Sin oposición
Un congreso a la búlgara
Todo está en manos del equipo más directo de Pedro Sánchez
Que Pedro Sánchez no iba a tener oposición en el Congreso Federal del PSOE entraba dentro del guion. Las tensiones entre las distintas federaciones son una cuestión histórica que todos comentan con un cierto tono de nostalgia. En el 40 Congreso no existen, ni siquiera las federaciones socialistas presionan para intentar colocar a uno de sus miembros en la Comisión Ejecutiva Federal. Todo está en manos del equipo más directo de Pedro Sánchez.
Ayer, en la primera jornada, la jefa de prensa del PSOE, Maricha Ruiz realizó una entrevista al secretario general. “Fue una entrevista con segunda intención”, apuntaban los periodistas en la sala de prensa con guasa. La crónica del compañero de Onda Cero abandonó la guasa para poner el dedo en la llaga “hemos visto una entrevista al presidente por parte de su jefa de prensa cuando los periodistas que cubrimos este congreso apenas hemos podido acercarnos y, evidentemente, no hemos podido entrevistarlo”.
El Congreso a la búlgara se consolidó esta mañana. Santos Cerdán, el secretario de organización, presentó el informe de gestión. No hubo palabras, ni críticas ni favorables, simplemente nadie pidió intervenir. Como nadie intervino, la Mesa del Congreso decidió que no hacía falta votar. No fuera ser que a alguien se le ocurriera abstenerse o votar en contra.
Más anécdotas. Carmen Calvo recibió una calurosa y sentida ovación por parte de la militancia presente en la mesa redonda en la que participaba. En la nota de prensa oficial del congreso no hubo ni una sola referencia al apoyo a Calvo que acabó llorando emocionada en el escenario. José Luís Ábalos no tuvo su momento de gloria. Casi era un fantasma en los pasillos del congreso. No tuvo su homenaje particular. Sus partidarios, sus amigos, le montaron una cena fuera del recinto congresual. Maricha Ruiz le entrevistó también a Ábalos y el exministro y exsecretario de organización tuvo que tragar. Solo le preguntaron por memoria democrática. La entrevista más que un homenaje pareció una humillación.
Adriana Lastra casi está presidiendo el Congreso. Ha tenido su minuto de gloria en la primera sesión del pleno. No ha logrado ninguna noticia. Será la vicesecretaria general del partido, pero tampoco será portavoz. Será la número dos sin competencias. Solo tendrá las que le ceda el secretario general. En las comisiones en las que se discuten las ponencias los silencios son clamorosos. Algunas de estas ponencias tuvieron debates mínimos y en poco más de una hora finalizaron sus trabajos. Es lo que tiene recuperar la unidad a la búlgara.
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