Polémica

Los guardias civiles, en pie de guerra contra Marlaska: irán a los tribunales si les obliga a borrarse los tatuajes

Acusan al ministro del Interior de no “estar a la altura” y le reprochan su obsesión por “recortar los derechos y libertades” de los agentes

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska
El ministro del Interior, Fernando Grande-MarlaskaKiko HuescaEFE

El pasado domingo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, era abucheado por cientos de ciudadanos que asistieron a los actos centrales de la celebración de la patrona de la Guardia Civil, en Córdoba. Pitos y gritos de “dimisión”, que él calificaba como “la pequeña anécdota del día”, pero que dejan patente el malestar que provoca, no sólo entre los agentes sino entre sus familiares y la sociedad civil. “Nos encontramos con un ministro incapaz de atender los principales problemas que afectan a los agentes, pero que no escatima esfuerzos en recortar sus derechos como no se había visto en décadas”, destacan desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).

Hay que recordar que Grande-Marlaska se ha convertido en uno de los ministros más cuestionados del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y, aunque son muchos sus “encontronazos” con policías y guardias civiles, uno de los últimos y más sonados tuvo lugar a finales de agosto ante la celebración del “Ospa Eguna. O lo que es lo mismo, “una serie de actos organizados por los amigos de la banda terrorista ETA para pedir la salida de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra, tal y como denunciaron desde la Fundación Villacisneros. “Acostumbrado a acercar terroristas, parece que ha olvidado que su primera obligación es defender al Instituto Armado y hacerlo especialmente donde es perseguido y despreciado”, señalaban desde la Fundación e insistían en que, por lo menos, “se lo debía a los 210 guardias civiles asesinados por la banda terrorista ETA”.

Sobra decir queel “Ospa Eguna” se celebróy que el ministro, una vez más, miró hacia otro lado. Ahora, la polémica salta por su obcecación con los tatuajes de los agentes. Desde la AUGC denuncian que no sólo se persigue “la retirada de tatuajes obscenos con expresiones contrarias a la Constitución o determinados valores” sino que se tiene muy en cuenta la parte del cuerpo en la que está (visible o no visible) y da igual que se trate de “un nombre, un corazón o cualquier otra imagen”. Así, si el Gobierno da luz verde a esa normativa, que ahora está en manos del Consejo de Estado, cualquier guardia civil que tenga tatuajes en manos, cuello o cabeza, dispondrá de un año para su “completa eliminación”, sea cual sea la imagen o el dibujo.

Los ataques de Grande-Marlaska

Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil tachan de “pesadilla” los continuos ataques de Grande-Marlaska contra “los derechos y libertades públicas de los agentes” y critican que sea “incapaz de atender los principales problemas que les afectan como la conciliación laboral, la falta de medios materiales para desarrollar su trabajo o el reparto justo de la productividad, cumpliendo el acuerdo de equiparación salarial”. Consideran, además, que esta norma es “restrictiva” y perjudica, no sólo a los guardias civiles que ya forman parte del Instituto Armado, sino a todos aquellos que quieran ingresar en un futuro.

“Esta norma es una involución que vuelve a llevar a los guardias civiles a siglos pasados y pone en evidencia su falta de derechos fundamentales y libertades públicas”, reiteran, por lo que no descartan acudir a la vía judicial una vez sea publicada la norma. En definitiva, acusan al ministro de no estar “a la altura de los principales retos” que afectan a una Institución como la Guardia Civil. Y destacan que el Ministerio de Defensa, con Margarita Robles al frente, sí se manifestó en contra de esta nueva regulación y salió en defensa de los guardias civiles.

Pero si algo llama la atención a los agentes es esa obstinación de Grande-Marlaska con los tatuajes, cuando él mismo luce en su muñeca, a la vista de todos, un “tatoo” en forma de pulsera con el siguiente mensaje: “Ni pena ni miedo”.

Los tatuajes son hoy una moda muy extendida entre personas de todas las edades
Los tatuajes son hoy una moda muy extendida entre personas de todas las edadesLa RazónLa Razón

Qué dice la normativa sobre tatuajes

Los tatuajes no estarán permitidos en manos, cabeza o cuello. Sí en brazos y piernas, siempre que no superen los 70 centímetros cuadrados. Asimismo, se prohíben en cualquier parte del cuerpo los tatuajes que:
► Contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades o virtudes militares.
► Supongan desdoro (perjuicio para el prestigio) al que porta el uniforme y que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de la Guardia Civil en cualquiera de sus formas.
► Reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso.
Inciten al odio o que comprometan la neutralidad política o sindical.

Piercing y pendientes

► Se mantiene la prohibición de llevar accesorios que “impidan, limiten o pongan en riesgo la finalidad del servicio”.
► El uso de pendientes queda reservado para el personal femenino cuando se vista el uniforme. En el caso de los hombres, no estarán permitidos ni pendientes ni piercing cuando porten el uniforme.