Política

El desafío independentista

Alcaldes contrarios a la secesión piden auxilio a los grupos de limpieza

El PP aboga por reformar la Ley de Símbolos para evitar el uso de propaganda en la vía pública.

Los soberanistas colocan lazos amarillos y carteles a favor de los presos en edificios públicos
Los soberanistas colocan lazos amarillos y carteles a favor de los presos en edificios públicoslarazon

El PP aboga por reformar la Ley de Símbolos para evitar el uso de propaganda en la vía pública.

Si los alcaldes independentistas decoran sin reservas ni obstáculos sus ayuntamientos y algunos espacios públicos con pancartas a favor de los políticos presos, los alcaldes constitucionalistas (todos ellos socialistas) no corren la misma suerte cuando ordenan a sus servicios de limpieza retirar la simbología que coloca el separatismo en la vía pública. En algunas ocasiones, según han confirmado diversas voces del entorno de estos regidores, han pedido auxilio a los grupos organizados constitucionalistas para que fueran a sus municipios a quitar lazos amarillos. Así ha ocurrido en diversos pueblos del Maresme (comarca costera situada al norte de Barcelona) gobernados por el PSC, donde alcaldes han tenido que recurrir finalmente a estas brigadas tras comprobar que los empleados de la limpieza eran increpados y obstaculizados cuando trataban de eliminar las pintadas o los plásticos que los independentistas colocaban en la vía pública.

También concejales de otras localidades del resto del territorio catalán, que se encuentran en minoría, han seguido la misma línea y no han dudado en avisar a las brigadas de limpieza ante el estado en el que se encuentran las calles. Ante estas peticiones, uno de los máximos responsables del Cuerpo y Brigada de Limpieza, José, explicó a este diario que ya tienen varias expediciones planificadas por lugares con gran densidad de lazos amarillos como la que organizaron la semana pasada en Girona, en la que participaron hasta 82 personas y se retiró entre 100 y 120 kilos de plástico amarillo. «Hay mucho que quitar todavía», aseguró.

Lo cierto es que el incendio político que ha surgido a raíz de la simbología está lejos de remitir. Prueba de ello es que el orden del día de la Junta de Seguridad prevista para el jueves todavía genera inevitables diferencias entre el Gobierno y el Govern sobre esta cuestión. La Generalitat sigue rechazando que se aborde, y así lo hizo constar en su propuesta de orden del día que ha trasladado a la Moncloa, mientras que desde el ejecutivo español se mostraron ayer firmes y aseguraron que añadirán ese punto y lo «priorizarán» en el encuentro, que reúne a los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado con los Mossos d'Esquadra. Desde el gobierno catalán, en cambio, se sigue señalando que la Junta de Seguridad sólo debe abordar aspectos de coordinación y colaboración entre Cuerpos.

Por otro lado, el líder del PP, Pablo Casado, que en las últimas horas ha exhibido sus diferencias con C's por cómo se debe actuar ante los lazos amarillos –los populares creen que no es conveniente que los dirigentes salgan a la calle a quitar lazos como hacen los naranjas porque ello contribuye a generar más «crispación»–, apostó ayer por modificar la Ley de Símbolos de 1981 para «evitar que se use la vía pública para hacer propaganda». «Hay que evitar desde las instituciones lo que pasa en las calles de Cataluña», aseguró desde Álora (Málaga) durante un acto de partido con el PP andaluz. Para ello, el líder de los populares reclamó la convergencia de los otros dos partidos constitucionalistas, PSOE y C's.