El agua

Page pide audiencia ante el Consejo de Estado por el plan del Tajo

Esgrime que es parte interesada en los planes hidrológicos de las cuencas intracomunitarias que conforman su geografía

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.JCCMJCCM

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, solicitó el pasado jueves mediante una misiva, audiencia ante el Consejo de Estado en relación al Plan Hidrológico que afecta directamente al río Tajo, en concreto al caudal del trasvase que se vierte al Segura.

Según una nota de la Junta de Comunidades hecha pública este viernes, el jefe del Ejecutivo regional considera que los planes hidrológicos del tercer ciclo de planificación fueron informados favorablemente por el Consejo Nacional del Agua el pasado mes de noviembre de 2022, tras lo que fueron presentados al Consejo de Estado para su dictamen.

En este sentido, recuerda el presidente castellano-manchego que la comunidad autónoma que preside es «parte interesada en los planes hidrológicos de las cuencas intracomunitarias que conforman su geografía, en especial en las del Tajo, Guadiana, Júcar y Segura». Y la eventual «modificación en las disposiciones contendias en estos planes», y en concreto en la del Tajo, afectaría a Castilla-La Mancha.

Es por ello por lo que el presidente García-Page solicita la audiencia del Consejo de Estado. Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha «no se pretende que vaya mal la agricultura de otras regiones españolas, por lo que el Ejecutivo regional pide moderación a las comunidades autónomas que se sienten atacadas por Castilla-La Mancha, que lo único que hace es defender sus derechos», según el comunicado emitido ayer por la Junta.

Así mismo, el Ejecutivo autonómico alega que “no se puede abusar más del Tajo y la realidad del cambio climático obliga a ello, a cambiar las reglas de explotación». Por ello, «el Gobierno de Castilla-La Mancha nunca se ha opuesto a que haya derivaciones para consumo humano, pero no es permisible que el río Tajo siga perdiendo agua en su cabecera para regar de manera artificial».

En este sentido, la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, pidió el jueves apoyo al líder del Partido Popular de la región, Francisco Núñez, para que se pronunciara sobre si el presidente de Castilla-La Mancha «merece ser insultado por parte de los regantes de otras regiones por haber defendido el interés general de nuestra tierra, por haber defendido el caudal ecológico del Tajo y por haber defendido que en Castilla-La Mancha también tenemos derecho a desarrollarnos en torno a nuestro agua».

Además, Fernández añadió que «es importante que el líder de la oposición no calle, ya que se calla permanentemente frente a los líderes de su partido que apuestan claramente por el agua para Murcia o Levante y no rechista; al menos, que pueda afearle a esas personas, que se dedican a insultar al presidente de Castilla-La Mancha, solo por el hecho de defender lo que es su obligación, que es defender a esta tierra».

Fernández hacía así alusión a las manifestaciones promovidas por el Sindicato Central de Regantes en Murcia y su presidente, Lucas Jiménez, que entre otras cosas, calificó de «bravucón» a García-Page. Sobre las duda de algunas comunidades como Valencia sobre la aprobación en el Consejo Nacional del Agua del respeto a los caudales ecológicos del Tajo tal como estableció el Tribunal Supremo en su sentencia, Fernández aseguró que «desde el Gobierno de Castilla-La Mancha no solamente hemos ganado la batalla sino que siempre hemos dicho la verdad y es que el Consejo Nacional del Agua vino a dar la razón a las demandas históricas de la región en el asunto que ha sido estratégico y que ha tenido drenado el Tajo durante décadas, mediante el trasvase Tajo-Segura».

Gracias a esta decisión, Fernández señaló que «en un plazo medio de tiempo, el Tajo volverá a tener unos caudales ecológicos que garanticen que nuestro río vuelva a ser un río y no un arroyo que sobrevive desgraciadamente por la aportación de agua residual de Madrid».