Reproches

Batet usa el acto de la Constitución para cargar contra PP y Vox

La presidenta del Congreso pide «lealtad constitucional» y obvia a sus socios nacionalistas e independentistas que dieron plantón a la conmemoración

Era el día para escenificar unidad en torno a la Constitución, que este año cumple su 43 aniversario. Su continuidad en el tiempo demuestra que es uno de los textos jurídicos más estables y solventes en el entorno europeo, además de un punto de encuentro que, como reza la Carta Magna, debe unir a todos los españoles. Ese consenso se vio malogrado en el acto conmemorativo que se celebró en el Congreso de los Diputados. La Constitución fue utilizada como arma arrojadiza entre todas las fuerzas del arco parlamentario. Desde los partidos del Gobierno cargaron contra el PP por negarse a «cumplir» con el mandato que dicta la Carta Magna y, desde la oposición, por acabar con los pactos constitucionales al incluir a Podemos en el Gobierno o a EH Bildu y ERC como socios.

El primer plantón a la norma que engloba nuestro marco jurídico lo protagonizaron los partidos nacionalistas e independentistas, que, como ya es tradición, rehusaron acudir al acto oficial. ERC, EH Bidu, BNG, Junts y la CUP acusaron al texto normativo de «violentar sus derechos».

Acto homenajea a la Constitucion en el Congreso de los Diputados.
Acto homenajea a la Constitucion en el Congreso de los Diputados.Jesus G. FeriaLa razon

Covid, se vio reducido al discurso de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Una intervención que utilizó para criticar las estrategias de «populismo» y de «judicialización de la política» que hizo que desde los partidos de la oposición, encabezados por el PP, lo interpretaron como un «discurso de parte», casi mitinero.

Y es que la presidenta de la Cámara Baja cargó contra las fuerzas políticas que «cuestionan» la Constitución. A su juicio provocan el «alejamiento de los ciudadanos» y trasladan «enfrentamiento y crispación». Lanzó también un mensaje llamando al orden a los partidos que considera que ayudan a trasladar la imagen de crispación política y fue más allá. Batet llamó a los partidos a mantener la «lealtad en la Constitución» que, dijo, exige ante todo «reconocer la legitimidad del otro ante sus propuestas y evitar el reproche del otro» al tiempo que afirmó que no hay que «judicializar» la política ni «politizar» la justicia. «Judicializar innecesariamente la política comporta politizar la justicia, pero sobre todo lleva a desconocer el espacio deliberativo propio de todo sistema político democrático». «Ser leal a la Constitución es aceptar la legitimidad del otro», un mensaje indirecto que iba para Vox que suele llamar a Pedro Sánchez «presidente ilegítimo» y que pide la dimisión del Gobierno de coalición al considerarlo de la misma manera.

De igual modo, la presidenta enarboló también un discurso muy parecido al que minutos antes había pronunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que pidió a los partidos que cumplieran la Constitución de «pe a pa». En palabras de Batet había que «cumplir» la Carta Magna porque es un «comportamiento coherente». Así, dijo que «la política y los políticos tenemos una especial responsabilidad en tiempos de crisis; en momentos en que las certezas devienen pocas, la inseguridad alcanza a más y más personas y la necesidad de encontrar refugio, esperanza y respuestas se extiende por la sociedad». Cree que los políticos deben estar por encima de una «visión populista e irresponsable de la realidad» que, a su juicio, ponen «en peligro la cohesión social, los derechos de los otros y la capacidad de acuerdo e integración política», que son, dijo ,«vitales en el sistema democrático».

El discurso de la presidenta del Congreso causó malestar en el PP un sentimiento que compartían en Vox y que quedó visualizado en su diputada, Macarena Olona, quien no aplaudió la alocución de Batet al término de esta.

Sin consenso

La efeméride arrojó la imagen de la falta de consenso, no solo para acometer cambios constitucionales, como es prerrogativa del Gobierno, sino también el uso de la Constitución para arrojársela entre todos los partidos. Al discurso de la presidenta del Congreso, se unieron las críticas de Sánchez, que aprovechó la Carta Magna para atacar al PP por no haber pactado aún la renovación del CPGJ. El presidente se mostró preocupado porque se «normalice el incumplimiento de la Constitución». Mientras, el líder del PP, Pablo Casado, cargó contra el líder del Ejecutivo por ser quien «más ha atacado» el texto constitucional y puso de ejemplo el «revisionismo suicida» que ha emprendido el Gobierno de coalición. «El PP una vez más quiere reivindicar la Carta Magna, en unos momentos en los que hay un revisionismo, diría que suicida, frente a lo que ha sido el pilar de nuestra democracia, nuestras libertades y nuestra prosperidad como nación».

La diputada de Vox, Macarena Olona, tildó el acto de un «ejercicio de absoluto cinismo» y consideró que el «mayor homenaje que podría rendir» el Gobierno a la Constitución sería su dimisión. Mensaje que extendió a Meritxell Batet.

Desde Cs, su presidenta Inés Arrimadas, también aprovechó para cargar contra el Gobierno por pactar con quienes «atacan» la norma de todos. A su juicio supone una «enmienda a la totalidad al mejor PSOE, al que participó en la Transición».

Si bien Podemos participó de la celebración, aprovechó los micrófonos para descalificar la Constitución. «Es un traje viejo», describió gráficamente el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, quien pidió el «empuje» de la calle para avanzar en su reforma. «La Constitución se ha quedado como un traje viejo y hay que volver a escuchar a la ciudadanía para construir nuevos consenso». El diputado Gerardo Pisarello elevó el órdago y exigió que las nuevas generaciones elijan entre Monarquía y República.