Desgaste institucional
El TC ve «prioritario» abordar la sentencia del aborto antes de verano
Más de once años después de admitir a trámite el recurso del PP, el tribunal confía en llevar al Pleno un borrador de la resolución con anterioridad a su próxima renovación en junio
Desde julio de 2010, el Tribunal Constitucional (TC) ha tenido cinco presidentes –María Emilia Casas, Pascual Sala, Francisco Pérez de los Cobos, Juan José González Rivas y el actual, Pedro González-Trevijano–, pero una cosa no ha cambiado. El TC sigue sin pronunciarse sobre la constitucionalidad de la ley del aborto aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero y recurrida por el Partido Popular.
En todo ese tiempo, ni siquiera se ha llevado un borrador al Pleno para su deliberación. Y no ha sido por falta de ponentes (los magistrados encargados de redactar la propuesta de resolución). El actual, el magistrado Enrique Arnaldo, es el tercero con esa responsabilidad sobre sus hombros tras Elisa Pérez Vera (partidaria de avalar la constitucionalidad de la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras 14 semanas de gestación) y Andrés Ollero, cuya propuesta de inconstitucionalidad no llegó a ser debatida, tras abandonar el ex diputado del PP el tribunal con la última renovación. Un relevo que obligó de nuevo al cambio de ponente.
Ahora, sin embargo, todo puede cambiar pues según fuentes del tribunal, el TC considera «prioritario» llevar por fin al Pleno un borrador de la sentencia antes del próximo verano. Y es que el organismo es consciente del desgaste institucional que supone seguir prolongando la resolución de un asunto al que, por espinoso que resulte, el propio tribunal dio carácter «prioritario» al admitirlo a trámite.
La Justicia europea mira con lupa
En el horizonte, además, asoma una nueva renovación del tribunal de garantías –el próximo junio– que debe devolver la mayoría progresista al TC, pues dos de los candidatos serán propuestos por el Gobierno de Pedro Sánchez y otros dos se los repartirán PSOE y PP por su cuota en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a expensas de que el bloqueo del órgano de gobierno de los jueces (incapacitado para hacer nombramientos tras la reforma impulsada por el Ejecutivo) no impida la llegada de los cuatro nuevos magistrados al Constitucional.
La intención del TC de desencallar la tramitación del borrador de sentencia sobre la ley del aborto llega apenas unos días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) haya admitido a trámite una demanda de diputados y ex diputados (entre los 50 que en su día recurrieron la ley socialista) contra el Constitucional por la «injustificable» demora en resolver el recurso contra la Ley 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
El tribunal europeo tendrá ahora que discernir –un elemento añadido de presión a los actuales magistrados del TC– si la institución ha podido incumplir en estos más de once años el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que reconoce el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas. Y es que los propios recurrentes recordaron al TEDH que en todo este tiempo el TC ha emitido 2.146 sentencias sobre diversos asuntos, cuya gran mayoría llegaron a conocimiento del TC con posterioridad al recurso contra la ley del aborto.
El Supremo no vio un “retardo malicioso”
El pasado noviembre, el Tribunal Supremo rechazó las querellas de la asociación Abogados Cristianos y de Hazte Oír contra el entonces ponente de la resolución y tres expresidentes del TC a quienes imputaban un «retardo malicioso» en la tramitación del recurso de inconstitucionalidad. Sin embargo, la Sala Penal concluyó que detrás de esa demora no había finalidad ilegítima alguna.
Antes de que se desbloqueara entre PSOE y PP la renovación del TC el pasado octubre, fuentes del tribunal apuntan que la intención era llevar al Pleno de este mismo mes el borrador de sentencia. Pero la inminente salida del ponente cambió el escenario. Ahora, sin embargo, eso no ocurriría, puesto que Arnaldo acaba de comenzar su mandato y, en todo caso, el próximo relevo en la composición del TC no le impedirá seguir adelante con la ponencia.
Habitualmente, es el propio ponente el encargado de llevar a Pleno el borrador de resolución, pero según la ley que regula el funcionamiento del TC también pueden hacerlo el propio presidente o tres magistrados, un paso que se antoja impensable y del que las fuentes consultadas no recuerdan precedentes.
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