10 miembros de la dirección de Sortu han sido condenados por pertenecer a ETA o a grupos de su entorno

Un total de 10 miembros de la nueva dirección de Sortu, el partido dominante de EhBildu, han sido condenados por pertenencia a ETA o a organizaciones de su entorno, según han informado a LARAZÓN fuentes antiterroristas. Las penas suman 55 años.

La incorporación de estos individuos a la cúpula del partido que viene a ser el sucesor de Herri Batasuna y las franquicias que le siguieron con distintos nombres es transmitir puertas adentro, a la izquierda abertzale, que se puede combinar la apuesta institucional (con el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez o María Chivite en Navarra) con un reconocimiento al pasado de “lucha por la independencia” que protagonizó la banda terrorista con sus atentados y las 854 personas asesinadas.

Según las citadas fuentes, estos son los dirigentes incorporados a la dirección de Sortu y las condenas que cumplieron, en un solo caso anulada.

--El reelegido secretario general Arkaitz Rodríguez condenadoa seis años de prisión por el caso Bateragune, aunque el Tribunal Constitucional anuló la sentencia y no permitió la repetición del caso.

--Oihana San Vicente, responsable de coordinación interna, cuatro años y medio de condena en Francia

--David Pla, que fue jefe del “aparato político” de ETA. Seis años de condena en España y cinco en Francia

--Nuria Alzugaray: un año y ocho meses por integración en organización terrorista (sentencia de conformidad en la causa ANV-PCTV). Es la nueva secretaria técnica.

--Kizkitza Gil de San Vicente, responsable de Acción Política: cuatro años en Francia

--Elena Beloki, jefa del Área Internacional: cinco años en Francia

--Haimar Altuna, que se ocupará de las “consecuencias del conflicto” (presos): seis años en Francia

--Aiora Epelde, del Consejo Nacional: seis años en la causa de Segi

--Gotzon Amaro, periodista, responsable de comunicación: condenado a ocho años de cárcel en la causa de las Gestoras pro amnistía

--Gorka Mayo, cuyo nombre se incluía en la nueva dirección: condenado a dos años en la causa de Ekin.

Los nombres de David Pla o Elena Beloki, detenida en su momento junto con José Antonio Urruticoechea, “Josu Ternera”, son los que más han sonado desde que se conoció la nueva directiva, en la tercera semana de enero. Pero los otros no tienen menos importancia ya que ocupan puestos de gran responsabilidad como las ya citados anteriormente.

Altuna, el que se va a ocupar de los presos, fue detenido el 19 de marzo de 2005 en las cercanías de Montpellier. Había sido identificado en julio de 2004 como uno de los integrantes de un “comando” de ETA que se había desplazado a Valencia para realizar atentados contra zonas turísticas. Logró pasar un control policial en España con documentación falsa cuando viajaba en un tren, pero logró huir a Francia cuando se pudo comprobar la falsedad del documento.

Ohiana San Vicente tenía una importante responsabilidad en ETA junto con Aitor Elizarán. Ambos fueron arrestados en 2009 en la Bretaña francesa. Se ocupaban de trasladar directamente las órdenes de ETA a los dirigentes de la izquierda ‘abertzale.

Kikitza Gil San Vicente fue detenida por la Policía francesa el 1 de junio de 2006 en Burdeos junto a Zigor Merodio Larranoa, uno de los supuestos responsables del “aparato de extorsión” de ETA. Ambos fueron arrestados al sufrir un accidente tras saltarse un control de alcoholemia. Tras recorrer varias calles de Burdeos, los dos huidos chocaron con un camión, lo que les obligó a seguir escapando a pie y, finalmente, fueron capturados.

No menos importancia los que fueron sentenciados por su pertenencia a organizaciones del entorno etarra, fundamentales para que la banda pudiera desarrollar su estrategia separatista y criminal en el País Vasco y Navarra.

Ahora, forman parte de la dirección de Sortu, como contribución al pasado. De hecho, ETA, que ha dado comunicados sobre fin de actividades, entrega de las armas, etcétera, no ha renunciado nunca a su marca, ETA, con su lema, “Bietan Jarrai”, (adelante con las dos, el hacha y la serpiente de su emblema).

Sortu, que es tanto como decir EhBildu, porque los otros partidos pintan poco, por no decir nada, es socio preferente del Gobierno socialista (aunque no le haya apoyado en esta ocasión en la reforma laboral) y han dejado claro que bajo ningún concepto van a dejar caer al Ejecutivo de Sánchez. Los presos son algo irrenunciable para los proetarras y caminan todos hacía la libertad, más pronto que tarde.

Otegui ha logrado un control férreo del partido a través de Rodríguez y, durante el pasado congreso, logró acallar a los disidentes que se oponían a su apoyo a Sánchez, que obtuvieron una exigua votación.