Contra la guerra

El Gobierno no bajará impuestos ni aceptará cambios en su plan de choque

Tras semanas de inmovilismo, Moncloa habla ahora de «urgencia» para tramitar las medidas vía decreto ley y no aceptar los cambios que pide la oposición

El Gobierno dio ayer cuerpo al plan de choque para mitigar los efectos de la guerra. Un real decreto que contiene las líneas generales que ya avanzó el presidente del Gobierno 24 horas antes, con iniciativas para ayudar a familias y empresas, en materia de transportes, de ciberseguridad y de energía. El paquete entrará en vigor el próximo viernes y en Moncloa quieren que lo haga tal y como ha salido del Consejo de Ministros. Se aferran ahora a la «urgencia», después de semanas de inmovilismo, en las que algunas de las iniciativas ya se podían haber puesto en marcha, para cerrar la puerta a las modificaciones que piden los partidos de la oposición. En el Ejecutivo no han querido hasta ahora adelantar ninguna medida de impacto, desgajándola anticipadamente del decreto aprobado ayer en Moncloa, porque querían dotarlo de toda la «potencia» posible y, por tanto, aspiran a aprobarlo sin cambios, «tal y como está», en el Congreso.

Así lo aseguran fuentes gubernamentales que se aferran a lo apurado de los tiempos: la necesidad de ponerlo en marcha de manera inminente y lo acotado de su vigencia, ya que los tres meses de duración de algunas de las iniciativas hace poco operativo que el decreto se tramite como proyecto de ley, con la consiguiente dilación parlamentaria. «No tiene sentido», rechazan las citadas fuentes. Así se lo han solicitado de manera unánime los grupos, que buscan poder marcar su impronta, vía enmiendas, para justificar su adhesión al mismo. Sin embargo, el Gobierno vuelve a destilar unilateralidad y les plantea un nuevo decreto a modo de «lentejas» –o lo tomas o lo dejas–, con la convicción, además, de que, tratándose de una cuestión tan sensible, los partidos de la oposición «van a tener muy difícil oponerse». «Espero que contemos con el apoyo de los agentes políticos y sociales, en este momento en el que los ciudadanos quieren y necesitan estabilidad, confianza y unidad», señaló ayer Nadia Calviño.

En Moncloa desoyen esta petición de los socios y también la que le hizo el principal partido de la oposición: una bajada de impuestos. Descartan de manera tajante avanzar en nuevas rebajas fiscales, porque consideran que «no es el mecanismo más válido» para lograr reducir los precios de la energía y el combustible. «Bajar impuestos, si luego suben los precios, supone un empobrecimiento del sector público que no tiene impacto en el bolsillo del ciudadano», resumen desde el Consejo de Ministros. En esta línea, se recuerda que los expertos no aconsejan tocar la fiscalidad y se presume de ser «el Gobierno que más impuestos de la electricidad ha bajado de la historia».

Esto, a pesar de que Sánchez se comprometió en la Conferencia de Presidentes de La Palma a avanzar en esta vía. En concreto, en la declaración que se alumbró, por primera vez, con consenso de todas las partes se recogió que «las medidas que se incorporarán al plan desarrollarán e intensificarán las ya anunciadas hasta ahora, como son las rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía en los recibos que pagan familias y empresas y otras que se puedan plantear». En Moncloa entienden ahora que este compromiso ya se cumple, al haber ampliado las rebajas ya vigentes hasta el 30 de junio, y no promoverán otras alternativas. «Es una receta muy de los 70», dicen para desacreditar las propuestas que les ha elevado el PP.

En el Gobierno creen que el principal partido de la oposición se acabará sumando al acuerdo, pero prevén que Alberto Núñez Feijóo «se dejará querer». Anticipan, no obstante, que dará su plácet para cultivar su perfil de «hombre de Estado», pero no creen que el «sí» vaya a ser inmediato, sino quizá tras un contacto directo con el presidente Pedro Sánchez. «Nosotros hacemos una propuesta y vamos a ver la respuesta que dan los grupos. Confiamos en que prime la unidad y la responsabilidad y que haya una respuesta positiva», señaló Calviño, en rueda de prensa, dejando un recado para quien será el nuevo líder del PP: «No adelantemos acontecimientos, a ver si el señor Feijóo aprovecha la oportunidad para mostrar un cambio de posición, respecto a un tema tan importante para los españoles».