Los Reyes envían un telegrama a la hija de Gorbachov y destacan “su labor en la escena internacional”

Mijaíl Gorbachov, el último dirigente soviético que murió este martes a los 91 años, quiso cambiar la URSS y acabó cambiando el mundo, ya que puso fin a medio siglo de antagonismo entre Este y Oeste conocido como la Guerra Fría. Su fallecimiento ha generado multitud de reacciones, dado su carisma y su reconocimiento como uno de los estadistas más importantes de la historia a nivel mundial.

Los Reyes también han querido recordar su figura y mostrar sus condolencias a su familia. Según fuentes de la Casa Real, sus majestades han enviado a Irina Gorbacheva, hija de Mijaíl Gorbachov, un telegrama en el que le expresan su “más sentido pésame por esta triste pérdida de quien ha sido, sin duda, una gran personalidad en su país, en Europa y en el mundo.”

Sus Majestades recuerdan en el telegrama que “su labor en la escena internacional fue reconocida con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1989, con el premio Nobel de la Paz en 1990 y con el premio Carlos V de la Academia Europea e Iberoamericana de Yuste en 2002.”

El dirigente ruso no acudió a la ceremonia de entrega de los Premios de Asturias, en su lugar fue Serguei Romanovski. El Jurado, acordó, entonces, conceder este galardón a Jacques Delors y a Mijail Gorbachov por sus esfuerzos, a lo largo de los últimos años, para favorecer la cooperación internacional y eliminar las barreras que dificultan el entendimiento entre las naciones.

En 2002 viajó a Cuacos de Yuste para recoger el premio Carlos V, que le otorgó la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste. Lo hizo de manos del entonces príncipe Felipe y acompañado tanto del dirigente extremeño en 2002, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, como el que ya era expresidente del Gobierno, Felipe González.