Partido Popular

Feijóo se arma con la crisis para el duelo con Sánchez

El PP duda de la oportunidad del «cara a cara». Ven más riesgos para ellos que para Sánchez. Creen que el guion deben centrarlo en las familias

El debate del próximo martes en el Senado amenaza con quedar convertido en un diálogo de sordos. Con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dedicado a exhibir su papel de estadista internacional, donde busca refugio de la crisis económica interna y de la amenaza creciente de conflictividad social; y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, centrado en hablar de la crisis y del empobrecimiento de las familias ante una escalada de subida de precios que encadena tres meses con el IPC por encima del 10 por ciento.

Este próximo debate tiene escaso recorrido electoral y será sepultado por la crisis energética y las malas perspectivas económicas que se nos echan encima con el fin del verano. Pero el PSOE sí confía en utilizarlo para tomar un respiro y para subir los ánimos de los suyos a la hora de dar la batalla en la remontada de las malas expectativas de los sondeos. Una tarea que se antoja complicada en un contexto económico como el actual.

Aun así, en el Gobierno han visto una oportunidad para morder en el liderazgo de Feijóo. Y esto es lo que ha movido su giro de posición, y que de poner excusas para celebrar el duelo parlamentario hayan pasado a aceptar el envite lanzado desde el principal partido de la oposición.

Al mismo tiempo, también ocurre que, por primera vez desde la salida de Pablo Casado, Génova ha tomado una decisión que genera debate y dudas. No hay críticas ni discrepancias, pero sí preguntas sobre la oportunidad del debate y también respecto al «no» del partido al primer plan de medidas de ahorro energético.

En el PP atribuyen este «no» al hecho de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fuera la primera en dar el paso adelante, como suele hacer en casi todos los debates. Y están de acuerdo en que el plan falla en el fondo y en la forma, pero también analizan que, sin ese primer paso de Ayuso, y sin el anuncio de un recurso de inconstitucionalidad, que Sol ya tiene preparado, el grupo en el Congreso podría haber optado por una abstención que aliviase ahora la presión para dar su alternativa.

El PP asume que la cita de la Cámara Alta tiene más peligro para ellos que para Sánchez. El líder socialista tiene mucha experiencia en este tipo de debates. Feijóo también, pero en el ámbito de la política gallega.

Por eso, en el grupo parlamentario del Senado no todos entienden la iniciativa de promover este «cara a cara», y creen que el camino para conseguir que salga bien pasa por «preparárselo muy bien y no salirse del guion, de darle a Sánchez donde más le duele, que es en la situación de las familias».

Frente a los éxitos en la UE que reivindicará Sánchez, Feijóo irá con «la realidad de la calle». Pero también se medirá en su capacidad de ofrecer propuestas y alternativas a las medidas de ahorro energético del Gobierno.

Salgan como salgan los titulares de esa jornada parlamentaria, y de quien sea el ganador, hay una realidad que no niegan en el PSOE, y es que la fuerza de la crisis económica es tal que no hay argumentario de partido ni campaña contra el adversario que aplaque el desgaste sobre el Gobierno, salvo que no se cumplan las previsiones y el invierno no sea tan duro como se nos está anunciando.

Aun así, desde el entorno del presidente del Gobierno explican que él no ha dado por perdida la batalla: «Es no conocer a Pedro pensar que no lo hará todo para dar la vuelta a la situación».

Si preguntas fuera de Madrid, los presidentes y alcaldes socialistas no entienden la importancia que se está dando al debate en el Senado con el que arranca el curso político. Ni tampoco creen que la campaña contra Feijóo sirva para facilitarles el camino hacia las elecciones de mayo. La analizan más en clave nacional, y de pulso de «egos nacionales», que como iniciativa dirigida a compensar la factura que creen que ellos van a tener que pagar en las urnas «a costa del desgaste de la imagen del presidente y de la política que hacemos en Madrid».

Por su parte, Feijóo insistió de nuevo ayer en denunciar la campaña de oposición en su contra que se hace desde el Consejo de Ministros: «Hacen oposición a la oposición y hacen oposición entre los miembros del Gobierno. Entonces, ¿quién gobierna en España?». El líder popular cree que «este Gobierno no está concebido para hacer frente una crisis, sino para resistir en el gobierno; y una cosa es resistir en el gobierno y, otra, gobernar».