Inestabilidad

La reforma del delito de sedición ahoga a los barones del PSOE

El doble juego por la coalición PSOE+ERC+Bildu, que blinda a Sánchez, agita de nuevo a los candidatos socialistas de mayo

Que «sí», que «ya veremos», que «no hay apoyos suficientes» o que «se quiere hacer, pero no está vinculado a la negociación presupuestaria». El Gobierno ha cogido el hilo de la cometa que le lanzó ERC sobre la reforma del delito de sedición para beneficiar a los independentistas con causas judiciales derivadas del referéndum ilegal, pero lo ha hecho justo en el momento más inconveniente para el calendario del partido. No sorprende, porque la agenda del PSOE, mirando a las elecciones autonómicas y municipales, no coincide últimamente con el calendario de Moncloa.

La polémica revive y, sin embargo, lo más previsible es que el compromiso de reforma no llegue a materializarse, aunque el juego de ir de farol puede ser otro elemento más que dañe los intereses de los candidatos a las elecciones autonómicas y municipales socialistas. Fuera de Cataluña, todo lo que suena a cesión ante el independentismo catalán tiene muy mala venta, también entre el votante del PSOE.

El movimiento de Moncloa en este inicio de la negociación presupuestaria agrava la tensión territorial y la necesidad de los barones de marcar distancias con la figura del presidente del Gobierno y con su política en Cataluña.

Moncloa niega que los indultos o el anuncio de que ahora sí van en serio con la reforma del delito de sedición tenga un coste en el crédito del partido, pero no lo ven así los dirigentes que pisan la calle fuera de la burbuja madrileña y que están convencidos de que su votante todavía no les ha perdonado el indulto a los líderes del «procés».

La reforma del delito de sedición fue iniciada a finales de 2020 por el Ministerio de Justicia, tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo que envió a la cárcel a nueve líderes independentistas, entre ellos Oriol Junqueras. Pero la complejidad de su tramitación parlamentaria obligó a descartar esta vía y a optar por el indulto. A ERC le urge la rebaja a la mitad de las penas previstas porque todavía tiene a casi un centenar de afines pendientes de juicio, y si no lo arregla ahora, y el PSOE pierde el poder, esta batalla la tiene perdida y no podrá evitar la entrada a prisión de varios dirigentes muy próximos a Oriol Junqueras. Esto es lo que ocupa a ERC, y no el futuro de Carles Puigdemont, el ex presidente prófugo de la Justicia y al que dan por amortizado, tanto que aseguran con seguridad que no volverá a España.

Los barones se quejan de que Moncloa solo piense en el guion personal de Sánchez, sin atender al mensaje que más interesa al proyecto general. La explicación de esta estrategia es que están convencidos de que el plan A del presidente del Gobierno es la coalición de izquierdas, y ahí entran, necesariamente, ERC y Bildu. Esto le sirve para todo, a nivel nacional y local.

«Solo si esto le falla podría valorar pasarse al plan B, el del PNV + PDeCAT». Moncloa juega a tantas manos que, al mismo tiempo que gobierna con el PNV, le está enseñando la zanahoria de una coalición en el País Vasco a Bildu. «Y para eso le va muy bien consolidar en Cataluña un Gobierno de ERC en minoría con apoyo externo del PSC. Es lo mismo que a lo que aspiran en Bildu». La reflexión de los barones que se la juegan en las elecciones de mayo coincide en este análisis. En los planes de Sánchez no figura alejarse de ERC, y si le presionan con la sedición tiene que torear esa presión, aunque sea intentando engañarles, como ya ha hecho con la mesa bilateral de diálogo. Más allá de un par de fotos, ERC no ha sacado de la «mesa» ningún logro que exhibir ante su votante y el de Junts.

Además de Sánchez, este debate también beneficia al ex ministro Salvador Illa en su batalla por conseguir la Presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones. Fue la lista más votada en los últimos comicios, pero la pinza ERC y Junts le dejó fuera de la Generalitat. El escenario de ruptura fratricida dentro del independentismo favorece las expectativas de los socialistas catalanes.

Todo este puzle lo hizo ayer estallar por los aires el portavoz de Esquerra en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, cuando sorprendió con la reivindicación de un discurso que los barones socialistas echan en falta que hagan Moncloa y Ferraz.

Rufián dejó en evidencia la discusión sobre el delito de sedición al apuntar que es un tema que está fuera de lo que interesa y preocupa a la gente. «La gente está superdesconectada de temas que hablamos a diario». El también candidato a la alcaldía de Santa Coloma de Gramanet advirtió: «Debemos ser muy conscientes de que a menudo hablamos de cosas que a la gente no le interesa. La gente está mucho más preocupada por su hipoteca, por lo que paga en el súper, por lo que cobra, por la guerra o por el clima», señaló en La 2.

Rufián desvinculó este debate sobre la reforma del delito de sedición del apoyo de su grupo a los Presupuestos de 2023, y se mostró partidario de negociarlos con independencia de qué ocurra con la reforma del Código Penal.

En el «mainstream» oficial entró para advertir de que la rebaja del delito de sedición «no soluciona el conflicto» porque la mayoría de los casos judiciales abiertos en Cataluña por el «procés» no guardan relación con dicho delito.