Marimar Blanco clausurará el acto del PP en homenaje a su hermano

Marimar Blanco sí será protagonista en el acto que organiza el PP este sábado en memoria de su hermano, Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen 25 años de su secuestro y asesinato por parte de ETA. Blanco clausurará el homenaje que se celebrará en Ermua junto a Alberto Núñez Feijóo y al expresidente del Gobierno José Maria Aznar, 24 horas antes de que se desarrolle el acto institucional, previsto para el domingo.

El acto institucional, organizado por el Ayuntamiento de Ermua, en manos del socialista Juan Carlos Abascal, ha cosechado mucha polémica en las últimas horas porque inicialmente se vetó que Blanco pudiese intervenir. Finalmente, Abascal rectificó y permitió darle la palabra, aunque ha trascendido que le ha exigido ver el discurso con anterioridad. “La censura previa no tiene cabida en una sociedad que ya ha clamado demasiadas veces por una libertad que se les negaba sistemáticamente a los ciudadanos en el País Vasco”, señalan fuentes del PP.

Desde el PP, también explican que el alcalde socialista de Ermua “no ha vuelto a contactar con Marimar Blanco” tras la polémica de estos días, aunque revelan que Casa Real le ha comunicado que finalmente sí podrá hablar en recuerdo de su hermano antes que hablen el lehendakari, Pedro Sánchez y Su Majestad El Rey. El acto institucional también contará con Feijóo y una nutrida representación de líderes políticos. Santiago Abascal no estará tras acusar al Gobierno de “blanqueador” de ETA.

En el homenaje del PP, una silla vacía en recuerdo a Miguel Ángel Blanco presidirá el acto, que concentrará a cerca de 500 personas en recuerdo también de todas las víctimas del terrorismo. De esta manera, los populares quieren rendir homenaje a un edil que murió a manos de ETA, pero que se convirtió en un icono de la lucha contra la banda terrorista.

El aniversario llega, además, cargado de tensión política porque Pedro Sánchez ha dado entrada en la gobernabilidad como socio a Bildu, partido que había prometido dejar al margen por sus vínculos con ETA. Sin embargo, con el transcurso de la legislatura, ha quedado comprobado que los independentistas vascos han ido ganando cada vez más peso, hasta el punto de arrebatarle, por momentos, el protagonismo a PNV y Esquerra, obteniendo relevante pactos.

En este sentido, el acto llega justo después del pacto más polémico entre Gobierno y Bildu: crear una comisión (formada por expertos e historiadores) que estudie la vulneración de derechos humanos contra personas que defendían la consolidación de la democracia entre 1978 y 1983. Es decir, es un redactado algo ambiguo y que ha dinamitado por dentro incluso al propio PSOE ya que entra de lleno en la primera etapa de los socialistas al frente del Gobierno y busca cuestionar la Transición: dirigentes históricos (entre ellos, Felipe González) han salido en tromba a recriminar ese pacto.

En este clima político tan tenso, el alcalde socialista ha tratado de evitar dar la palabra a Marimar Blanco, actual diputada del PP en la Asamblea de Madrid, ante el temor a que exprese su posición y denuncie la deriva del actual Gobierno, que ha acercado posturas con Bildu.

La división política también se ha trasladado al ámbito asociativo y algunas de las entidades que agrupan a las víctimas del terrorismo han declinado la invitación y no asistirán. Así, dos de las principales, la AVT y Dignidad y Justicia, ya han rechazado la asistencia. Dignidad y Justicia ha sido muy directo en la explicación de los motivos: no asistirán porque estará presente el presidente del Gobierno, quien ha acercado al asesino de Miguel Ángel Blanco, Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, desde la cárcel de Huelva en la que se encontraba a la de Estremera. “Acerca a Txapote y acude al homenaje a Miguel Ángel Blanco, eso es de hipócritas, de Judas”, ha señalado estos días Daniel Portero, portavoz de Dignidad y Justicia.

Ya en el reciente acto de homenaje a las víctimas del terrorismo en el Congreso, ni la AVT y Dignidad y Justicia acudieron por el rechazo a la presencia de Bildu y a la línea que está siguiendo el Gobierno, al que acusan de “blanqueamiento” del terrorismo. En ese acto en el hemiciclo, el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, tomó la palabra y quiso también poner exigencias al Gobierno, como arrojar luz sobre los 379 crímenes de ETA sin resolver o acabar con los homenajes a los terroristas.