Ataque a la Guardia Civil
El auto de prisión de Barbate se basa en la narcolancha, los restos de pintura y la chaqueta roja
El escrito les atribuye dos delitos de asesinato, cuatro en grado de tentativa, además de atentado contra la autoridad y contrabando
El auto de prisión contra seis de los ocho detenidos por su implicación en la tragedia de Barbate les acusa de dos delitos de asesinato por los dos guardias civiles fallecidos, y de cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa contra los otros agentes que sobrevivieron al ataque. También les atribuye seis delitos de atentado agravado contra la autoridad y un delito de contrabando.
Los ocho arrestados reconocen haber traficado con drogas en la lancha, pero sostienen que fue otra la embarcación que embistió con gran violencia y en varias ocasiones a la zodiac de los agentes. Las pruebas que constan en el auto, adelantado por La Hora de La 1, apuntan a que la noche del viernes 9 de febrero los seis agentes eran perfectamente reconocibles como efectivos de la Guardia Civil cuando fueron a identificar las seis lanchas que estaban en el puerto, de las cuales solo la embarcación de los detenidos se corresponde con las características de la nave que les atacó, según los testigos: estaba dotada de cuatro motores y dos antenas de radar blanca en la popa, una sin la carcasa, y era de grandes dimensiones.
Esta arremetió a gran velocidad contra la patrullera en dos ocasiones, tras realizar maniobras para tomar distancia y acelerar sin desviar la trayectoria. El auto sostiene que los golpes de la nave causaron la muerte a dos agentes, hirieron gravemente a otro, otros dos presentaron lesiones de menor gravedad y uno resultó ileso. Los testigos también indicaron que los tripulantes de la narcolancha llevaban ropa de agua y cascos, mientras que el que capitaneaba portaba una chaqueta roja.
Una vez consumado el ataque, la nave se dio a la fuga. Primero, paró en la playa de la Alcadeisa y, más tarde, en el puerto de Sotogrande, donde desembarcaron tres tripulantes. Los tres, entre ellos, Francisco Javier M.P. y Kiko «El Cabra», llegaron por mar hasta la Línea de la Concepción. Allí huyeron a pie por la playa, donde se encontraron las prendas de ropa mojadas. Tras 16 horas de operativo, fueron detenidos. En el morro de la embarcación había restos de pintura roja, similar a la de la zodiac.
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