Arrimadas no aclara si liderará el nuevo Ciudadanos

El futuro de Ciudadanos está en el aire y también el de su actual presidenta, Inés Arrimadas.Los malos resultados electorales, que empezaron con su desaparición en las elecciones municipales de la Comunidad de Madrid y se fueron repitiendo en cada cita con las urnas, obligan al partido a tomar decisiones de cara a los próximos procesos electorales autonómicos y municipales en 2023, y las generales al siguiente. En este contexto adverso, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no quiso aclarar ayer si se presentará a las primarias para liderar el nuevo proyecto naranja con el que volver a reconectar con su electorado para no «enturbiar» todo el proceso de refundación, que culminará en diciembre o enero con una Asamblea extraordinaria.

En una rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva y del equipo para la refundación del partido, Arrimadas confirmó que se pueden cumplir los plazos que se dieron para llevar a cabo la refundación en seis meses y, por tanto, planteó en la reunión de ayer que este proceso culmine en una Asamblea extraordinaria que, si no hay cambios, podría celebrarse a finales de diciembre o principios de enero de 2023.

Arrimadas, que admitió que la situación del partido es «muy grave» al acumular muchos resultados electorales «muy malos», no quiso despejar la incógnita sobre sus intenciones políticas, que dependerán, en buena parte, de cómo perciba ella los apoyos internos con los que cuenta y el pulso que tome a la militancia, muy mermada con tanto revés electoral (unos 12.000 de los alrededor de 30.000 que llegaron a sumar), según Efe.

En todo caso, la líder naranja insistió en que urge «reiniciar este proyecto político porque sigue siendo absolutamente necesario» y por eso la refundación debe servir, ha dicho, para actualizar las banderas, renovar las ideas y estar más pegado a la calle.

En este sentido, la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN pronostica la prácticamente extinción de la formación naranja que conservaría un solo escaño frente a los diez que obtuvo en las elecciones generales de 2019.

Arrimadas opina que su formación es necesaria para defender a las clases medias, explicó, que están ahogadas por la situación económica, pero que no reciben ninguna de las ayudas que «ven anunciarse en la televisión» y también necesaria para frenar a los nacionalismos. «No se puede ceder ni un milímetro», subrayó al señalar que hoy estará en un acto en el Parlamento de Cataluña rememorando «el mayor atropello a los derechos y libertades de los españoles», refiriéndose a la aprobación de las llamadas leyes de desconexión aprobadas los días 6 y 7 de septiembre de 2017.

Los críticos

Sin embargo, en este camino hacia la renovación del partido tendrá que hablar también con afiliados y cargos de Ciudadanos, entre los que figuran responsables políticos de Aragón, que pusieron en marcha «Somos Ciudadanos» para que las bases decidan el futuro del partido. De hecho, reaccionaron ayer a las palabras de la todavía líder de la formación. A través de un comunicado en Twitter lamentaron que Arrimadas «siga atrincherada sin asumir responsabilidades y retrasando medio año la Asamblea General». Desde la plataforma criticaron que «ante la inmediatez de las urnas donde nos jugamos el futuro del proyecto», no se puede dilatar la convocatoria extraordinaria de la Asamblea General. «Urge darles voz a los afiliados para que decidan qué partido queremos».

🔴COMUNICADO

Lamentamos que @InesArrimadas siga atrincherada sin asumir responsabilidades y retrasando medio año la AG.@CiudadanosCs sigue negándose a facilitar el número de afiliados. Dato imprescindible para recabar las firmas necesarias y convocar el proceso. pic.twitter.com/HL57u224Xj

— Somos Ciudadanos (@Somos_Cs) September 5, 2022

De hecho apelaron a los Estatutos de la formación naranja en virtud de los cuales se puede convocar la mencionada Asamblea. En concreto, el artículo 59 b dice que se podrá convocar «cuando lo soliciten al menos un tercio de los afiliados en plenitud de derechos, mediante la firma de una petición expresa que habrá de incluir el orden del día. La solicitud se dirigirá al Consejo general que procederá a formalizar la convocatoria». Los críticos denuncian que desde la dirección general se les ocultan los datos y ella les ha respondido que para tomarse en serio un proceso como este se requiere un tiempo para renovar las ideas y seis meses es un plazo razonable. La próxima Asamblea será la sexta y debería convocarse en los dos meses previos a su celebración.