Podemos

La Audiencia Nacional y la UDEF coordinan los documentos de ‘El Pollo’ con el “caso Neurona”

El magistrado instructor prepara la que puede ser la última declaración de Carvajal analizando otras causas que afectan a la financiación de Podemos

Juan Carlos Monedero
Juan Carlos MonederoAlejandro Martínez VélezEuropa Press

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón está preparando de forma concienzuda la esperada declaración -que casi no llega- del exjefe de la Inteligencia venezolana Hugo Carvajal, alias «El Pollo», sobre la posible financiación irregular del Podemos. Estos últimos días ha tenido reuniones con la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía que es la que, por otro lado, investiga el «caso Neurona», según ha podido saber este periódico. Los investigadores han dado detalles sobre las indagaciones que el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, bajo la batuta de Juan José Escalonilla, ha realizado hasta ahora en este caso que mantiene imputado, entre otros, a Juan Carlos Monedero.

«Neurona» tiene la lupa puesta en los trabajos que una consultora mexicana con ese mismo nombre hizo para la formación morada y, aunque, en principio, no tienen por qué tener relación con los contratos que «El Pollo» ha ido aportando en la Audiencia Nacional, cualquier precisión sobre el recorrido del dinero es importante para poder validar la información de Carvajal. García-Castellón no puede enviar una comisión rogatoria a Venezuela para verificar todos los pagos que el exgeneral dice que se hacían a dirigentes como Juan Carlos Monedero, puesto que el país no colabora con la Justicia española. Por eso, cualquier comprobación o documento coincidente en otra causa puede ser relevante.

El interrogatorio está previsto para este miércoles y, al ser secreto, solo asistirán el magistrado, el fiscal y Carvajal. El cambio de estrategia de éste, ahora dispuesto a colaborar con la justicia, obedece a su intención de quedarse en España y no ser extraditado a Estados Unidos que lo reclama por delitos de crimen organizado y narcotráfico. Pero la pasada semana, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó, previa resolución del Ministerio del Interior, que la entrega a Washington debía producirse (si bien luego lo paralizó de forma temporal hasta que se subsane un defecto de forma). Como la extradición es inminente, la duda estaba en si la estrategia de colaboración de Carvajal se había esfumado. Pero su entorno más cercano confirma que la intención sigue siendo declarar ante el Juzgado Central de Instrucción número 6, que es el que recientemente ha reabierto la causa sobre la financiación de Podemos archivada en 2016.

Este caso, en su momento, lo llevó la propia Fiscalía de la Audiencia Nacional y por eso, será el fiscal jefe Jesús Alonso el que esté presente durante el interrogatorio. Aunque no se descarta que, una vez avance la investigación, pueda incorporarse la Fiscalía Anticorrupción que es la que lleva, por ejemplo, el asunto de la petrolera estatal venezolana PDVSA en otro juzgado del mismo órgano.

Los investigadores saben que es posiblemente el último interrogatorio que puedan practicar a Carvajal, por lo que la intención es exprimir el tiempo y las palabras de la persona que guardó todos los secretos de Hugo Chávez y parte de los de Nicolás Maduro. Sobre la mesa ha estado otorgarle la condición de testigo protegido, algo que sí está en la mano del instructor (no como paralizar la extradición, que depende de los magistrados de la Sala). Pero dicha figura suele utilizarse cuando de la persona que hay que proteger no se ha revelado la identidad, algo que no sucede en este caso.

Además, tampoco está nada claro que eso lo librara del avión a Estados Unidos, según las fuentes jurídicas consultadas. Otra de las opciones fórmulas valoradas ha sido tomar declaración bajo una prueba preconstituida, de manera que sirva aunque Carvajal ya no pueda participar en el juicio oral-se utiliza, por ejemplo, para declaraciones de menores en instrucción y que estos no tengan que volver a pasar por el mal trago de repetir todo en la vista oral. Sin embargo, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha anulado alguna de estas pruebas si la otra parte no está presente en la declaración, por el principio de contradicción. En este caso la otra parte no podría estar porque no hay imputados, por lo que es una opción que, en principio, tampoco puede contemplarse. Por eso, en el juzgado se asume que será la última declaración y, mientras, este martes el Tribunal Supremo estudia otro recurso que su defensa interpuso a la extradición.