El precedente
La Policía alemana esperó tres horas en la frontera para detener a Puigdemont
Un agente que siguió la pista al ex president en su regreso a Bélgica desde Helsinki en 2018 dice que se alertó a la BKA de que montase un dispositivo “en el lugar más factible” para arrestarlo
La Policía alemana, la BKA, esperó durante más de tres horas a Carles Puigdemont antes de detenerle nada más cruzar la frontera de Dinamarca el 25 de marzo de 2018, más de tres años antes de la actual detención del expresidente de la Generalitat en Cerdeña. Así lo ha aseguraron en su declaración como testigo -en el juicio por encubrimiento a los dos mossos que acompañaban al ex president al ser interceptado-, el instructor que elaboró el atestado policial de esa detención.
Según su testimonio, el mismo día 23 de marzo, una vez que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivó la euroorden contra Puigdemont, al constatar que se encontraba en Helsinki para impartir una conferencia, la Comisaría General de Información se puso en contacto con la Policía alemana para alertarles del posible paso de la comitiva (en el vehículo también viajaban el empresario Josep María Matamala y el historiador Josep Lluís Alay) esa mañana por ese punto de la frontera entre Dinamarca y Alemania.
Era, según dijo el mando policial (en esas fechas jefe de unidad de la Comisaría General de Información), la ruta más lógica (y no a través de Rusia, por ejemplo), porque lo cierto es -ha reconocido- que una vez se reactivó la OEDE y Puigdemont salió de Helsinki (donde se le situó “por medios de prensa”) se le perdió la pista, porque en la capital finlandesa no había ningún policía español siguiendo su rastro. “Saliendo a la fuga desde Helsinki lo razonable era el camino que se hizo. Evidentemente lo que no hizo fue volver en avión porque hubiera saltado (la orden de detención y entrega en vigor)”, ha manifestado.
La llamada de alerta a la BKA, aseguró, , se realizó para establecer “un dispositivo” en previsión de que siguiera la ruta por carretera por Suecia, Dinamarca y Alemania para regresar a Bruselas, como finalmente hizo. “Sabíamos que había una aproximación horaria si volvía por ahí”, ha explicado el agente, quien ha detallado que la Policía alemana “estaba ya a las ocho por la frontera”. “Estimamos que era el lugar más factible para practicar la detención”, ha añadido.
La Policía informaba “puntualmente” de sus movimientos
Según relató, se identificó a los agentes germanos el coche en el que probablemente viajarían -un Renault Space que habitualmente utilizaba Puigdemont para sus desplazamientos y que estaba fichado por la Policía-. “Ese vehículo es el que le damos a la Policía alemana como posible vehículo para interceptar”.
Finalmente, el coche en el que viajaba el ex presidente de la Generalitat fue interceptado por la BKA en la autopista A7 en Jagel, cerca de Hamburgo, y a escasos kilómetros de la frontera, siendo detenido a las 11:19 en un aparcamiento situado en la citada localidad del estado de Schleswig Holstein.
Antes de que se reactivara la euroorden contra el líder independentista, el mando policial ha explicado que su unidad “informaba puntualmente a la Fiscalía del Tribunal Supremo de los movimientos del señor Puigdemont”, a quien antes de ese 23 de marzo situaron en Suiza.
Detención de los dos mossos
En la segunda sesión del juicio -que previsiblemente mañana quedará visto para sentencia- también ha declarado un agente que elaboró el atestado de la detención de los dos acusados, que se produjo el 28 de marzo, tres días después del arresto de Puigdemont en Alemania. “Nos llegó la información de que uno (Carlos de Pedro) tenía un vuelo desde Bélgica a Barcelona y se monta un dispositivo para detener a los acompañantes de Puigdemont por la supuesta comisión de un delito de encubrimiento”, ha recordado.
Según explicó en la primera sesión del juicio el propio De Pedro, al bajar del avión “cuando aterrizó el avión en Barcelona aparecieron cuatro o cinco coches de Policía Nacional” y los agentes, “todos encapuchados”, procedieron a pedir la documentación “a todo el mundo y me llevaron detenido por haber acompañado al president Puigdemont”. El otro mosso acusado, Xavier Goicoechea, fue arrestado cuando salía de su domicilio. Ambos se acogieron a su derecho a no declarar y fueron puestos en libertad.
Según su versión, tras reactivarse la euroorden, su objetivo era llevar cuanto antes a Puidemont ante la Fiscalía belga después de que los abogados del ex president hubiesen avisado a ésta de que se pondría a su disposición en cuento llegase a Bruselas.
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