Elcano, diario de a bordo

«No nos vale con que la gente sea bastante honrada, necesitamos que ese nivel de honor, de compromiso, sea máximo»

El Juan Sebastián de Elcano regresó el 12 de julio a Marín para finalizar su 94 Crucero de Instrucción. Una parada obligada que no se pudo realizar en los dos años anteriores por la pandemia.

Atracado en el muelle de torpedos de la Escuela Naval Militar (ENM), los guardiamarinas desembarcaron por el portalón de popa, despidiéndose del comandante y del bergantín-goleta, donde habían pasado cinco meses adiestrándose, como parte del tercer año de su formación. Regresan a su escuela, donde les quedan todavía dos años más de estudio para convertirse en oficiales de la Armada.

Durante la estancia de Elcano en Marín, en la explanada de la Escuela se realizó el sábado 16, el acto de entrega de reales despachos y jura de bandera, por el día del Carmen, patrona de la Armada y todos los marinos. Una ceremonia solemne a la que acudió su Majestad Felipe VI, como «primer marino de España», además de representantes de la Armada. El acto simboliza el comienzo de una carrera profesional para los nuevos oficiales, y el compromiso para los alumnos (aspirantes) que inician su formación en la Escuela Naval Militar.

Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de Marín
Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de MarínLa Razón

Unos empiezan y otros finalizan sus estudios, pero cómo es la vida dentro de la escuela, qué requisitos son necesarios para acceder, qué se estudia para ser oficial de la Armada. Para encontrar respuesta a esas preguntas, me reúno con el Capitán de Navío Pedro Cardona Suanzes, que es el Comandante Director de la ENM.

Me recibe en su despacho, ubicado en un pequeño edificio elevado sobre el terreno desde donde se puede observar parte de las instalaciones de la escuela. Entre ellas el campo de fútbol, que tiene pintado sobre las gradas cuatro palabras: lealtad, honor, valor y disciplina. Estos cuatro valores, unidos a aspectos científico-técnicos, a la exigencia y excelencia, son los pilares de la ENM y no son palabras vacías, me advierte el Comandante Director. Entonces…

¿De qué manera se enfoca la exigencia y la excelencia en la Escuela Naval Militar?

La excelencia aquí se visualiza en múltiples aspectos. El más fácil de ver es el científico técnico. Aquí en un momento determinado [En 2009 se realiza una reforma educativa que permite introducir el grado de ingeniería mecánica en la ENM] se entiende que la formación que nosotros impartíamos a nuestros alumnos necesitaba de un punto más para mantenernos en esa exigencia que la Armada tradicionalmente había tenido.

Se crea en la Escuela Naval un Centro Universitario de la Defensa, adscrito a la Universidad de Vigo, para gestionar el grado de ingeniería industrial mecánica. Aquí se imparte exactamente el mismo grado que en la Universidad de Vigo. Además, ha sido verificado por la agencia de verificación ANECA. Es más, los profesores que tenemos aquí no son de la Armada, sino del Centro Universitario adscrito a la Universidad de Vigo. Cuando los oficiales egresan de la Escuela Naval Militar, se les dan dos títulos: uno de grado en Ingeniería mecánica, firmado por el Rey y el rector de la Universidad de Vigo y otro de alférez de navío o teniente.

Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de Marín
Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de MarínLa Razón

Además, los cuatro valores principales que sustentan la formación moral de los alumnos en la Escuela Naval Militar son: honor, valor lealtad y disciplina. Puede que sean conceptos que hoy no se manejan mucho, difíciles de entender. Nosotros lo trasladamos al lenguaje que para los jóvenes es más sencillo de entender: integridad, comportamiento responsable, asunción de responsabilidades. No nos vale con que la gente sea bastante honrada, necesitamos que ese nivel de honor, de compromiso, sea máximo.

No solo enseñamos valor para situaciones de combate, también para afrontar ocasiones cotidianas. Por ejemplo, el valor moral de decirle a tu jefe – aunque sepas que no le va a gustar – que no estás de acuerdo con él. No nos vale gente poco valiente, tenemos que tender al máximo, lo mismo con la disciplina y la lealtad. Necesitamos que esa asunción de valores sean al máximo nivel.

Teniendo en cuenta esos valores ¿Cómo es la vida en la Escuela Naval Militar?

Es exigente y dura. El régimen que llevan los alumnos es extremadamente demandante. Tiene que atender a un grado civil muy duro y la parte militar que les capacita para ejercer como oficiales. Además, esa formación integral incluye la parte física. Aquí la vida es dura, muy muy exigente. Es un régimen de internado donde los alumnos casi no tienen tiempo, desde que se levanta hasta que se acuestan.

Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de Marín
Entrega de despacho y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de MarínLa Razón

La Escuela Naval Militar no es para todo el mundo. Además de que el ingreso sea duro, con una nota de corte muy alta y pruebas físicas bastante duras, la gente que entra debe tener unas características muy concretas. La primera es el espíritu de servicio, aquí se entra para servir a España, que es servir a los españoles. También debe ser tremendamente generoso, porque la gente que entra aquí renuncia a muchas cosas básicas. Por ejemplo, un militar tiene unos derechos fundamentales constitucionales limitados, a lo que hay que sumar ciertas renuncias personales que requieren cierta generosidad. Además, deben traer de fuera una predisposición a la formación moral, para la que no todo el mundo está preparado, como la disciplina.

¿Es la única escuela de la Armada?

Es la única escuela de enseñanza de formación de oficiales que tiene la Armada. Luego tenemos las de perfeccionamiento, donde van una vez egresados, ya que la carrera de oficial exige un aprendizaje constante y es en esos centros donde se realizan las especializaciones y cursos.

¿Quiénes estudian en la ENM?

Aquí se forman a los cuatro cuerpos, que son: Cuerpo General, Cuerpo de Infantería de Marina, Cuerpo de Intendencia y Cuerpo de Ingenieros. Cada uno de ellos tiene una función diferente. Los Ingenieros forman parte del proyecto y diseño de nuestras futuras unidades y del mantenimiento en arsenales, Los intendentes son nuestro servicio económico-administrativo, Infantería de Marina son el puño ofensivo de la Armada, la capacidad que proyecta la fuerza naval sobre tierra y el Cuerpo General cumple una función de mando y diseño estratégico.

Hay dos maneras de ingresar. Una es la que llamamos sin titulación, acabas la EBAU e ingresas aquí. Otra es con un título universitario, en la que te incorporas los dos últimos años a la Escuela Naval Militar. Una vez ingresas, tu primer empleo es de aspirante, luego pasas a guardiamarina en el tercer curso.

La ENM es un aprendizaje dual: teórico y práctico, con entrenamientos, simuladores, ejercicios y embarques en buques, entre las que está el Juan Sebastián de Elcano.

En tercero los alumnos pasan unos meses en el Juan Sebastián de Elcano poniendo en práctica los conocimientos teóricos que han aprendido en la Escuela. Además, Elcano les permite familiarizarse con la mar, mediante el contacto con ese medio y con la vocación de marino, que será su profesión toda su vida. Es un buque en que se trabaja en cubierta y donde se percibe muy bien el estado de la mar, el viento. También se aprende el trato con los subordinados. Por primera vez empiezan a tener trato con subordinados, gente que es mayor que ellos y llevan muchos años de Armada.

Elcano no solo es un aula física, también de trato con la mar y enseñanzas intangibles que se aprenden a bordo del buque.

Los alumnos entran con 18 o 20 años en la Escuela Naval Militar. Muy jóvenes ¿Qué visión tiene usted de los jóvenes? ¿Hay diferencia entre los que entran en al Armada y los civiles?

Yo no comparto la corriente de opinión sobre los jóvenes españoles. De verdad creo que no son indolentes. Lo que veo es compromiso, responsabilidad y esfuerzo. Además, hablo con conocimiento de causa porque aquí trabajo con jóvenes todos los días. Tampoco creo que haya una diferencia entre la gente que ingresa en la Escuela Naval Militar y la universitaria, porque considero que la Armada no es más que un extracto de lo que hay en la sociedad en la que vivimos. No somos ni más ni menos, por tanto, si aquí vienen chicos y chicas que traen ese compromiso del que hablábamos antes es porque lo hay también en la calle.

Pienso de verdad que una de las mejores cosas que tenemos en España son los jóvenes. No es una frase hecha ni una forma de hablar, lo pienso así porque lo veo todos los días. Mi reconocimiento a la juventud es pleno.

Cualquiera que se ponga a recorrer la historia de España, ve que la Armada es sustancial a nuestro pasado. Lo vemos en el descubrimiento de América, la Primera vuelta al Mundo, etc. ¿En la Escuela Naval se estudia historia? ¿Y la figura de Juan Sebastián de Elcano?

En todos los planes de estudio que se imparten aquí se estudia historia. Creo que es absolutamente necesario, porque conociendo tu pasado te sientes orgulloso de él y responsable de entregar ese legado y si es posible mejorarlo. En la Escuela Naval Militar se les enseña la figura de Elcano y muchos otros hechos necesarios para conocer el mundo y nuestro pasado.

La historia de España en general, y la de la Armada en partículas, es muy desconocida. Además nos la han venido a contar otros y aunque parezca sorprendente hemos comprado su relato. Como siempre, contra la ignorancia la vacuna es leer y estudiar.

¿Qué planes de futuro tiene la escuela?

Lo que no ha cambiado es el reto que tenemos: esa formación integral para que los futuros oficiales sepan defender a España y a sus ciudadanos en y desde la mar. El reto es el mismo hoy, con la salida de un nuevo curso de guardiamarinas como oficiales, al que tenía Patiño cuando estableció esta Escuela en 1717.

Efectivamente evolucionamos y se han producido profundas trasformaciones. Un cambio de calado fue la incorporación del Centro Universitario de la Defensa en 2009 para impartir el grado en Ingeniería Mecánica. Por tanto, no es la Escuela por la que yo pasé. Otro cambio reciente fue el que se realizó aquí durante la pandemia. La Escuela fue capaz de trasformar un problema muy complicado en una oportunidad de utilizar la trasformación digital, que sufrió un acelerón muy importante. Aquí se implantó un sistema de enseñanza híbrida que todavía hoy permanece, que combina la enseñanza presencial con la online.

Desde siempre la adaptación al medio ha estado en el ADN de la Armada, no nos queda más remedio por el ambiente marino en el que vivimos. Estamos en constante cambio, ahora enfocada a la trasformación digital. En esta línea, hace poco tiempo se creó en la Escuela Naval Militar el Centro de Inteligencia Artificial de la Armada. Un proyecto en el que ya estamos trabajando es aplicar algoritmos de inteligencia artificial para que nos ayude a evaluar el comportamiento de los alumnos en los simuladores de manejo de armas y ejercicios de puente de gobierno. En resumen, nos adaptamos para que nada cambie.

La ENM es una desconocida fuera del mundo militar, pero no aquí en Galicia y en Marín. ¿Cuál es la relación de la Escuela con su entorno?

Con Marín es excelente y simbiótica. Es magnifica a nivel institucional, con todas las administraciones. Además, socialmente también colaboramos mucho con todo tipo de organismos. Digo que es simbiótica porque al final la Escuela es un motor económico para la zona. Estamos realizando un estudio y las primeras cifras que manejamos son 15 millones de euros al año de retorno, de impacto favorable en el entorno. Pero también es motor de conocimiento. Hay una relación muy intensa, incluso privilegiada con la Universidad de Vigo.

La escuela está abierta a todos, se hacen jornada de puertas abiertas algunos fines de semanas y tenemos muchas instalaciones deportivas que en el último año han podido utilizar unas 15.000 personas externas al centro.

Así es el Capitán de Navío Pedro Cardona Suanzes, Comandante Director de la Escuela Naval Militar

Pedro Cardona Suanzes, Ferrolano. Capitán de Navío. Ha estado embarcado en las fragata Asturias, Reina Sofía y Almirante Juan de Borbón, entre otros buques de superficie. Ha mandado los buques Atalaya y Reina Sofía.
Durante su carrera militar ha participado en agrupaciones de la OTAN y la Unión Europea, como la operación Atalanta (que defiende las costas de Somalia de la piratería) o la operación Sea Guardian (Misión de identificación y combate de amenazas y problemas para la seguridad marítima en el Mediterráneo, como el terrorismo).
Ha estado destinado en el Estado Mayor de la Armada, en la División de Planes (Sección de Planes Estratégicos) y en la Sección de Operaciones del Estado Mayor de la Flota. Ha trabajado en la Representación Militar de España en Bruselas ante comités militares de la OTAN y la UE. Además, es Diplomado en Estado Mayor por el Joint Services Command and Staff Collage (Reino Unido) y obtuvo el Máster en Defence Studies por la universidad King’s College London.
Por su participación en misiones y su servicio a España, ha recibido numerosas condecoraciones, entre las que destacan, la Placa, Encomienda y Cruz de San Hermenegildo, la Cruz al Mérito Naval o el Distintivo de Mérito en Operaciones por la Paz, entre otras.