su ex novia por las articulaciones, sin cortar hueso. Según los forenses este tipo de descuartizamiento debía ser realizado por alguien con conocimientos en anatomía como carniceros, veterinarios o personal sanitario.

La maleta de la nave, donde estaba el torso de Heidi, ha sido reconocida por Gloria, la madre de la víctima, y por Sara, su ex novia de Cubas de la Sagra. En ella estaba el ADN del acusado y de la víctima que, si bien no fuera Heidi (teoría que sostiene César a pesar de la ciencia) fue de una persona que estuvo en su casa de Vallecas, donde aparecieron vestigios de la persona del torso.

El taxista reconoció esa maleta y dijo que era “muy pesada”. No tuvo por qué dejar restos ni olor porque aún no estaba descuartizada y no tuvo por qué morir dejando sangre (golpe en la cabeza o estrangulamiento).

Las llaves de la nave seguro las tenía César y no ha quedado acreditado que las tuvieran otros socios como Celestino, que estaba esos días hospitalizado o Adrián, el de mantenimiento, que cuando fue a buscar unas sillas en julio ya no pudo entrar a la nave (al portón trasero, nunca a Sebastián Gómez, donde apareció la maleta con el roso) porque ya habían cambiado al cerradura.

El portero que llamó a los bomberos para alertar del incendio el día 13 de agosto dijo en instrucción que vio salir a un hombre “bajito” y el móvil posiciona ese día a esa a hora a César en el lugar.

El móvil de César le sitúa en la escena el día del incendio y el día 5, cuando lleva la maleta a la nave.

Su huella en el bote de sosa es otro indicio muy fuerte contra él. Además, la arandela de uno de los dos botes está en el torso, dentro de la maleta. También hay ADN de él en los tapones de los botes del producto corrosivo.

Su huida a Zaragoza se vio precipitada al ver que había Policía en la nave la tarde del día 13, cuando fue con unos hosteleros a por productos que quería venderles. Se fue a toda prisa de allí y cambió de apariencia, además de presentarse en la casa y el trabajo con identidades falsas.

Así cambió su aspecto César Román tras huir a Zaragoza
Así cambió su aspecto César Román tras huir a ZaragozaLa RazónCedida

Y entre las contradicciones más fuertes en las que ha incurrido él mismo está, por ejemplo, que no había vivido en casa de Gloria (Natividad y Giovanni decían que su propia hija pasaba allí fines de semana), tuvo que inventar que Heidi había pasado por su casa después del día 5 aunque él no la vio (dice que se hizo hasta unos huevos revueltos y dejó sin fregar) para justificar por qué tenía el terminal de ella en su casa de Zaragoza. Y, sobre todo, si cuando llamó a Matías una vez se fue de Madrid, ese miembro de la supuesta mafia policial, éste le dijo que el torso era de “una prostituta rumana” ¿por qué hay ADN de ésta en su casa de Vallecas? En cualquier caso, sea quien sea la persona del torso (porque él insiste en que no es Heidi) estuvo en su casa.