PP

Feijóo blinda un congreso de unidad

Recibe un partido con todo el poder provincial en manos de «amigos» de Egea

Alberto Núñez Feijóo arrancará su campaña como candidato a la Presidencia del PP en un territorio «caliente» para los objetivos futuros del partido. Ha elegido Valencia, bastión tradicional del poder de los populares y que hoy está en manos del socialistaXimo Puig. El congreso extraordinario de abril será un «paseíllo» para el líder gallego, pero en su aterrizaje en Madrid tendrá que lidiar con dos problemas inmediatos: redefinir su relación con Vox, y encontrar un discurso que le permita mantener la coherencia consigo mismo, pese al pacto de gobierno en Castilla y León, y gestionar, además, un partido en el que todo el poder provincial esta ocupado por afines, todos ellos amigos personales, del ex secretario general Teodoro García Egea. Los congresos acaban de celebrarse y Feijóo tendrá que pilotar con esta estructura su oposición y su campaña para las próximas elecciones generales. El proceso de renovación territorial quePablo Casado estaba a punto de concluir estará vigente durante los próximos cuatro años, y el nuevo presidente del partido se encontrará con la excepcional situación de no tenerni un grupo parlamentario ni una estructura de partido hecha bajo su dirección y a su medida.

En el partido son conscientes de este problema, pero creen que el perfil de Feijóo limará las consecuencias que podrían derivarse de esta circunstancia. Andalucía es el territorio donde se espera que Feijóo pueda llevarse su primera alegría como líder nacional del partido. Pero antes de llegar a esas elecciones, que se celebrarán en plazo, de tal manera que a la vuelta del verano se convocará el último pleno hábil en la Asamblea andaluza, el partido tiene toda la atención puesta en el equipo del que se rodeará el líder gallego. En Galicia tienen bien probado ya que es de no anunciar sus decisiones hasta el último momento, es de rumiarlas consigo mismo, y cumplir siempre los plazos y los procedimientos. Por eso no dan valor a las especulaciones que empiezan a circular, aunque en coherencia también con su gusto por ser previsible, sí les suena bien la continuidad de Cuca Gamarra, de Esteban González Pons o hasta la vuelta de Juan Carlos Vera al área de Organización.

El PP espera que Feijóo se rodee de un equipo de gestión, austero en el tamaño, y en el que reparta papeles a diferencia de la etapa de Pablo Casado, en la que el hoy todavía jefe de la oposición y su «dos» monopolizaron la visibilidad pública. Feijóo necesita crear ese Gabinete en la sombra, pero, sobre todo, lo que en su partido demandan con más urgencia es una figura económica que esté a la altura de las circunstancias, de peso, ya sea por conocimiento público o por buena gestión autonómica, y que ayude a recuperar la confianza en las siglas en esta materia y frente a un Gobierno de coalición al que la guerra de Ucrania está amenazando con dejarle incluso sin el efecto recuperación de los fondos europeos. Los populares miran a nombres como el de la ex ministra de Trabajo Fátima Báñez o de consejeros autonómicos en la materia, como el andaluz.

Ronda por todas las CC AA

Feijóo empezará a partir de esta semana una ronda por todas las comunidades autónomas para recabar apoyos y dar a conocer su candidatura. Tiene el reto de conseguir que sea lo suficientemente integradora como para que no le caigan encima los mismos reproches que al equipo de Casado. Y para evitar, además, ánimos de revancha en una organización política sometida a tensiones en las últimas semanas que no se recuerdan desde la etapa de Alianza Popular. También se le medirá por la salida que en el Congreso dé a Casado. Es una decisión difícil porque el perfil del todavía presidente nacional no deja mucho margen, es joven, no tiene sitio ya dentro de Génova en el plano operativo, y buscarle una salida europea tiene también sus inconvenientes.

En el PP preocupa el factor tiempo porque no acaban de creerse la promesa de Pedro Sánchez de no convocar elecciones hasta agotar el mandato. Los más veteranos temen que el presidente del Gobierno pueda tener la tentación de convocar junto con las municipales del próximo año. Y Feijóo necesita su tiempo para controlar Génova, controlar las organizaciones territoriales, y redefinir su relación con el Gobierno y con Ciudadanos y con Vox. De momento, su candidatura y su futura elección como presidente del PP están haciendo que en el partido se hable cada vez con más fuerza de la posibilidad de que vuelva el tiempo de los acuerdos de Estado e incluso hasta agitan la idea de la gran coalición. Dos no pueden si uno no quiere, pero en el PP creen que ha llegado el momento de explorar otros caminos diferentes al de entrar en competencia con Vox. Ahora mismo todas las encuestas dicen que Feijóo solo podría gobernar si mete a Vox en su gobierno.