Recusaciones

Puigdemont tacha de “ultramontano” al TC por no apartar a dos magistrados de los recursos del “procés”

Su defensa recurre en súplica la decisión del Constitucional de rechazar de plano la pretensión del ex president de apartar a Espejel y Arnaldo y le reprocha su “animosidad notoria”

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El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont apura sus opciones para intentar apartar a los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) Concepción Espejel y Enrique Arnaldo de la resolución de los recursos del “procés”. La defensa del líder independentista ha presentado un recurso de súplica ante el propio tribunal de garantías en el que solicita la nulidad de la decisión del TC de rechazar de plano sus recusaciones y reprocha a los magistrados una “animosidad notoria” contra Puigdemont y sus ex consellers.

En el escrito, su abogado, Gonzalo Boye, no ahorra calificativos para rebatir la decisión del alto tribunal de no apartar a los dos magistrados recusados de la deliberación y fallo sobre esos recursos. Para el letrado, los argumentos expuestos por el Pleno en su resolución del pasado día 15 “raya el absurdo” y el “disparate” y “carece de fundamento”. Incluso reprocha a los miembros del TC que esgriman una “concepción absolutamente ultramontana” en su defensa de una interpretación, dice, “irrazonable y torticera” de los motivos que expuso Puigdemont en sus incidentes de recusación.

Además, critica que tanto Espejel como Arnaldo participaran en la deliberación sobre “la decisión sobre su propia recusación”; así como que los magistrados Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez (que sí decidieron abstenerse respecto a estos recursos para no comprometer la apariencia de imparcialidad del tribunal y salvaguardar las futuras resoluciones) “reaparecen nuevamente en el conocimiento de los asuntos”, una decisión que, subraya, “no tiene precedentes”.

En el recurso de súplica, la defensa de Puigdemont denuncia la supuesta vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, a un tribunal imparcial y a una resolución motivada y fundada en derecho. El letrado se queja de que el TC no ha dado respuesta a los motivos que exponía en su incidente de recusación -entre otros, su “estrecha relación” con el PP- para justificar lo que considera necesaria abstención de los citados magistrados ante su “manifiesta falta de imparcialidad”.

“Raya en lo absurdo”

Para el líder independentista, los miembros del TC muestran una “animosidad notoria” tanto respecto a él como en relación a los recurrentes -la defensa de Puigdemont también recurre en nombre de los ex consellers Antoni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig-, un supuesta actitud que según señala ha puesto de manifiesto “reiteradamente tanto en sede jurisdiccional como fuera de ella”.

Según expone, el TC solo podía rechazar de plano (sin tan siquiera tramitar los incidentes de recusación) si se hubieran incumplido “los requisitos formales para su tramitación”. La única causa, subraya, era que se hubiesen planteado fuera de plazo.

Pero, sobre todo, la defensa del ex president echa en cara al Constitucional que en su resolución “omite pronunciarse sobre cuestiones cruciales alegadas” y “desvirtúa otras hasta rayar en lo absurdo”. Entre otras cuestiones, protesta porque asegura que el TC “no se pronuncia” sobre la supuesta “amistad íntima” de Arnaldo con el presidente del tribunal del “procés”, el magistrado Manuel Marchena, y con el ya fallecido José Manuel Maza, el fiscal general que interpuso las querellas contra los principales dirigentes del proceso soberanista en Cataluña.

Niega que el TC se habría “paralizado”

“Nada se dice, tampoco”, añade, sobre las manifestaciones públicas de Arnaldo denunciadas por el ex president y que según él denotan “su más completa parcialidad para el conocimiento de esta causa”. Y en cuanto a su intento de apartar al presidente del TC, Pedro González-Trevijano, de la decisión sobre la recusación de Arnaldo por la “estrecha amistad” entre ambos -se queja- “no ha sido tan siquiera valorada”. En definitiva, se queja de que el TC ha hecho una “interpretación irrazonable y torticera de la recusación planteada”.

Asimismo considera que la explicación del TC de que apartar a los dos magistrados hubiera dejado al tribunal sin el necesario quórum para tomar decisión (de dos tercios de sus miembros), el líder soberanista considera que “carece de fundamento” y “no es aceptable” porque en su opinión " en modo alguno” esa decisión habría acarreado la “paralización” de la institución, pues los incidentes de recusación “se podrían haber tramitado en la Sala competente al efecto, como ordinariamente sucede”.

El Pleno del TC concluyó que los motivos de recusación estaban basados en meras afirmaciones “huérfanas de todo sustento en hechos concretos”. Y rechazó “que pueda fundarse una duda legítima de imparcialidad sea por la exteriorización jurisdiccional de un criterio jurídico al resolver un proceso o al discrepar de lo resuelto a través de la formulación de un voto particular” (en referencia al que firmó Espejel en la Audiencia Nacional en contra de la absolución del mayor Trapero) o bien “por las manifestaciones vertidas en publicaciones académicas o en artículos de opinión antes de haber adquirido la condición de magistrado” (por las declaraciones de Arnaldo antes de incorporarse al TC).