Rubiales y Piqué, denunciados en los juzgados por el contrato con Arabia Saudí por la Supercopa

Manos Limpias ha denunciado en los juzgados de Madrid a Luis Rubiales y Gerard Piqué -a quienes ya investiga Anticorrupción por estos mismos hechos- por el contrato de septiembre de 2019 que llevó a Arabia Saudía la Supercopa de fútbol y por el que la empresa del jugador del Fútbol Club Barcelona se embolsó una comisión de 24 millones de euros.

El colectivo de funcionarios -que también denuncia al secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Andreu Camps, y a dos abogados externos de la Federación- les atribuye la supuesta comisión de delitos de corrupción entre particulares, administración desleal y falsedad documental.

Según expone en la denuncia, que sustenta en las informaciones reveladas por El Confidencial, Rubiales ocultó a la vicepresidenta de Integridad de la Federación, Ana Muñoz, el acuerdo con la empresa de Piqué, “e incluso vetó un informe del Comité de Ética de la propia Federación, que se opuso a celebrar la Supercopa en Arabia Saudí por tratarse de una dictadura que pisotea los derechos de las mujeres y castiga la homosexualidad”.

“Disparó el salario variable” del presidente de la RFEF

El contrato con Arabia Saudí, recuerda, está fechado del 11 de septiembre de 2019 y tenía una vigencia de seis años. Además, añade, “garantizaba a la Federación unos ingresos de 40 millones de euros libres de impuestos por temporada, una cifra que disparó el salario variable que percibe Rubiales por presidir ese organismo”.

Solo tres semanas antes, el 23 de agosto de 2019 -detalla-, la RFEF había alcanzado un acuerdo con la Asociación de Fútbol de Qatar para celebrar la Supercopa en Doha (por 33 millones anuales, siete menos que Arabia Saudí).

“Piqué no quería que la Supercopa, después de que fuera idea suya darle un impulso a través de su empresa, fuera a otro sitio diferente a Arabia Saudí”. De hecho, continúa el relato de hechos del denunciante, “en su interés de llevar el torneo allí propuso a Rubiales hasta pedir a Juan Carlos I que intermediara a su favor”.

Y aunque el acuerdo de Qatar estuvo a punto de ser ratificado por la RFEF, señala, “Piqué presionó para que Rubiales se decantara finalmente por la propuesta de Arabia Saudí”, como han evidenciado los audios publicados por el citado medio. Unos hechos que, en opinión de Manos Limpias, podrían constituir un delito de corrupción entre particulares.

Un viaje a Nueva York

Asimismo, el colectivo de funcionarios quiere que se investigue el viaje de Rubiales a Nueva York, entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre de 2018, con la pintora mexicana Roberta Lobeira -que adelantó El Confidencial- ante la posible existencia de un delito de administración desleal al haberse pagado supuestamente “con dinero del propio organismo futbolístico”.

“Argumentó que viajó a Estados Unidos para mantener reuniones de trabajo con representantes de la ONU y la Major League Soccer (MSL)” que no se produjeron, sostiene en la denuncia, pues “realmente pasó una semana haciendo turismo con la pintora, con la que mantenía una relación sentimental”.

Manos Limpias también pretende que se esclarezca si la RFEF -que según recuerda recibe hasta 17 millones de euros anuales de fondos públicos- pagó en 2020 durante meses de forma irregular a Rubiales el alquiler de “un piso de lujo” en el centro de Madrid por 3.100 euros al mes, un contrato de alquiler que habría firmado el secretario general de la Federación.

La “operación Aganzo”

Un comportamiento que, según el denunciante, “puede tener consecuencias penales, ya que la Federación aunque permitía a su presidente disfrutar de una ayuda económica para vivienda, era imprescindible que tuviera fijado su domicilio fuera de Madrid”. “Estamos hablando de un perjuicio en el patrimonio de las Administraciones Públicas”, subraya, que podría constituir un delito de administración desleal.

El colectivo denunciante también señala a Rubiales por espiar supuestamente en agosto de 2019 a David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, a través de “una empresa de detectives pagada, presuntamente, con dinero público” con el objetivo de “desbancar a Aganzo de la AFE a través de una moción de censura, planteada por afiliados de su confianza”.

“El objetivo de Rubiales era colocar al frente del sindicato a alguno de sus colaboradores para que esta entidad apoyara sistemáticamente su gestión en la RFEF y ejerciera como ariete contra la Liga de Fútbol Profesional, LFP, en manos de su enemigo acérrimo Javier Tebas”, asegura Manos Limpias, que llama la atención sobre el hecho de que la Federación habría utilizado una empresa inmobiliaria como “pantalla para ocultar su participación en el espionaje”.