Senado

Compromís exige que el tamazight se iguale a otras lenguas del Estado

Se trata de una de las cuatro lenguas más habladas en Marruecos

Una calle de Melilla, donde también se habla el tamazight
Una calle de Melilla, donde también se habla el tamazightL DiazLa Razón

El pasado mes de julio, el senador de Compromís Carles Mulet, de visita en Melilla para denunciar los últimos sucesos en la frontera, compartió su deseo de que desde las instituciones se reconozca «la riqueza del tamazight» –una de las cuatro lenguas bereberes más hablada en Marruecos y usada en buena parte de la Ciudad Autónoma española–, en su opinión «la gran desconocida».

Se trata de una vieja reivindicación del hiperactivo senador por Valencia –en seis años ha registrado más de 30.000 iniciativas y preguntas parlamentarias– quien considera que la actual redacción de la Ley de Memoria discrimina a buena parte de la «pluralidad cultural» del Estado, y entre las cerca de 80 enmiendas que la coalición ya ha registrado a la nueva norma –que está a punto de llegar a la Cámara Alta–, figura equiparar a todas las lenguas que para Compromís sufrieron alguna persecución por parte del franquismo, pero no solo las lenguas y culturas vasca, catalana y gallega o romaní, sino incluyendo también «la represión» sufrida en la pedanía de El Carche, en Jumilla (Murcia) o el menosprecio al propio tamazight –con programación en la televisión local de Melilla– y el árabe ceutí.

No es la primera vez que el partido valenciano busca el reconocimiento oficial de la lengua bereber en España o, al menos, una aportación económica para su preservación. La última noticia al respecto señalaba que el Gobierno no daría ayuda económica al tamazight dentro del programa de «nueva economía de la lengua» de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). Fue la respuesta que se dio el pasado agosto a otra interpelación parlamentaria de Carles Mulet, que quería saber si «todo el patrimonio lingüístico del Estado tiene la misma importancia» para el Gobierno.

Según el senador, «es completamente injusto y discriminatorio, ya que se persiguió como mínimo por igual otras lenguas y culturas, y no es lo mismo hablar de lengua catalana para equiparar la lengua común de Catalunya, País Valencià, Baleares o comarcas de Aragón y Murcia, como si todos formaran parte de una misma cultura: existen las culturas propias más allá de la lengua común, igual que pasaría con el asturiano, pero no sería equiparable a la cultura propia de Asturias con las otras zonas asturiano hablantes como la región leonesa, Extremadura o Cantabria; o no es lo mismo la represión de la lengua y cultura gallega como la del Bierzo, que va más allá del idioma gallego, y así en todos los casos».

En otra de sus iniciativas, Mulet pedía hace dos años al Gobierno «reformular el Instituto Cervantes» para que incluyera el tamazight y la dariya bereber como idiomas no oficiales a proteger.

El Ejecutivo respondía que «el Instituto ha programado “actos culturales” relacionados con Asturias (64 actividades); ninguna con el bereber tamazight de Ceuta y Melilla; con la cultura cántabra (24); otras 15 con el aranés y la cultura occitana y cátara; 181 relacionadas con el País Vasco; 52 con Extremadura; 226 con Galicia; 133 con Castilla y León; ninguna para el portugués y 7 con la cultura romaní». Aseguraba además mantener «una fluida relación con la Dirección General de Política Lingüística i Gestió del Multilingüisme de la Generalitat Valenciana». Un grado de implicación que no fue del agrado del senador, quien calificó de «hirientes» algunas respuestas.

Respecto al tamazight, ya en 2009 Coalición por Melilla (CPM) demandó que se convirtiera en una asignatura optativa en la ESO, pero la posibilidad de incluirlo en la enseñanza reglada parece bastante lejana. En esa época, a varios partidos nacionalistas con ERC a la cabezase les ocurrió pedir en el Parlamento que se pusiera al mismo nivel que el castellano en Ceuta y Melilla.