Londres

La defensa de Juan Carlos I alega que Corinna Larsen no presentó informes médicos sobre su ansiedad

La Corte de Apelaciones dilucida si la inmunidad del exjefe del Estado lo protege antes de 2014 en la demanda por acoso que Corinna Larsen le ha interpuesto en Londres

Los abogados del Rey Juan Carlos I se han esforzado este martes por demostrar que la demanda de Corinna Larsen por supuesto acoso ha ido cambiando a lo largo del procedimiento y enmendando sus propios argumentos una y otra vez para llegar a la conclusión de que el exjefe del Estado y el general exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán actuaron de forma “personal”. A golpe de enmiendas ha buscado “avanzar en un caso diametralmente diferente al caso original”. Creen los letrados que esto unido a que la empresaria no presentó ningún informe médico al inicio del procedimiento en 2020 redunda en la “credibilidad” de su demanday que “la sensibilidad del contexto solo refuerza la importancia de que la Corte adopte un enfoque riguroso”. La Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales ha escuchado a los abogados de uno y de otro lado para decidir sobre la inmunidad del Rey antes de que en 2014 abdicara y determinar entonces si puede ser juzgado en Londres. La decisión no se espera próxima y el Tribunal no descarta pedir más aclaraciones en los próximos días.

No ha sido un buen día para la defensa de Corinna Larsen a quien los propios magistrados le han recordado que esto es un procedimiento demasiado serio para que no presenten prueba alguna. El argumentario que el letrado del bufete del Rey Carter-Ruck ha utilizado -al que ha tenido acceso LA RAZÓN- expone que Larsen se escuda simplemente en la amistad entre Sanz Roldán y el monarca para señalar que actuó a “título personal”. “Lo hace refiriéndose a visitas supuestamente realizadas por el General al recurrente después de su abdicación”, dice el escrito. En concreto, los abogados de la alemana han sostenido que el exdirector del CNI ha viajado 18 veces aAbu Dabi. Pero esto, dice la defensa del monarca, contrasta “marcadamente con las afirmaciones” hechas por ella “a medios españoles de que el General estaba actuando en nombre de otros elementos del Gobierno, o dentro de la Casa Real española”. Los magistrados han reiterado que deben aclarar este punto para saber si el procedimiento debe dilucidarse en la vía civil o no tiene hueco aquí.

La Corte de Apelaciones ha estado horas escuchando a unos y a otros en aras de pronunciarse sobre la inviolabilidad de Don Juan Carlos y poder, entonces, determinar si entran o no en el fondo de la demanda en la que Larsen explica que fue acosada entre 2012 y hasta 2020 por no devolver un dinero que el exjefe del Estado le había prestado. En este sentido, el escrito de la defensa de la empresaria expone que “trató de usarla y controlarla para que aceptara sumas sustancias de dinero que no declaraba a las autoridades españoles para luego permitirle tener un acceso oculto al dinero”. Dice que el monarca justificó meter a la empresaria en sociedades como Lucum sobre la base del “cariño” que le tenía a ella y a sus hijos y que no podía dejar reflejado en su testamento. “Ahora resulta que los motivos eran más siniestros”, señala el escrito. En realidad, señala, cuando las autoridades Suizas empezaron a perseguir el origen de los fondos de la Fundación Lucum él “consideró que podía ocultarlos entregárselos directamente a Corinna”.

La defensa de Don Juan Carlos ha entrado en cuestiones técnicas para tratar de desmontar todo el procedimiento alegando que, por un lado, no se le notificó correctamente la demanda, y por el otro, que Larsen ha ido modulando sus argumentos camuflados en “enmiendas” que son “artificiales” para introducir el concepto de que los demandados actuaron de forma personal. “No corresponde que un tribunal de apelación considere si los ‘defectos’ pueden subsanarse mediante enmiendas en el contexto particularmente sensible de inmunidad estatal”, refleja el Rey. “Es necesario determinar si las enmiendas son inventadas o no”. Añade también que en su demanda describe hechos ocurridos en otros territorios, por ejemplo en su casa en Mónaco, sobre los que Inglaterra no debería tener ninguna jurisdicción.

Además, esgrime que hasta octubre de 2021 se podían presentar pruebas y ella podría haber presentado pruebas médicas en esta etapa. Pero no lo hizo, “presumiblemente porque no se había presentado ningún caso de lesiones personales”, dice. Cabe recordar que Larsen alega que el supuesto acoso continuado de Don Juan Carlos y sus emisarios le provocó ansiedad y depresión y, es por eso, que pide una indemnización a la que no ha puesto cantidad. Este pleito civil busca dinero, si bien fuentes de su defensa no descartan emprender otro proceso penal en el que sí estarían en juego penas de cárcel. Esta es la primera vez que Larsen no se presenta en una de las sesiones que desde el pasado mes de marzo están teniendo lugar en la causa londinense.